(CNNMéxico) — Ariel Castro pasará su vida en la cárcel, luego de que un juez lo sentenció a cadena perpetua más 1,000 años este jueves, por mantener secuestradas y cometer abusos contra tres mujeres durante 10 años.
“Una persona solo puede morir una vez en la cárcel”, dijo el juez Michael Russo en la audiencia de sentencia. “No mereces estar afuera en tu comunidad, eres demasiado peligroso”, agregó.
“No hay lugar en esta ciudad, no hay lugar en este país, no hay lugar en el mundo para quienes esclavizan a otros”, dijo el juez luego de determinar que sus víctimas eran tratadas como “esclavas”.
Russo calificó la pena a Castro como “proporcional al daño que has hecho” y dijo que “nunca será liberado de la reclusión durante el periodo de su vida natural por ninguna razón”.
Castro mantuvo retenidas en el sótano de su casa a Michelle Knight, Amanda Berry y Georgina DeJesus. De ellas, solo Knight habló ante la corte.
En su audiencia, el hombre se dirigió a las familias para pedirles perdón. “Realmente lo siento”, dijo. “Gracias, víctimas. Por favor encuentren algo en su corazón para perdonarme”.
“No soy una persona violenta. Simplemente las mantuve ahí para que no se pudieran ir”, dijo.
Agregó que sabía que había hecho algo malo, pero rechazó las acusaciones de que al regresar a casa las golpeaba. “No soy un monstruo, solo estoy enfermo”. Tengo una adicción. Como un alcohólico tiene una adicción”.
Castro admitió que se negó a llevar a su hija en su auto, para poder secuestrar a su segunda víctima, Gina DeJesus. “Estaba controlado por el sexo”, dijo. “Realmente lamento lo que pasó”.
Al describirse como “una persona muy emocional”, indicó que “esta gente quiere pintarme como un monstruo”.
“Creo que soy adicto a la pornografía al punto de que me hace impulsivo y perder la cabeza”, dijo. “No intento poner excusas. Soy una persona feliz por dentro”, agregó.
Sin embargo, Russo destacó que Castro “aparentemente” tenía una relación normal con su novia. “(Es claro) que usted es capaz de decidir a quién quiere victimizar”, dijo Russo.
“En su mente había armonía y un hogar feliz. No estoy seguro de si hay alguien más en Estados Unidos que esté de acuerdo con usted”, agregó.
Él dijo que el comportamiento de Castro refleja un “trastorno de personalidad antisocial” y le dijo que tenía “un narcisismo extremo”.
Russo dijo que Castro coincide con la definición de “delincuente sexual”, y aunque el acusado intentó objetar el término, el juez le explicó que él ya había aceptado serlo “en su declaración de culpabilidad”.
Castro dijo que solo se había declarado culpable para salvar a sus víctimas de más trauma psicológico.
La semana pasada, Castro se declaró culpable de 937 cargos, incluidos homicidio y secuestro, por un acuerdo que le evitará la pena de muerte a cambio de prisión perpetua más 1,000 años de condena.
“Tu infierno apenas empieza”
Michelle Knight fue la única víctima que enfrentó a Castro en la corte. El juez Russo la elogió por ello al decir que tenía una “gran templanza”.
“(Yo) superaré lo que ha pasado, (pero tú) enfrentarás el infierno por toda la eternidad”, dijo la mujer. “Yo seguiré viviendo. Tú morirás un poco cada día”.
“Me robaste 11 años de mi vida… pasé 11 años en el infierno. Ahora, tu infierno apenas empieza”.
Knight también dijo que extrañaba a su hijo. “Lloré cada día. Estaba tan sola. Estaba preocupada por lo que me pudiera pasar a mí y a las otras chicas cada día”, agregó.
La hermana de Amanda, Beth Serrano, dijo que Berry no quería discutir su cautiverio y pidió privacidad: “Durante mucho tiempo Amanda no tuvo control de nada. Por favor, déjenla tener control sobre esto”.
En tanto, Sylvia Colon, una vocera de DeJesus, dijo: “No nos corresponde juzgar o determinar un castigo. Solo un poder superior puede hacer eso”.
Los primeros testigos
Antes de que Knight hablara, Barbara Johnson, la policía que acudió primero a la casa del presunto secuestrador Ariel Castro, relató cómo encontró a las víctimas después de escuchar unas pisadas en un cuarto oscuro.
Knight “literalmente se lanzó” a los brazos de otro oficial, dijo Johnson. “Las piernas, los brazos, solo lo ahogaba”, y repetía: “¡Nos salvaron!, ¡nos salvaron!”.
Johnson, la primera testigo en la audiencia de sentencia de Castro, dijo que las víctimas estaban asustadas, pálidas, habladoras y no querían quedarse solas.
El agente del FBI, Andrew Burke, dijo que estaba familiarizado con las desapariciones de DeJesus y Amanda Berry antes del descubrimiento de este año. Cuestionado si recordaba el momento en que las vio, Burke dijo que se encontró con las tres víctimas y la hija de Berry en una ambulancia afuera de la casa de Castro.
“Nunca lo olvidaré”, dijo Burke.
Gerald Maloney, el médico en la sala de emergencias que recibió a las mujeres en el hospital, las describió como “muy frágiles emocionalmente en ese momento”, y dijo que Knight rechazó que un médico hombre la revisara.
La mujer le dijo a Maloney que había sido abusada sexual y físicamente, algunas veces privada de la comida durante sus años en cautiverio.
La declaración a los detectives
Castro atrajo a DeJesus a su carro en 2004, al preguntarle por la ubicación de su hija, dijo el detective Andrew Harasimchuck, quien escuchó la declaración de DeJesus. Entonces, el sospechoso le dijo que tenía que ir a su casa por dinero, antes de pedirle ayuda para mover una bocina, precisó el detective.
Ella se sintió incómoda, y Castro le dijo que tenía que irse por una puerta distinta a la que entró. Cuando ella atravesó la puerta, se encontró en el sótano de la casa de Castro. Entonces él la encadenó a un poste de soporte, le ató las manos con lazos de plástico y la violó, de acuerdo con el detective.
Las tres le dijeron a Harasimchuck que habían sido violadas por vías “vaginal, oral y anal” durante su cautiverio, según el detective.
Al inicio de la audiencia, acompañado por sus abogados, vestido con un traje de prisión anaranjado y lentes, Castro dijo al juez que comprendía los requerimientos de su estatus como delincuente sexual en caso de que fuera liberado, lo que es poco probable que suceda por el acuerdo de su declaración como culpable.
Su abogado defensor, Craig Weintraub, dijo a la corte que su cliente acepta “la completa responsabilidad” por su conducta. El juez, Michael Russo, dijo que dado el alcance de los crímenes, “no sé si esto podría ser más digno”.
Con un modelo de la casa de Castro en la corte, otro abogado defensor, Jaye Schlachet, dijo que él no aprobó nada que no fuera la declaración de las víctimas. También mencionó a los informes médicos y las imágenes como ejemplos de cosas que no debían presentarse en la corte.
Luego, Russo respondió que quería ver los registros del caso y escuchar el testimonio para asegurar “que la corte pueda definir una sentencia adecuada”.