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Crimen

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Liberada una madre tras pasar 22 años en el corredor de la muerte

Por CNN en Español

(CNN) - Por primera vez en más de una década - y meses después de que un juez federal anuló su condena por asesinato - Debra Milke es libre. Poco tiempo después de la Oficina del Sheriff del Condado de Maricopa indicara que iba a ser liberada, un video mostraba a alguien que parecía ser Milke saliendo el viernes de la cárcel de Buckeye Baja en Phoenix. El portavoz de la oficina del Sheriff Brandon Jones confirmó después que Milke había sido puesto en libertad. Pero aunque ya no está entre rejas, el calvario legal de esta madre acusada de ser cómplice en la muerte de su hijo de 4 años, no ha terminado. El procurador general de Arizona Tom Horne ya aseguró en marzo que apelará ante la Corte Suprema la decisión del juez de anular la declaración de culpabilidad que realizó su oficina y la sentencia de muerte que iba aparejada a ella. El Juez Alex Kozinski del noveno Tribunal de Apelaciones había tomado esta decisión al concluir que el juicio que había recibido Milke, no había sido justo, y la puso en libertad bajo fianza a la espera de un nuevo juicio.

La pesadilla de Milke se remonta al 12 de octubre de 1990, cuando un jurado la condenó por asesinato, conspiración para cometer asesinato, maltrato infantil y secuestro de su hijo de 4 años, que había aparecido muerto un año antes.

Un día después de ver a Santa Claus en un centro comercial, el pequeño Christopher Milke preguntó a su madre si podía ir de nuevo a verle. Ese era el plan, según dijo su madre, cuando el niño se metió en el coche con el compañero sentimental de Milke, James Styers.

Éste recogió un amigo con el coche de camino al centro comercial, pero en vez de ir a ver a Santa Claus, los dos hombres se llevaron al niño fuera de la ciudad a una quebrada aislada. Allí Styers disparó tres veces en la cabeza a Christopher", según el sumario del caso de Kozinski. Styers fue declarado culpable de asesinato en primer grado por la muerte del niño y condenado a muerte.

Durante su juicio , "no hubo testigos o evidencias directas que vincularan a Milke con el delito" excepto el testimonio de un detective d ela policía de Phoenix, Armando Saldate Jr., según Kozinski.

El detective aseguró que interrogó a Milke -un interrogatorio que no se grabó y que nadie más vio- y más tarde dijo que había confesado su papel en la conspiración para cometer asesinato.

Pero Milke ofreció una visión muy diferente del interrogatorio y negó que ella hubiera admitido ningún papel en el complot para matar a su hijo."Pero el juez y el jurado creyeron a Saldate" Kozinski escribió en su fallo de marzo que daba la vuelta a la condena por asesinato de Milke. "Pero ni el juez, ni el jurado sabían de la larga historia de Saldate de mentir bajo juramento y otras malas conductas". El juez explicó que había tomado su decisión porque los fiscales no dieron a conocer los antecedentes de "mala conducta" de su testigo clave.

La defensa y el jurado no sabían que los jueces anteriores habían rechazado cuatro confesiones o acusaciones porque Saldate había mentido bajo juramento, entre otras cuestiones.

Horne, el fiscal general de Arizona, ha argumentado que Milke debe permanecer en el corredor de la muerte. "Después de vestir a su hijo y decirle que iba al centro comercial para ver a Santa Claus, Milke fue declarado culpable de enviar a su hijo a ser fusilado en un desierto de lava ", dijo.