Por Sarah LeTrent

(CNN) — “Todos somos *posiblemente* hijos de Frank Sinatra”, tuiteó Ronan Farrow recientemente.

Con este desenfadado mensaje, desdeñó los chismes y el escándalo. Su madre, la actriz Mia Farrow, dijo recientemente que su exmarido, Frank Sinatra, “posiblemente” es el padre del joven de 25 años. Durante mucho tiempo se creyó que el padre biológico del abogado y diplomático era Woody Allen, quien tuvo una relación con Farrow durante 12 años.

Ronan Farrow se enemistó con Allen cuando se dio a conocer que este último tenía una aventura con una de las hijas adoptivas de Mia Farrow, Soon-Yi Previn. Más tarde, en 1997, Allen y Previn se casaron. El Día del Padre de 2012, Ronan tuiteó: “Feliz Día del Padre… o como dicen en mi familia, feliz día del cuñado”.

La puesta en duda de la paternidad, aunque no sea bajo los reflectores, puede cimbrar a cualquier familia, de acuerdo con los especialistas en psicología. Las familias se transforman con situaciones como el divorcio, un nuevo matrimonio, las adopciones, la maternidad sustituta y la fecundación in vitro.

“El mundo se abrió”

La vida de Brian Hansen, de 32 años, cambió mientras tomaba unos tragos con un primo en 2010.

Hansen estaba esperando a su primer hijo y le dijo a su primo que le asustaba qué tipo de padre podría ser, ya que él había tenido un papá iracundo.

“Mi primo vio que estaba muy preocupado y perturbado”, dijo Hansen.

Su primo decidió ser honesto: el hombre que había criado a Hansen no era su padre biológico. La madre de Hansen recurrió a un donador de semen para concebirlo a él y a su hermana menor.

“Simplemente me quedé sentado y lo miré durante unos nueve o 10 segundos”, dijo Hansen.

“…Mi vida literalmente se redefinió mientras una mesera con un arete en la nariz, llamada Miranda, servía avena fermentada fría”, escribió en su blog poco menos de 24 horas después. La publicación se titula And Now For Something Completely F***ed (Y ahora algo completamente jodido).

Hansen sintió un alivio inmediato. Hansen dice que más o menos desde los siete años, él y su hermana se miraban y se preguntaban: “¿De dónde venimos?”.

En su juventud tuvo una relación problemática con su padre y en 2008 rompió relaciones con él de una vez por todas. Sus padres ahora están divorciados, pero estuvieron juntos durante 32 años.

“Cuando descubrí que no estaba condicionado por sus genes, el mundo se abrió”, dijo Hansen.

Los expertos, como la trabajadora social certificada Jennifer Hogan, dicen que la noticia puede cimbrar a una familia, independientemente de si la relación entre padre e hijo es buena, mala o francamente horrible. Esta clase de noticia suscitará problemas de identidad y confianza, especialmente si el resto de los familiares conocían el secreto.

“Sacude hasta la médula tu autoconsciencia y tu sentido de identidad”, dijo Hogan. “Es importante que los padres entiendan que tomamos gran parte de nuestra identidad de nuestra familia inmediata”.

Los pasatiempos, los rasgos de personalidad e incluso la vida profesional a menudo siguen el ejemplo de un padre.

Hogan dijo que el que Hansen sintiera que “no estaba destinado a volverse igual que esta persona” puede ser liberador. “Puedes hacer borrón y cuenta nueva respecto a la mitad de tu herencia biológica”.

Sin embargo, también habrá cierta incertidumbre respecto a qué rasgos podrían provenir de un padre recién descubierto.

“Sacudirá tus cimientos (…) Aunque ya lo sospecharas, confirmarlo puede ser impactante”, coincide Gabriela Cora.

Los secretos son inherentemente destructivos

La pregunta del millón de dólares para los padres es cuándo dar la noticia.

“Los secretos son inherentemente destructivos para las familias”, dijo Hogan. “Tarde o temprano surgen y provocan un gran caos”.

Los grupos de apoyo aconsejan que se decida cuánto revelar con base en la edad y la curiosidad del niño. No hay una respuesta sencilla.

“Los adultos que fueron adoptados y crecieron con el secreto dicen que sentían que había algo ‘malo’ en ellos; hablan de haberse sentido traicionados y luego aliviados cuando descubrieron la verdad. Otros entendieron que el que sus padres se rehusaran a hablar indicaba que la adopción era un tabú”, escribió Lois Melina en la revista Adoptive Families.

La psiquiatra Cora aconseja a los padres que no están relacionados biológicamente con sus hijos: “Peca de honesto”.

Si el niño es demasiado joven, está decidido a encontrar a sus parientes biológicos y estos no forman parte de su vida actual, los padres que lo criaron podrían animarlo a esperar un par de años para buscar sus raíces. Para esto, deberían comprometerse a ayudarlo cuando llegue el momento.

Hogan dijo que es innato que los niños quieran entender de dónde provienen. Sin embargo, la edad a la que deben discutir el tema es cuando puedan soportar el rechazo.

“Si tu padre biológico no está interesado en ti, es el máximo rechazo”, dijo.

Hogan sugiere a los padres que sean honestos en sus explicaciones, que reconozcan sus propios temores y dudas sobre decir la verdad. Esto es especialmente pertinente si un niño podría haber vivido abusos, maltratos o abandono bajo el cuidado de un padre biológico.

“La gente piensa que realmente quiere saber la verdad (sobre sus padres biológicos), pero han idealizado esa verdad”, dijo Cora.

Hansen, quien tenía una relación difícil con su papá, dijo que se sintió liberado de cosas que él creía innatas. Sin embargo, le molestó que su madre no le dijera la verdad cuando le preguntó sobre su historia clínica antes de tratar de tener un bebé. Después de un largo proceso de terapia psicológica, su relación con su madre está en un punto pacífico, dijo.

“Ella pensó que estaba haciendo lo correcto al no decirnos y desde su punto de vista él nos amaba, ella nos amaba, ellos eran nuestros padres… y ninguna otra cosa importaba”, dijo.

“A causa de la forma en la que me criaron, él siempre va a ser parte de mí… biológica o no”.