Por Ben Brumfield y Dana Ford, CNN

(CNN) — Cuando volvió en sí, Gene Peñaflor supo que tenía que hacer algo. A sus 72 años, no sabía cuánto tiempo había estado inconsciente, solo sabía que estaba en el bosque y que se había perdido mientras cazaba ciervos.

En poco tiempo, tuvo que pensar en cómo sobrevivir, qué comer, qué beber y cómo mantenerse caliente. Durante casi tres semanas, Peñaflor hizo justamente eso: sobrevivir comiendo lagartijas, ranas y ardillas.

Tras separarse de su compañero de caza, Peñaflor trató primero de encontrar el camino a pie en el Bosque Nacional Mendocino, una extensa reserva natural en el norte de California, pero estaba desorientado y pronto se dio por vencido. Durante 19 días, se quedó en el mismo sitio con la esperanza de que alguien lo encontrara. En ese tiempo, nevó en varias ocasiones y en algunas noches la temperatura llegó a cuatro grados bajo cero, hasta que llegó la ayuda.

Peñaflor llegó a un hospital en el pueblo de Ukriah, en el borde del bosque, en donde los médicos lo revisaron y lo dieron de alta. “Está bien. Está aguantando, parece que nada cambió, salvo que le creció la barba”, dijo su hijo Jeremy a CNN.

Perdido

Si rodeas al ciervo por ambos flancos, no importa hacia dónde corra, tu compañero y tú seguramente lo atraparán. Esta estrategia común en la cacería provocó que Peñaflor se separara de su compañero de caza el 24 de septiembre. Tras separarse en su campamento base, ambos caminaron por senderos distintos y acordaron reunirse más tarde, sin embargo, Peñaflor nunca llegó.

Un día después, su compañero lo reportó como perdido ante el sheriffdel condado de Mendocino, quien al día siguiente envió un escuadrón de búsqueda compuesto por casi una docena de agencias de seguridad del condado y estatales. Después de peinar la cordillera a pie con perros de rescate y de recorrer los cielos durante cuatro días, no encontraron pistas que los llevaran a Peñaflor. Luego llegó una gran tormenta y suspendieron la búsqueda.

El accidente

Peñaflor se había internado en el bosque más de lo que había planeado, dijo su hijo. Resbaló en una pendiente pronunciada, donde tras golpearse la cabeza, quedó inconsciente al instante, sin tener una idea clara de por cuánto tiempo.

Todavía tenía su rifle de caza, pero le dijo a su hijo que no tenía las fuerzas para cazar un venado. “Me dijo que se encontraba en modo de supervivencia. Estaba tratando de ahorrar energías”, dijo su hijo.

Peñaflor se concentró en las presas menores, recogió algas en un arroyo y bebió agua en un manantial. Para mantenerse seco, se refugió bajo un árbol caído y para mantenerse caliente, encendió una fogata y rodeó su cuerpo con hojas secas, ramas y pasto. “Sabíamos que estaba allí”, dijo Jeremy Peñaflor, quien agregó que su padre nunca dejó de luchar y su familia no perdió la esperanza.

El rescate

El escuadrón volvió a salir el sábado en búsqueda del hombre de 72 años y esta vez el grupo contaba con la mitad de los hombres que lo componían originalmente. Sin embargo, alguien encontró a Peñaflor antes que ellos.

Por la mañana, un cazador llamó a la oficina del sheriff y dijo que él y sus amigos escucharon al hombre que gritaba pidiendo ayuda desde el fondo de un valle. Al darse cuenta que la señal de celular se interrumpía constantemente mientras los agentes trataban de determinar su ubicación, en la oficina del sheriff les indicaron que llamaran a los servicios de emergencia, donde la operadora determinó las coordenadas de localización.

Los gritos de Peñaflor guiaron al escuadrón de búsqueda hacia donde se encontraba. Cortaron ramas a las que ataron sus chaquetas para fabricar una camilla para sacarlo. Los rescatistas encontraron al grupo horas más tarde, mientras lo subían por una colina pronunciada. Llamaron a un helicóptero para que lo trasladaran al Centro Médico de Ukiah Valley.

Cuando su familia lo vio, nadie habló, dijo Jeremy Peñaflor. “Solo nos abrazamos. Estábamos llorando”. No habrá más cacería por ahora, dijo el hijo. “Si decide ir a cazar en un par de años, está bien. Pero bromeamos y dijimos que mejor hiciéramos un viaje para acampar”.

Con información de Dave Alsup.