(CNN) — No queremos asustarte… Bueno, en realidad sí, pero sólo por un momento, y prometemos que la recompensa vale el esfuerzo.
Estos sitios ofrecen paisajes y experiencias espectaculares a los viajeros que estén dispuestos a enfrentar cinco miedos comunes y muy reales.
Lo único que debes llevar es curiosidad y valor, dice el psicólogo Emanuel Maidenberg, director de la Clínica de Terapia Cognitiva Conductual en la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA).
Cuando nos encontramos en una situación que nos atemoriza, “debemos tener, tanto la curiosidad de preguntarnos ¿qué pasaría si paso por esto? —que no es fácil—, como el valor de no hacer lo que normalmente hacemos en una situación como esta: tratar de escapar”.
El truco está en permitir que el potencial de diversión y emoción supere a las dudas sobre hacer algo que causa ansiedad. La recompensa es el sentimiento de logro que te invade cuando superas tu miedo.
Estos cinco lugares ofrecen riesgos y recompensas. Pero no te excedas. Si tienes una fobia paralizante, probablemente quieras empezar con algo más pequeño y más cercano a casa.
1. ¿Miedo a la oscuridad?: Eslovenia
Hay una razón por la que la gente se ha escondido en cuevas a lo largo de la historia. Las cuevas están llenas de extrañas formaciones rocosas, ríos subterráneos y murciélagos (que pueden ser aterradores), pero sobre todo, las cuevas son muy, muy oscuras. Debes ser valiente para explorarlas, ¿o no?
Con sus 9.023 cuevas, Eslovenia ofrece más paisajes subterráneos que casi cualquier lugar de la Tierra.
Empieza con la más fácil: Postojna Jama (jama significa cueva en esloveno). Es la cueva más popular de Europa; cientos de miles de personas la visitan cada año. El espacio es tan grande que puede albergar una sala de conciertos, una estación de espeleobiología para estudiar la fauna de la cueva y una vía ferroviaria subterránea que te llevará a lo largo de tres kilómetros de extrañas formaciones de brillante piedra caliza, iluminadas con luz eléctrica.
Cuando estés listo para entrar en un reino más oscuro, la cueva que está bajo el Castillo Predjama ofrece recorridos guiados de 45 minutos en los que solo contarás con linternas para iluminar el camino. (Si te acobardas, puedes regresar al castillo, que data del siglo XIII).
El Parque Regional de Cuevas de Skocjan es un sitio catalogado como Patrimonio Mundial por la UNESCO. Se encuentra cerca de la frontera con Italia y es popular con los exploradores de cuevas.
2. ¿Miedo a las alturas?: Machu Picchu, Perú
Caminar por la Ruta Inca que llega a Machu Picchu es un viaje de ensueño para muchas personas, pero la mayoría de ellas no teme a las alturas. La caminata promedio dura cuatro días y tiene un grado de dificultad de moderado a difícil en cuanto a experiencia y energía requerida. Los empinados y estrechos senderos de las montañas andinas pueden poner en alerta máxima a alguien con acrofobia (miedo a las alturas).
¿Cuál es la recompensa por superar tus miedos? Según la UNESCO, que en 1983 incluyó al sitio en su clasificación de Patrimonio Mundial, Machu Picchu, construida en el siglo XV, es “la creación urbana más imponente del Imperio Inca en su apogeo”.
Ha soportado terremotos, lluvias torrenciales y casi 600 años de existencia y sigue siendo un complejo de edificaciones notablemente bien conservadas que alguna vez estuvieron habitadas y en donde la gente trabajaba y adoraba a sus dioses.
Hay decenas de operadores turísticos locales autorizados que organizan recorridos a Machu Picchu. Todos recomiendan pasar al menos dos días en Cuzco para aclimatarse a la altitud antes de empezar el ascenso a Machu Picchu, que se encuentra a unos 2,700 metros de altura. Es vital que se hagan preparativos por adelantado, ya que el número de visitantes permitidos en el antiguo sitio es limitado.
3. ¿Miedo a las arañas?: Arizona, Estados Unidos
Si te aterrorizan los bichos, considéralos en un contexto diferente. La Roca de la Araña, en el Monumento Nacional Cañón de Chelly, en Arizona, te ayudará. Desde tiempos inmemoriales, las arañas han sido símbolos positivos para las culturas nativas de Estados Unidos: se asocian con las mujeres, ya que tejer es una actividad tradicionalmente femenina.
En la cultura navajo, la leyenda de la Mujer Araña es, esencialmente, la leyenda de cómo los navajos se volvieron tejedores expertos. De acuerdo con Adam Teller —guía y cronista navajo cuya familia dirige la agencia Antelope House Tours, con caminatas guiadas y recorridos 4x4 a través del Cañón de Chelly— la Mujer Araña también tejía mantas en las que envolvía a los niños malcriados y luego se los comía y escupía sus huesos, con los que están hechas las franjas blancas de la roca de la Araña. (Seguramente su abuela le dijo eso para que se portara bien.)
Es definitivamente cierto que la roca de la Araña, con sus picos gemelos, está entre las vistas más reconocibles del Cañón de Chelly, que ostenta la distinción de ser el único Parque Nacional de Estados Unidos localizado en tierras tribales del pueblo navajo. Hay algunas caminatas y recorridos que puedes hacer sin guía, incluida la Ruta South Rim que lleva a la roca de la Araña; sin embargo, los recorridos guiados que explican en detalle el significado de la zona para la cultura navajo aportan al disfrute.
4. ¿Miedo a los espacios cerrados?: Túneles Cu Chi, Vietnam
Pocos lugares en la Tierra te estremecerán tanto como los túneles Cu Chi, en Vietnam, no sólo porque tienen menos de un metro de ancho y son la pesadilla de los claustrofóbicos, sino principalmente por su historia. Fueron construidos en la década de 1940 durante la ocupación francesa y se volvieron una herramienta poderosa para el Viet Cong durante la guerra de Vietnam, pues les permitían atacar y desaparecer bajo tierra para evitar ser capturados por los estadounidenses.
Los túneles no sólo fueron un arma estratégica; muchas personas vivían y trabajaban dentro de la red de casi 190 kilómetros que constituyen, cavados a mano e ingeniosamente minados para mayor protección. Cuando se descubrieron los túneles, durante la guerra, los equipos de soldados estadounidenses y australianos (conocidos como las Ratas de los Túneles) a veces tenían que arrastrarse a través de espacios de 30 centímetros de ancho para obtener información militar y suministros.
Hoy en día, los túneles Cu Chi son destino de excursiones que salen desde la ciudad de Ho Chi Minh (antes Saigón) y forman parte de la mayoría de los programas de recorridos de la zona, como el Vietnam Cultural Explorer, operado por Boundless Journeys. Sí, los túneles aún suscitan fuertes sentimientos y opiniones acerca de la política y la guerra, pero más allá de eso son un formidable testimonio de la resistencia e ingenio de la gente en tiempos de guerra. También harán que reconsideres tu miedo a los espacios cerrados.
5. ¿Miedo a los muertos?: Cambridge, Massachusetts, Estados Unidos
No pienses en Mount Auburn como un cementerio. Piensa en él como un parque horticultural con senderos para caminar entre el hermoso follaje de Nueva Inglaterra, con 26 especies diferentes de roble. Eso es lo que sus fundadores tenían en mente cuando, en 1831, la Sociedad Horticultural de Massachusetts compró las 29 hectáreas que se transformaron en el cementerio Mount Auburn.
Adquiere en el centro de visitantes mapas para realizar recorridos temáticos sobre horticultura, arquitectura, arte y otros temas, y los fines de semana asiste a los recorridos guiados por docentes.
Sin embargo, llegará el momento en el que te dará curiosidad saber quiénes descansan en Mount Auburn, y descubrirás que aquí yacen personajes sobresalientes de todos los ámbitos, incluido el poeta Henry Wadsworth Longfellow; Fannie Farmer, creadora del libro Boston Cooking-School Cookbook; científicos y pioneros del pensamiento como Buckminster Fuller, B.F. Skinner y Mary Baker Eddy; así como juristas, artistas, estadistas y líderes empresariales.
También descubrirás (gracias al recorrido de Los no tan ricos ni famosos) que mucha gente común enterrada aquí también tiene historias de vida fascinantes. “Regresamos al mundo, y nos sentimos más puros, mejores y más sabios, gracias a esta comunión con los muertos”, dijo Joseph Story en 1831.
Esas palabras siguen siendo inspiración para la vida.