Por Rafael Romo
GARITA PALMERA, El Salvador (CNN) — Ella habla con las fotografías de su hijo como si él pudiera escuchar su voz a miles de kilómetros de distancia.
“Oh, mi hijo”, dice Julia Alvarenga, de 59 años, desde su casa en la ciudad costera de Garita Palmera, en El Salvador. Y entonces agrega: “voy a verlo de nuevo”.
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Las últimas dos semanas han sido una montaña rusa emocional para la mujer salvadoreña. En primer lugar, se enteró de que su hijo aún estaba desaparecido desde hacía 13 meses. Después, aparece a medio mundo de distancia. Y ahora está recibiendo noticias de que podría estar de vuelta en casa dentro de muy pronto.
Su hijo, José Salvador Alvarenga, de 36 años, apareció en las Islas Marshall el 30 de enero como un náufrago. Él dijo a las autoridades que estuvo perdido durante 13 meses en el mar en un barco de pesca y pudo sobrevivir gracias al consumo de pescado crudo y tortugas.
Ezequiel Córdoba, de 23 años, era ayudante de Alvarenga. Ambos quedaron atrapados en una tormenta durante un viaje de pesca de tiburón en diciembre de 2012, el joven murió cuatro semanas después porque no comió la comida cruda, dijo Alvarenga a CNN.
Una imagen muestra el aspecto que tenía José la última vez que la visitó. Otra, mientras sostiene a su única hija cuando tenía 18 meses. Pero su favorita fue tomada cuando solo tenía seis meses, en septiembre de 1977.
Julia y Ricardo Alvarenga tienen nueve hijos, tres de los cuales viven en Maryland, Estados Unidos, y el resto en El Salvador, dijo.
La madre de Alvarenga, quien ayuda a la familia con la venta de abarrotes en una habitación en su casa ladrillo que da a una calle de tierra, también hizo una revelación personal de la familia.
Ella dijo que la última vez José Salvador Alvarenga la visitó en su casa en Garita Palmera hace ocho años. Lo único que sabían de él todo este tiempo, de acuerdo con Julia, era que él estaba trabajando como pescador en algún lugar de México.
Él no había llamado a su familia desde entonces. “Fácilmente se olvida de las cosas”, dijo. Mientras ella cuenta su historia familiar, un pollo come semillas cerca, cacareando mientras que el perro de la familia, mejor conocido como Perrito, toma una siesta en una silla de plástico.
“Yo oraba a mi Señor Jesucristo, ‘eres todo poderoso y tú sabes lo que es mejor’. Y esa era la única esperanza que tuve durante todo este tiempo, y no le voy a mentir a usted, yo estaba llorando. Pero nunca perdí la fe”, dijo Julia.
Para Julia, una cristiana nacida de nuevo que asiste a la Iglesia Príncipe de Paz, la historia de supervivencia de su hijo fue una respuesta a sus oraciones diarias.
Tres imágenes del hijo de Julia Alvarenga están entre sus posesiones más preciadas.
Ricardo Alvarenga, un agricultor de 65 años, estuvo de acuerdo, y añadió que no sabía que su hijo estaba perdido en el mar hasta que la historia del náufrago fue noticia y su imagen se mostró en todo el mundo. Algunos vecinos llegaron a hablar al respecto.
A pesar de que su hijo aún tiene que regresar a su casa, él ya es una celebridad en Garita Palmera y en los pueblos vecinos.
Carlos Francisco Orozco, de 46 años, propietario de un restaurante de pollo, dijo que está muy orgulloso de su compatriota.
“Él es un héroe para mi país”, dijo Orozco. “No solo un héroe, sino un Superman como el de la televisión. ¡Él es realmente un héroe!”.
Muchos se preguntan si ellos hubieran podido sobrevivir en una situación similar, pero nadie habría dudado sobre la historia de Alvarenga.
Álvaro Herrera, de 38 años, propietario de una tienda de zapatos en la vecina calle principal de Cara Sucia, dice que también admira Alvarenga.
“Te estoy diciendo que él es un hombre de gran valor debido a lo que pasó. Dios estaba con él, porque Dios es bueno y hace cosas buenas “, dijo Herrera.
En la casa Alvarenga, Areli también está esperando la llegada del náufrago. Ella es su exnovia y madre de su hija Fátima, de 14 años.
Ella cortésmente evitó dar su apellido o responder preguntas sobre Alvarenga, se limitó a decir que está contenta de que logró salir con vida. Fátima, que tenía seis años la última vez que la visitó, dijo que recuerda muy poco de él.
Cuando le preguntamos a Julia sobre lo qué es lo primero que va a hacer cuando vea a su hijo, ella extendió sus brazos alrededor de ella, una señal universal para un cálido y sincero abrazo.
La Cancillería salvadoreña confirmó que Alvarenga llegará a San Salvador alrededor de las 8 p.m. hora local.