CNNEarrow-downclosecomment-02commentglobeplaylistsearchsocial-facebooksocial-googleplussocial-instagramsocial-linkedinsocial-mailsocial-moresocial-twittersocial-whatsapp-01social-whatsapptimestamptype-audiotype-gallery
Enfermedades

5 cosas que debes hacer cuando el cáncer te toma por sorpresa

Por CNN en Español

Por Médico Peter Edelstein, especial para CNN

Nota del editor: Un defensor dedicado a los pacientes con cáncer, el médico Peter Edelstein, es un cirujano con doble certificación que se asocia con pacientes con cáncer y sus seres queridos. Es autor del nuevo libro Own Your Cancer: A Take Charge Guide for the Recently Diagnosed and Those Who Love Them (Aduéñate de tu cáncer: una guía para hacerse cargo para los recién diagnosticados y aquellos que los aman).

(CNN) — Nadie está verdaderamente preparado para escuchar “tienes cáncer”; dos pequeñas palabras que, a pesar de los avances impresionantes en el tratamiento, inmediatamente conjuran imágenes aterradoras de pérdida de cabello, náuseas crónicas, cirugía e incluso la muerte.

Pero escuchar “la palabra con C” es incluso más abrumador cuando es completamente inesperado, cuando se le dice a una persona aparentemente saludable. La lesión inesperada en tu mamografía. El tumor insospechado en tu colonoscopia rutinaria. El nódulo sorpresa en la próstata en tu examen físico.

Y puede volverse más común: en México el cáncer es la tercera causa de muerte, después de las enfermedades cardiovasculares y la diabetes de acuerdo con la Unión Internacional contra el cáncer (UICC) y se estima que cada año se detectan 128.000 casos nuevos según la Secretaría de Salud.

Así que, ¿qué hay que hacer primero cuando el cáncer te toma por sorpresa? Aquí están, en orden, cuatro acciones iniciales y una inacción que te ayudarán a permanecer orientado y con control de tu vida.

publicidad

Respira. De verdad. Eres la misma persona hoy que la que eras ayer cuando no sabías que tenías cáncer. No tienes síntomas, así que aunque es posible, es improbable que el cáncer se haya extendido por todo tu cuerpo. Verdaderamente tienes tiempo para tranquilizarte y organizar tus pensamientos. Tu cáncer no se extiende con cada segundo o cada día. Respira y después comprométete a los siguientes cuatro pasos.

Acepta tu cáncer. Este es el paso más importante para tratar tu cáncer y tu vida.

Estás en shock por el diagnóstico. Así que muchos temores giran en tu cabeza. Nunca podrás entender esta enfermedad compleja y que amenaza a la vida. Estás demasiado abrumado. La persona independiente, exitosa, activa e inteligente que eras hace algunos días (antes de que fueras un “paciente con cáncer”) se desintegró rápidamente. Debes rendirte a “los expertos”; los médicos, enfermeros y terapeutas. Debes renunciar a toda participación en tu cuidado.

No, ¡no debes! No entregues el control de las decisiones que afectarán la duración y la calidad de tu vida a los expertos, que son extraños, que no saben nada sobre ti, el individuo, la persona.

No renuncies a tener el control de tu vida. Sigue con el control de tu vida al aceptar tu cáncer y aceptar la responsabilidad; aprender la cantidad limitada de hechos críticos sobre tu malignidad, seleccionar a los médicos, participar activamente en tus decisiones de cuidado. Acepta tu cáncer y permanece a cargo de tu vida.

No corras a buscar en internet. En medio de tu shock y temor inicial, lo peor que puedes hacer es saltar a revisar en la red. No solo estás emocionalmente volátil, no estás preparado para entender e interpretar las estadísticas de tratamiento y pronóstico que se relacionan con tu tipo y nivel de la enfermedad maligna.

Probablemente no posees todavía el conocimiento para diferenciar lo creíble de las capas de sitios web de “terapia alternativa” loca que flotan en el espacio. No te preocupes. Si sigues el paso dos y verdaderamente aceptas tu cáncer, pronto reconocerás sitios confiables y traducirás exitosamente la información en conocimiento significativo específico para ti.

Selecciona los médicos correctos. La mayoría de los pacientes diagnosticados con cáncer están tan abrumados que simplemente aceptan sin preguntarle al cirujano, oncólogo de radiación y oncólogo al que son referidos. ¿Pero quién hace estas referencias? Los médicos que realmente no te conocen te refieren a otros médicos que no te conocen en lo absoluto.

Nadie mejor que tú y que tus seres queridos entienden tu personalidad, estilo y enfoque a la vida (incluidos los retos de la vida). Eres, por mucho, el más adecuado para seleccionar a los médicos que deben asociarte contigo para luchar contra la enfermedad.

Puede ser extraño para ti, incluso intimidante, pero necesitas seleccionar a tus médicos, entrevistar a tus médicos. No, no tendrás el conocimiento para analizar profundamente la pertinencia de sus recomendaciones de tratamiento (es por eso que debes entrevistar a más de uno) pero realmente escuchas cómo interactúan contigo y con tu familia.

¿Aprecian las preguntas? ¿Están interesados en educarte? ¿Te sientes apresurado? ¿Son demasiado serios? ¿No son lo suficientemente serios? Para participar activamente en tu cuidado, necesitas seleccionar a médicos que sean la mejor opción para ti.

Entiende dos características críticas de tu cáncer. Sí, eres lo suficientemente inteligente para aprender sobre las dos características críticas de tu cáncer, al ser guiado por tus médicos y fuentes creíbles, y al poner ese conocimiento en buen uso.

Primero, debes aprender cómo se comporta tu tipo específico de cáncer, ya que cada uno (mama, próstata, lo que sea) es único. En segundo lugar, debes entender tu etapa específica de cáncer. Las etapas difieren según el tipo de cáncer. Sin embargo, algo común a todas las etapas es la evaluación objetiva de tu tumor, de la diseminación maligna (metástasis) de tus nódulos linfáticos, y la metástasis de tumor a órganos o estructuras distintos.

Tu tipo específico de cáncer y etapa determinan todo lo que te importa: tu probabilidad de cura, tratamientos potenciales (y, por lo tanto, riesgos asociados y efectos secundarios), y tu probabilidad de tratamiento recurrente de cáncer.

Sí, el cáncer te tomó por sorpresa. Pero tienes el tiempo y la inteligencia para hacer los movimientos correctos. Aduéñate de tu cáncer.