Por Elizabeth Landau

(CNN) — Un océano por lo menos del tamaño del Lago Superior se extiende bajo una gruesa capa de hielo en una luna de Saturno, según lo sugiere nuevos datos de la nave espacial Cassini de la NASA.

Los resultados, publicados en la revista Science, apoyan recientes indicios de que esta pequeña luna tiene agua en estado líquido. Eso significa que la sexta luna más grande de Saturno pudo haber albergado vida, o podría hacerlo ahora.

Este descubrimiento coloca a Encélado en un club exclusivo de mundos extraterrestres en el sistema solar que parecen tener un océano subterráneo. Las otras son Titán, otra luna de Saturno, y Europa, una luna de Júpiter. Calisto y Ganímedes, lunas de Júpiter, también podrían tener océanos bajo hielo.

“En cuanto a si uno debería ir primero a Europa o Encélado, considero esto como una especie de cornucopia de ambientes habitables en el sistema solar exterior”, dijo el coautor del estudio Jonathan Lunine, de la Universidad Cornell, en una conferencia de prensa el miércoles”.

Lo que creemos se encuentra allí

El polo norte de Encélado tiene un grosor de hielo de aproximadamente 30 millas (48 kilómetros), con roca sólida por debajo. Pero en el polo sur, podrían haber solo de 18 a 24 millas (28 a 38 kilómetros) de hielo sobre un océano debajo de la superficie que ya tiene de 5 a 10 millas (8 a 16 kilómetros) de profundidad.

Este océano parece ser un “deposito en forma de lente”, el cual es más profundo en el polo sur y más delgado. El océano parece encontrarse sobre un núcleo rocoso y “puede extenderse hacia la mitad o más hacia el ecuador en todas las direcciones”, dijo el coautor del estudio David Stevenson, profesor de ciencia planetaria en el Instituto de Tecnología de California, en una conferencia de prensa.

Otro aspecto importante a señalar es que el polo norte tiene muchos cráteres, mientras el hielo en el polo sur es más suave, lo que significa que ha vuelto a salir a la superficie y se suavizó.

Medidas del nuevo estudio y datos anteriores del Cassini sugieren que el polo sur de la luna tiene una capa de hielo sobre agua y sobre roca de silicato. Si eso es cierto, el agua que circula a través de la roca tomaría elementos como fósforo, azufre, potasio y sodio y los agregaría al líquido. Estos elementos son esenciales para hacer las moléculas que la vida necesita, dijo Lunine.

Respecto al hecho de que el océano se encuentra sobre rocas, los datos de gravedad de Encélado “hacen la base del océano al igual que la base de nuestro propio océano en la Tierra”, dijo Lunine en la conferencia de prensa.

Encélado es una pequeña luna, con un diámetro de sólo alrededor de 310 millas (498 kilómetros). En 2005, Cassini descubrió esas fracturas llamadas “rayas de tigre” en la región del polo sur que emiten chorros de vapor de agua ricos en sal, dijo el autor principal Luciano less, de Sapienza Universitá di Roma en Roma, Italia, en una conferencia de prensa el miércoles.

Cassini también detectó moléculas orgánicas, las cuales surgen de fuentes biológicas y no biológicas, cerca de las rayas de tigre y en los granos de polvo en la región.

¿Cómo lo sabemos?

En realidad, nadie ha ido a Encélado y ha visto este océano debajo de la gruesa capa de hielo. Pero los científicos tienen una fuerte evidencia de que se encuentra ahí, con base en las medidas de gravedad realizadas con Cassini.

Cuando la nave espacial vuela cerca de Encélado, la gravedad de la luna cambia la velocidad de la sonda. Los científicos pueden medir esos cambios en la Tierra al detectar fluctuaciones en la frecuencia de la señal que Cassini envía de vuelta. Si la velocidad de la nave no cambia, la frecuencia permanecería igual.

Pero dependiendo de dónde vuela el Cassini, la frecuencia de la señal cambia de formas particulares. Esto le permite a los científicos conocer más acerca de las características de la luna debajo de la superficie.

Los científicos ya tenían conocimiento de una depresión o “agujero” en el polo sur de Encélado, “como si hubiera alguna cantidad de, efectivamente, material faltante”, dijo Lunine. Pero en este nuevo estudio, el cambio de gravedad asociado con la depresión no fue tan dramático como se esperaba.

“Debe haber una capa más alta de densidad que se encuentra debajo del hielo, y eso tiene que ser un océano de agua líquida, porque en realidad, no hay nada más convincente que pueda explicar esa compensación a lo que esperaríamos de la gravedad distintiva de esta depresión”, dijo.

Es posible que este océano haya estado enviando las columnas que el Cassini inicialmente observó en 2005, pero esto no ha sido verificado.

¿Cómo podemos buscar señales de vida allí?

Enviar una sonda a Encélado con un taladro, no sería del todo práctico debido a que el agua líquida está tan lejos bajo el hielo que sería difícil de tener acceso a ella, dijo Lunine.

En cambio, una nave espacial con instrumentos más sofisticados que el Cassini podrían volar a través de las columnas de material expulsadas de las fracturas en el hielo. Cassini ya ha detectado el vapor de agua y las moléculas orgánicas en estas columnas, utilizando un aparato llamado espectrómetro de masas.

Pero una versión más avanzada y sensible del mismo instrumento podría funcionar mejor para el “menú de moléculas” asociado con un sistema biológico avanzado, dijo Lunine.

Detectar estas moléculas podría ser “la evidencia definitiva respecto a si en realidad hay vida ahí o no”, dijo.