CNNEarrow-downclosecomment-02commentglobeplaylistsearchsocial-facebooksocial-googleplussocial-instagramsocial-linkedinsocial-mailsocial-moresocial-twittersocial-whatsapp-01social-whatsapptimestamptype-audiotype-gallery
Investigaciones

Así será la 'casa' bajo el mar de Cousteau

Por CNN en Español

Por Katie Linendoll

(CNN) — ¿Algún día podremos vivir bajo el agua? Pregúntale a Fabien Cousteau dentro de un mes.

Cousteau, nieto del explorador acuatico Jacques Yves Cousteau pasará el resto de junio en Aquarius, el único laboratorio marino sumergido a 19 metros bajo la superficie del océano, cerca de Key Largo, Florida.

El explorador y un equipo pequeño de investigadores, a quienes les gusta el término acuanautas, pasarán el mes viviendo juntos mientras estudian cómo el cambio climático y la contaminación afectan la vida marina. Las operaciones de todo el mes se llaman Mission 31, por el número de días que pasarán bajo el agua.

“Espero que eso ayude a generar un nuevo enfoque en la exploración del océano, si se trata de vivir en un hábitat o más allá”, dijo Costeau, quien estará apoyado por más de 30 personas incluidos cineastas e investigadores de la Universidad Internacional de Florida, que opera el laboratorio.

Hace unos 50 años, Jacques Cousteau y un equipo de investigadores vivieron durante 30 días en el laboratorio conocido como Conshelf II ubicado en las profundidades del Mar rojo. Con la Misión 31, Cousteau espera honrar el legado de su abuelo y romper su récord.

publicidad

El proyecto también será la primera oportunidad para que los fanáticos sigan la expedición submarina en tiempo real. Gracias a la conectividad de internet dentro de Aquarius, Costeau espera llegar a millones de personas a través de Skype, Instagram, chats de Twitter y a sesiones de clases a través de transmisión de video en mission-31.com

Tuvimos la oportunidad de visitar a Costeau mientras llevaba su misión y echarle un vistazo a Aquarius, un laboratorio que ha sido usado por astronautas de la NASA en misiones previas de entrenamiento.

El laboratorio de 81 toneladas se asemeja a una especie de maquinaria subacuática cubierta de algas y otros crecimientos. Se ven bancos de peces, rayas y un tiburón a medida que descendemos los 19 metros hacia el laboratorio.

El laboratorio tiene 37 metros cuadrados y es del tamaño de un departamento pequeño. El aire acondicionado no sirve y la humedad se siente.

“Puedes encontrar esto un poco extraño, pero en realidad me siento como en casa aquí abajo”, dijo Cousteau al recibirnos. “Es increíble, no podría imaginar una mejor casa que debajo del mar”.

Al mirar alrededor, vemos paquetes de comida deshidratada y papas con las que se alimentará la tripulación, quienes no pueden preparar nada. Calentar un sartén podría ocasionar una chispa, lo cual es muy arriesgado con todo el oxígeno que hay en el lugar.

Pero mientras que la comida es básica, la tecnología es avanzada. El laboratorio y la cabina de control están equipados con WiFi, que permite a Costeau usar Skype y mantenerse en contacto con el mundo. Hay cámaras en resolución 4K y docenas de GoPros, junto con numerosas computadoras.

Ya hay muchas cosas que los científicos saben sobre lo que sucede cuando los humanos pasan mucho tiempo bajo el agua. Cosas raras. Después de 10 días, por ejemplo, empiezas a perder el sentido del gusto. Tu cabello crece más rápido, tu voz suena más alto y por alguna razón no puedes silbar.

Después de hacer scuba diving durante seis a ocho horas al día, duermes como un bebé. Eso puede ser de ayuda considerando que el equipo realizará el estudio sobre sueño bajo el agua más largo en la historia. Sus ciclos de sueño están monitoreados constantemente por relojes inteligentes.

Mientras que toda esta investigación es importante, todavía hay una pregunta pendiente: ¿Cuál es el punto de una misión así?

Costeau dijo que se trata de algo más grande que romper récords.

“Espero iniciar un fuego, porque al final del día, ¿quién no querría ser un acuanauta? (…) Este es un lugar impresionante, esta es la última frontera. Hemos explorado menos del 5% de los océanos, así que aún hay mucho qué hacer aquí”.