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Estados Unidos

El dilema de Obama en Siria: dañar a ISIS sin beneficiar a al Asad

Por CNN en Español

Por Jethro Mullen

(CNN) — Estados Unidos ha causado daños a un enemigo en Siria con los ataques aéreos que emprendió contra ISIS. Sin embargo, podría estar ayudando a otro oponente: el régimen de Bachar al Asad.

Si retrocedemos en el tiempo un año, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama estaba estudiando emprender acciones militares contra las fuerzas de al Asad, no contra los militantes islámicos. Esos ataques nunca llegaron, debido en parte a la oportuna intervención diplomática de Rusia.

Ahora, los aviones de combate de Estados Unidos y los países árabes atacan sin cesar el bastión de ISIS, un grupo que se ha hecho famoso en todo el mundo por sus tácticas brutales y su trato cruel de la gente que no comulga con su versión radical del islam.

Sin embargo, ISIS controla grandes extensiones del norte de Siria e Iraq y también ha logrado victorias militares sobre las tropas de al Asad.

El régimen sirio podría terminar siendo "el verdadero ganador" de la expansión de la campaña contra ISIS, dijo el comentarista político de CNN, Peter Beinhart.

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Los beneficios potenciales que al Asad podría obtener con los ataques "tal vez sean la consecuencia más peligrosa y moralmente preocupante de que el presidente Obama haya decidido cruzar la frontera siria para combatir al Estado Islámico", señaló el diario estadounidense The New York Times en un editorial que se publicó el martes 23 de septiembre.

Para tratar de evitar eso, la administración de Obama tiene que andar con cuidado en este campo minado. Estos son los retos a los que se enfrenta:

1. Distanciarse de al Asad

La Casa Blanca no ha logrado dejar en claro que los ataques aéreos se llevaron a cabo sin la colaboración del gobierno de al Asad, que ha estado combatiendo a los grupos rebeldes desde hace más de tres años en un conflicto violento que ha cobrado la vida de unas 200,000 personas.

"Quiero ser muy claro… no coordinamos con ellos, no les dimos aviso anticipado del momento ni los objetivos que Estados Unidos atacaría. De hecho, les advertimos que no amenazaran a nuestras aeronaves", dijo Ben Rhodes, viceasesor de Obama sobre seguridad nacional y comunicaciones estratégicas.

2. Fortalecer rápidamente a los rebeldes moderados

La gran pregunta es si los ataques aéreos debilitan el dominio de ISIS en el norte de Siria, ¿quién tomará ese territorio?

En su discurso del martes, Obama enfatizó que la intensificación de esfuerzos estadounidenses para entrenar y equipar a los rebeldes sirios más moderados es "el mejor contrapeso" tanto ante ISIS como ante al Asad.

Sin embargo, muchos analistas no creen que los rebeldes estén en condiciones de hacer grandes avances en el futuro próximo. El Congreso estadounidense aprobó apenas la semana pasada la solicitud de Obama de armar y entrenar a los grupos rebeldes "adecuadamente aprobados".

El hacer que esos grupos se transformen en una fuerza que pueda enfrentar a los temidos combatientes de ISIS y a las fuerzas armadas de al Asad tomará tiempo, pero los ataques contra ISIS están ocurriendo ahora.

3. Manejar a una oposición fragmentada

Los expertos dicen que los rebeldes que combaten con el Ejército Libre de Siria (ELS, grupo que cuenta con el respaldo de Occidente) carecen de una dirigencia unida.

"Siria es un país fragmentado, la mayoría de estas milicias están muy concentradas en sus ciudades. Se basan en estructuras de clan y regionales", explicó Joshua Landis, director del Centro de Estudios sobre Medio Oriente de la Universidad de Oklahoma, a principios de septiembre en entrevista con la cadena estadounidense WBEZ.

"Ninguna tiene alcance nacional en realidad, excepto por los islamistas como al Qaeda e ISIS", dijo.

La sola cantidad de milicias distintas en todo Siria (se calcula que son cientos) presenta el riesgo de transformar a Siria en un abanico de territorios de caudillos.

"Si solo les das el dinero sin unificarlos, va a ocurrir lo mismo que en Somalia", dijo Landis.

4. Equilibrar objetivos discordantes

El lograr que los rebeldes estén de acuerdo con los objetivos militares estadounidenses también está plagado de dificultades.

La reacción inicial de los activistas sirios a los ataques aéreos del martes fue de alivio porque Estados Unidos había emprendido acciones contra ISIS, reportó Arwa Damon, de CNN. Pero eso fue antes de que se diera a conocer que los ataques también tenían como objetivo al Frente al Nusra, una organización terrorista que se encontraba entre los grupos rebeldes que se resisten a ISIS.

Esa noticia, aunada a los reportes de muertes de civiles, amargó la alegría de los activistas, reportó Damon; en el terreno crece el temor por las intenciones de Estados Unidos y sus aliados respecto a Siria.

La idea de derrotar a ISIS también podría ser difícil de aceptar para muchos rebeldes.

"Tenemos que recordar que el ELS quiere destruir a al Asad, no a ISIS", dijo Landis. "Destruirán a ISIS si Estados Unidos lo propicia… no les agrada ISIS. Pero su objetivo, desde un principio, ha sido culminar esta revolución. Si su único objetivo fuera eliminar a ISIS, muchos de ellos sentirían que la revolución está muerta".

5. Sortear las guerras provocadas

La situación es aún más complicada porque hay toda una red de intereses en conflicto en Siria.

"La de Siria es la guerra provocada más grande y complicada de la historia moderna", dijo Rami Khouri, director del Instituto Issam Fares para las Políticas Públicas y los Asuntos Internacionales de la Universidad Americana en Beirut.

El régimen de al Asad tiene profundos lazos con Irán, Rusia y Hezbollah. Varios grupos rebeldes (algunos moderados, otros más radicales) han recibido apoyo de Estados Unidos, Turquía, Arabia Saudita, países europeos y otros actores.

En un conflicto en el que tantas potencias internacionales compiten por influir, es difícil evitar caer en contradicciones como los ataques aéreos estadounidenses y su beneficio potencial para al Asad.

"Simplemente no hay una respuesta definitiva, lineal", dijo Khouri a CNN.

6. Evitar que el caos se esparza

Algunos analistas cuestionaron si Occidente quiere que los rebeldes derroten totalmente a las fuerzas de al Asad.

"Estados Unidos está tratando de contener este problema, no está tratando de hacer estallar al resto de Siria", dijo Landis.

Señaló que muchas de las grandes ciudades de Siria que están bajo el control de al Asad (como Damasco y Hama) se han visto a salvo de la peor parte de la violencia y sus habitantes han vivido relativamente sin molestias.

"Si hubiera combates callejeros en el resto de Siria, habrá cientos de miles de refugiados más huyendo a Líbano, Jordania, Turquía", explicó Landis. "Eso creará una presión aún mayor en la región, lo que podría ocasionar su colapso".

La guerra civil de Siria ya ha obligado a más de tres millones de refugiados a cruzar la frontera hacia los países vecinos.

7. Terminar lo iniciado

La Casa Blanca señaló que quitar del poder a al Asad sigue siendo un objetivo.

"Seguimos creyendo que la estabilidad duradera en Siria tiene que ser resultado de una transición política en la que Bachar al Asad deje el poder y se forme una autoridad gobernante incluyente en ese país", dijo un alto funcionario estadounidense durante una reunión informativa el martes.

"Mientras haya un dictador torturando a su pueblo, habrá dificultades para llegar a un acomodo político necesario para la estabilidad del país", dijo el funcionario.

Sin embargo, al Asad no ha dado muestras de querer renunciar al poder.

Su gobierno ha manifestado su descontento porque los ataques aéreos contra ISIS se llevaron a cabo sin su permiso. Sin embargo, las autoridades del régimen han insinuado que los intereses de los gobiernos estadounidense y sirio están convergiendo.

Obama "se beneficiaría mucho si cooperara con el gobierno sirio en el combate al terrorismo porque verdaderamente hemos estado combatiendo al terrorismo durante los pasados cuatro años", dijo Bouthaina Shabaan, asesora política y de medios de al Asad, en entrevista con CNN a principios de septiembre.

Como se espera que la campaña de ataques aéreos contra ISIS continúe, las autoridades estadounidenses seguirán enfrentándose esas afirmaciones extrañas.