El rey Abdullah (izq.) con el presidente Barack Obama en la Casa Blanca el 29 de junio de 2010.

Por Tim Hume, CNN

(CNN) – El difunto rey saudí Abdullah bin Abdulaziz al Saud asumió el trono en 2005, pero ocupaba el trono de facto desde el accidente cerebrovascular de su hermanastro, el rey Fahd, una década antes.

Sus dos décadas al frente de uno de los aliados estratégicos de Occidente en el mundo musulmán ha dejado un legado indeleble, aunque ambiguo.

Estas son las cinco características más notables de su reinado.

1. Reformas para las mujeres

Había muchas esperanzas de que la reputación de Abdullah como reformador modernizador se tradujera en beneficios para las mujeres en el reino ultraconservador.

Pero frente a la profunda oposición cultural al cambio, el progreso fue menor de lo esperado, según el corresponsal internacional de CNN Nic Robertson.

“Él prometió muchas reformas pero… estaba limitado por la naturaleza conservadora de la sociedad saudí.”

Abdullah fue el primer monarca en nombrar a mujeres para cargos de gobierno. En 2013, designó a 30 mujeres para el Consejo de la Shura, integrado por 150 miembros, el órgano consultivo superior que asesora a la monarquía absoluta de Arabia Saudita.

Este año, las mujeres podrán votar y presentarse como candidatas en las elecciones municipales por primera vez, y se han elegido mujeres para los consejos de las cámaras de comercio.

Pero muchas otras restricciones siguen en pie: las mujeres no pueden casarse, salir del país, ir a la escuela o abrir cuentas bancarias sin permiso de un tutor masculino, generalmente su padre o marido.

Arabia Saudita es el único país donde a las mujeres no se les permite conducir, a pesar de las peticiones y campañas de desobediencia civil por parte de activistas en los últimos años.

En noviembre, el Consejo de la Shura recomendó que se levante la prohibición, con restricciones, pero la recomendación no se ha puesto en marcha, y aquellas que desafían la prohibición son procesadas.

Robert W. Jordan, quien fue embajador de Estados Unidos en Arabia Saudita de 2001 a 2003, dijo que tenía frecuentes conversaciones con Abdullah sobre los derechos humanos, incluidos los derechos de las mujeres en el reino.

“Me dijo: ‘no nos empujen a un punto de ruptura’”, explicó Jordan a CNN. “Es una especie de pausa en el proceso de reforma, que requiere este tipo de malabares”.

Ali al Ahmed, un ex-preso político de Arabia Saudita y director del Instituto de Asuntos del Golfo, dijo que la reputación de Abdullah como reformador en algunos sectores era injustificada.

El reino ha estado bajo el escrutinio internacional en las últimas semanas por sus castigos severos, como ejecuciones y flagelaciones. “No existen reformas en Arabia Saudita. Se trata de una monarquía absoluta, seamos honestos”, dijo.

2. Medidas contra al Qaeda

Los ataques del 11 de septiembre de 2001 contra Estados Unidos —aliado clave de Arabia Saudita y de donde procedían 15 de los 19 atacantes— fueron un punto de inflexión para el reino.

Abdullah cabildeó para la retirada de las tropas estadounidenses estacionadas en el país desde 1990, un reclamo de los atacantes del 11 de septiembre, y luego se dedicó a reforzar sus fuerzas armadas con un gasto de 150.000 millones de dólares.

Los ataques a complejos residenciales que albergan a muchos occidentales —en los que murieron decenas de personas—llevaron a una dura represión contra los elementos terroristas dentro del reino que buscan derrocar la Casa de Saud.

Los líderes fueron capturados, los seguidores se fueron a la clandestinidad y los predicadores radicales quedaron marginados, dijo Robertson.

Arabia Saudita ha asumido un papel de liderazgo en la coalición internacional liderada por Estados Unidos en la lucha contra el grupo terrorista sunita radical ISIS, el cual ahora rivaliza con al Qaeda como el grupo yihadista más prolífico del mundo en Siria e Iraq.

Pero sigue habiendo dudas sobre los vínculos entre Arabia Saudita y el terror islamista.

En una entrevista con CNN en octubre, el multimillonario empresario saudí y príncipe Alwaleed Bin Talal reconoció que “desafortunadamente algunos extremistas en Arabia Saudita… financiaron a ciertos elementos extremistas en Siria”, pero insistió en que el apoyo se ha tenido.

Otros argumentan que el wahabismo, forma puritana del islam sunita que es la religión oficial del reino, promovido en todo el mundo musulmán, proporciona el caldo de cultivo ideológico de tales grupos.

Arabia Saudita se enfrenta ahora a la amenaza de ISIS en su frontera. A principios de este mes, ISIS supuestamente atacó a una patrulla de la frontera con Arabia Saudita, cerca de Arar.

El reino construye una gigantesca valla a lo largo de su frontera con Iraq con el fin de contener a los militantes, dijo Robertson.

3. Educar a los jóvenes

Uno de los grandes legados de Abdullah ha sido su enfoque en la modernización del sistema educativo saudí, dijo Mark Weston, autor de Profetas y Príncipes: Arabia Saudita de Mahoma al presente.

Después de un intento fallido en 1979 de insurgentes extremistas de capturar la Gran Mezquita de La Meca y derrocar al liderazgo saudí, el reino se hizo aún más conservador, de acuerdo a Robertson.

Este puritanismo renovado se reflejó en el sistema educativo que había hasta hace dos décadas, hasta que Abdullah inició un ambicioso programa de modernización, a pesar de la oposición de los conservadores religiosos.

El pilar central es el Programa de Becas Rey Abdullah, que ha enviado a cientos de miles de jóvenes sauditas al extranjero para estudiar pagados por el gobierno.

El objetivo no solo es desarrollar una fuerza laboral de saudíes capaces de reemplazar a los trabajadores expatriados en puestos de alto perfil en el reino, sino también traer una perspectiva más moderna e internacional para el reino.

“Dar estas becas reconoce que el camino de la modernización de Arabia Saudita proviene de la educación”, según Robertson.

En casa, el primer campus mixto del país, la Universidad Rey Abdullah de Ciencia y Tecnología, se fundó en medio de algunas objeciones en 2009.

Al expresar sus condolencias, el presidente estadounidense Barack Obama resaltó el compromiso de Abdullah con la educación de su país.

4. La reforma de la economía

Mientras que el legado de Abdullah como reformador social es tema de debate, sus logros en la reforma económica son más claros, dicen los analistas.

Además de su reforma educativa, otro logro duradero del difunto rey fue su incorporación a la Organización Mundial del Comercio en 2005, la integración de su país en la economía mundial, explicó Weston.

Abdullah abrió su país a la inversión extranjera directa y comprometió enormes sumas de la riqueza petrolera del país a megaproyectos de infraestructura, como la Ciudad Económica Rey Abdullah, de 86.000 millones dólares, anunciada en 2005.

Las reformas reflejan el reconocimiento de Abdullah de la necesidad de diversificar la economía del país ante el inevitable día en que el dinero del petróleo se termine, dijo Robertson.

5. Más talla mundial

Arabia Saudita también alzó su perfil internacional bajo el mandato de Abdullah, pues el difunto rey desempeñaba un papel importante en los asuntos regionales y mundiales.

Obama, al dar su pésame, elogió al monarca por sus “medidas audaces” en el avance de las iniciativas de paz en Medio Oriente, y por su mayor alcance en la comunidad internacional.

Durante su reinado, Arabia Saudita se convirtió en la única nación árabe con asiento en el G-20, y el primer Custodio de las Dos Mezquitas Sagradas, como se conoce a las monarquías saudíes, en reunirse con el Papa.

Abdullah también abrazó un mensaje de tolerancia religiosa a pesar de las restricciones del wahabismo saudí, dijo Robertson.

(Nic Robertson, Becky Anderson y Christiane Amanpour contribuyeron con este reporte)