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Noticias de salud

Polémica por suicidio asistido resurge en California

Por Karina Dalmás

(CNN Español) -- Un proyecto de ley permitiría a las personas de California que sufran de enfermedades terminales solicitar a su médico que le prescriba un medicamento para terminar con su vida.

Para ello, deberán demostrar que estén capacitadas mentalmente y que un doctor les haya pronosticado no más de seis meses de vida.

El Proyecto de ley presentado por los senadores estatales Lois Wolk y Bill Monning diferencia esta acción del suicidio, el homicidio o la eutanasia, algo que ha generado controversia ya que algunos consideran que tomar un medicamento para dejar de vivir implica suicidio y piensan que proporcionarle a otro los medios para hacerlo con el fin de acabar  con su sufrimiento  seria eutanasia.

Pero para organizaciones como Compassion and Choices no se trata  de querer morir  sino de decidir cómo llegar a lo ineludible.

“Ya no hay nada que hacer por ellos entonces quieren un fin pasivo, sin tanto dolor y quieren básicamente poner fin a ese sufrimiento ya no hay nada, ellos quieren vivir y es una diferencia muy importante, estas personas están mentalmente competentes tienen menos de 6 meses de vida, tienen dos diagnósticos médicos, o sea no hay nada que se pueda hacer por ellos”, dijo Patricia González-Portillo, vocera de la organización.

Actualmente esta opción  para termina la vida es legal en los estados de Oregon, Washington y Vermont. Mientras en Montana  y Nuevo México fallos judiciales  han permitido que pacientes hagan uso de la misma.

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Uno de los casos más sonados recientemente es el de la joven Brittany Maynard quien a los 29 años, tras sufrir de cáncer cerebral, decidió mudarse de California a Oregon para poder hacer uso de dicho derecho.

Maynard afirmo en un video que difundió en la internet que se reusaba someterse a sí misma y a su familia a un prolongado dolor y sufrimiento causado por un enfermedad incurable.

La decisión de Brittany Maynard abrió nuevamente la polémica en California donde tiene a muchos discutiendo sobre si es digno o no vivir hasta los últimos momentos de una enfermedad  terminal o cómo se puede saber hasta cuando vale la pena vivir o no.

Según el centro  de investigaciones Pew, la mayoría de las 16 religiones que se practican en Estados Unidos rechazan este tipo de opción.

Más allá del debate filosófico, ético o religioso, algunas organizaciones que velan por los derechos de personas con enfermedades terminales temen que la ley facilite el fraude.

“No estamos diciendo que solamente a alguien sin escrúpulos puede venir a tomar provecho de estas leyes sino que también básicamente se le haría mas económico a familias” deshacerse de personas que creen que son una carta, asegura Luis Alvarado, de la organización No a la ley SB128.

De acuerdo al Departamento de Salud del Estado  de Oregón, desde que se aprobó esta opción para terminar la vida en 1997, 1.173 personas han solicitado el medicamento letal y sólo 752 decidieron usarlo.

Los activistas a favor de la misma dicen  que es una herramienta que le permite a los pacientes terminales  sentir que tienen control sobre la enfermedad que les afecta.

Entre tanto, el poder legislativo de California realizó recientemente varias modificaciones al texto original de la ley con la intención de limitar a las compañías  de seguros médicos, doctores o persona alguna influenciar a los enfermos para que tomen la decisión de acabar con su vida.

La normativa fue aprobada en los comités de salud, legislación y adquisiciones del senado estatal, actualmente se analiza el posible costo de su implementación y seria puesta a votación  en la primera semana de junio cuando se cree  que podría ser aprobada.

Al mismo tiempo, el pasado viernes tres enfermos terminales presentaron una demanda contra el estado de California aduciendo que tienen derecho a solicitar el letal medicamento amparándose en el derecho a la privacidad y libre expresión.