Investigación + desarrollo: fórmula de la innovación en el siglo XXI

Nota del editor: Carlos Osorio es profesor asociado de la Escuela de Negocios de la Universidad Adolfo Ibáñez de Chile, donde dirige su unidad de Innovación y Emprendimiento y es director fundador de la maestría en Innovación.

(CNN Español) – Existen muchas actividades necesarias para innovar y quizás una de las más relevantes y menos valoradas en Latinoamérica sea la de investigación y desarrollo (I+D). En promedio, los países de la OCDE invierten un 2,4% de su producto interno bruto (PIB) en investigación y desarrollo, en comparación con un 0,84% en nuestra región.

De todos los países, de acuerdo a datos del Banco Mundial, Brasil es responsable de más de la mitad de las actividades de I+D e invierte más que nadie en la región: 1,2%. Le siguen Argentina (0,65%), Costa Rica (0,48%), México y Uruguay (0,43%), Chile y Cuba (0,42%), y luego el resto con menos del 0,26%.¿Por qué esto es un problema? Salvo excepciones, nuestra región se ha caracterizado por empresas que se focalizan en venta de exportación de naturales, mejora continua de procesos de producción e introducción de productos y servicios ya probados con éxito en el extranjero. Datos para varios países muestran que la mayoría de los productos nuevos lanzados por empresas latinoamericanas no lo son para el mercado (es decir, son copia), lo mismo que la mayoría de los nuevos procesos.

¿Qué marca la diferencia entre “la mayoría” y los pocos que son capaces de generar disrupciones mundiales desde LATAM?

Tres cosas. Primero, entender innovación como la función empresarial que está encargada de generar los ingresos futuros de la empresa mediante nuevas ofertas de valor únicas que generen ventajas temporales sostenibles. Segundo, entender que -para lograrlo- no solo se debe invertir en I+D, sino que hacerlo colaborativamente porque la mayoría del capital humano calificado en la región aún es escaso y está disperso. Tercero, orquestar redes para apalancar el I+D con modelos de negocios que ayuden a la empresa a focalizarse en lo que son expertas, dejando que expertos en otras dimensiones completen la oferta de valor. Esto requiere que sea necesario abrir las actividades de I+D hacia fuera de la empresa.

Muchas veces se genera anticuerpos hacia el I+D porque se lo asocia a trabajo de laboratorio y desarrollo de productos físicos, aunque esto está lejos de la realidad. Bancolombia, por ejemplo, lleva a cabo actividades de I+D para la innovación en servicios financieros en la región. O PrimiAnni en Chile, que trabaja en el desarrollo de material didáctico para estimular el desarrollo saludable en la primera infancia.  Así, desde los servicios financieros hasta la educación, todos los países tienen empresas que han conquistado posición mundial debido a innovaciones, o que se encuentran en vías de lograrlo: Globant en Argentina, Corona del Grupo Modelo que se ha transformado en un fenómeno mundial en México, Embraer y Tecsis de Brasil, Drillco, Crystial Lagoons, Innovaxxión, ActivaQ y Prodalysa en Chile.

La investigación y desarrollo no solamente involucra el diseño e ingeniería de soluciones, prueba de hipótesis y actividades de ciencia básica o aplicada, sino que también debe responder qué es humanamente deseable mediante la investigación de los llamados “factores humanos” y el descubrimiento de necesidades latentes y revelaciones de oportunidad que se esconden en los “porqué” de cada número y cifra levantada.

No te pierdas el especial de I+D el próximo 16 de junio a las 8:30pm ET por CNN en Español