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Asia

Norcoreanos rechazan acusaciones de abusos a los derechos humanos

Por Paul Armstrong, Tim Schwarz

(CNN) — Unas semanas después de haber conseguido un acceso inusual al que podría ser el Estado más hermético del mundo, un equipo de CNN encabezado por Will Ripley regresó a Pyongyang, en donde se reunieron con varios norcoreanos decididos a defender la manchada reputación de su país en cuestión de derechos humanos.

Como suele ocurrir, antes de llegar a la capital el equipo no recibió aviso sobre qué o a quién podrían filmar. La primera mañana, los llevaron a la misma sala de juntas del Hotel Koryo (en donde se hospeda la mayoría de los extranjeros) a la que entraron en mayo, cuando los recibió un grupo de hombres y mujeres jóvenes y solemnes.

En esa ocasión se trataba del mismo grupo de jóvenes a los que habían atrapado en la frontera entre Laos y China en 2013 mientras trataban de dirigirse a Corea del Sur. Cuando los regresaron a Corea del Norte, el mundo temió por su seguridad en manos de un Estado que usualmente es despiadado cuando se trata de los desertores, a quienes considera traidores.

Pero contaron a CNN que en vez de que los castigaran, recibieron trato especial, clases adicionales para compensar los tres años de escuela que perdieron por estar huyendo y un lugar en los mejores centros educativos de Pyongyang. Fueron ejemplo de la "benevolencia y el perdón" del Estado.

'Ataques injustos'

Apenas dos meses después y en el mismo escenario, otro grupo de norcoreanos "comunes" esperaron pacientemente para contar su historia. Los chaperones del gobierno que acompañaban al equipo dijeron que todos habían pedido estar allí para defender a su país de lo que consideraban "ataques injustos" a la reputación del régimen en cuanto a los derechos humanos.

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Aunque no hubo forma de confirmar que eran voluntarios o cómo los habían elegido, el reservado Estado parece estar dispuesto a dar a conocer su punto de vista cuando se trata de su conducta en cuestión de derechos humanos: rechazó vehementemente las acusaciones de un informe de Naciones Unidas que indica que "aterroriza" a sus propios ciudadanos.

La Comisión de Investigación de la ONU publicó sus conclusiones luego de escuchar los testimonios de más de 100 víctimas, testigos y expertos en Corea del Norte. También se examinaron imágenes satelitales y se hizo un impactante catálogo de torturas y abusos generalizados "que no tienen paralelo en el mundo contemporáneo".

El gobierno norcoreano se negó a participar en la investigación y publicó su propio informe de 53,000 palabras en el que se concluye que Corea del Norte tiene "el sistema de derechos humanos más ventajoso del mundo". En el informe se agregó que los derechos humanos son una treta que Estados Unidos usa para interferir en sus asuntos.

Mientras tanto, en una reunión que duró más de cinco horas y en la que aparentemente no hubo interferencia de los chaperones ni de otros funcionarios, los miembros del grupo contaron sus historias, algunas relacionadas con los reportajes de alto perfil que CNN ha publicado.

'Esclavitud sancionada por el Estado'

Uno de los ejemplos es la historia de Rim Il, un carpintero que desertó luego de trabajar en una construcción en Kuwait en 1990. Corea del Norte ha animado a muchos de sus ciudadanos a trabajar en el extranjero para explotar las valiosas divisas extranjeras que ganan.

Sin embargo, Rim contó que la experiencia había sido un caso de "esclavitud sancionada por el Estado"; las condiciones, los horarios de trabajo y las restricciones al movimiento eran pésimas en el complejo cerrado en el que vivía junto con otros trabajadores norcoreanos.

Sin embargo, tres hombres (a los que se describió como compañeros de trabajo de Rim durante su estancia en Medio Oriente) estaban presentes en la sala de juntas del Hotel Koryo y denunciaron a su antiguo compatriota.

"No sabe nada de la realidad en el terreno, se quedó en Kuwait apenas unos meses", dijo Cho Myong Il, mientras que su colega, Ham Song Yong, cuestionó la ética laboral de Rim y negó que los obligaran a trabajar día y noche. "Era un mal trabajador por naturaleza… era perezoso".

Pero CNN contactó a Rim, quien sostiene su versión.

Otros de los presentes en la sala de juntas afirmaron que eran los familiares de una joven que dijo que la habían secuestrado mientras trabajaba en un restaurante norcoreano en Phnom Penh, la capital de Camboya. Visiblemente perturbados, los padres de Mun Su Gyong dijeron que una noche, unos clientes frecuentes que habían hecho amistad con ella durante los dos años que había pasado allí la convencieron de salir. Ellos creen que los secuestradores eran agentes del Servicio de Inteligencia Nacional de Corea del Sur (SIN), quienes la llevaron a Tailandia y luego desaparecieron.

Otra de las mujeres que estaban presentes, Kim Myong Ok, también dijo que la habían secuestrado de un restaurante norcoreano en la ciudad de Shenzhen, en el sur de China. Dijo que "unos coreanos" que trabajaban para los servicios de inteligencia surcoreanos la tuvieron prisionera en una casa de esa ciudad durante dos meses.

CNN no pudo verificar las afirmaciones, mientras que el SIN señaló que las acusaciones eran "infundadas".

Corea del Norte cree que las autoridades surcoreanas secuestran o "engañan" a mayoría de los desertores para que huyan del país porque quieren que más y más norcoreanos denuncien a su país.

Así avanzó la sesión; cada "voluntario" hablaba y respondía preguntas sin que las autoridades que estaban presentes intervinieran, aparentemente. Sin embargo, no hay forma de saber qué tanto los habían aleccionado antes de la reunión.

Con información de Will Ripley.