(CNN)– Al menos 30 de los fallecidos en el ataque terrorista en Sousse, Túnez, son británicos, según el Ministerio de Relaciones Exteriores tunecino. Muchos de ellos eran pensionistas, que estaban disfrutando de lo que se supone que es la época dorada de su jubilación.
A Bruce Wilkinson, de 72 años, le había gustado tanto Túnez que regresó de nuevo para otras vacaciones de playa en Sousse. En un comunicado, su familia dijo que era un “hombre bondadoso y compasivo con sentido del humor… un devoto esposo, padre y abuelo.”
Lisa Burbidge, de los 60, dejó atrás cuatro nietos. Uno de ellos publicó este homenaje en Facebook: “Mi ángel, mi mejor amiga. Te amaré siempre abuela, descansa en paz”.
También había parejas casadas y compañeros de toda la vida. Jim y Ann McQuire estaban retirados y simplemente se tomaban un descanso de servir en su iglesia en Escocia. Murieron a tiros en la playa.
Stephen y Cheryl Mellor hacían un crucigrama juntos en sus tumbonas cuando el atacante comenzó a disparar. Se refugiaron juntos y se dijeron “te amo” antes de que el pistolero se volviera contra ellos. Cheryl sobrevivió tras recibir disparos en el brazo y la pierna. Stephen, que intentó bloquear las balas, no lo hizo.
Otros estaban con amigos, disfrutando del descanso ganado. Trudy Jones, de 51 años, era una trabajador social de vacaciones. Sus hijos dijeron en un comunicado: “ella era la roca de nuestra familia”.
Algunos eran jóvenes. Carly Lovett tenía tan solo 24 años. Una blogger sobre belleza que tuiteó acerca de su manicura y sus vacaciones en Túnez, que se separó de su novio Liam Moore en el ataque. Él sobrevivió, pero ella fue asesinada.
El ataque le quitó la vida a tres generaciones de una familia. Adrian Evans, de 44 años, estaba allí con su padre, Patrick, de 78 años, y su sobrino, Joel Richards, de 19. Los tres eran seguidores del Football Club Walsall. Algunos de sus compañeros pusieron sus bufandas fuera del estadio, de luto.
Otras familias vivieron la agonía de la espera de noticias. Cuatro días después del ataque, la familia Stocker trató desesperadamente de llegar a John y Janet Stocker, quienes estaban de vacaciones. El personal del hotel dijo que la ropa de la pareja todavía colgaba en sus habitaciones, pero el martes, las autoridades tunecinas confirmaron que ambos habían muerto.
La repatriación de los cuerpos inició el miércoles. Los primeros llegaron a la base aérea de Brize Norton el miércoles por la tarde y fueron recibidos por sus familias.
Todavía hay varias víctimas que no han sido identificadas. Las autoridades tunecinas dijeron que están trabajando lo más rápido posible para identificar a todos los que perdieron la vida.