(CNN Money) - ¡Felicidades, ciudadanos de Beijing! Acaban de ganar la sede de los Juegos Olímpicos de Invierno 2022. Ahora, prepárense para la decepción: los costos serán mayores y los beneficios serán menores de lo que ustedes creen.
La idea de ser la sede de los Juegos Olímpicos —ya sea de verano o de invierno— ha perdido su atractivo durante los últimos años debido a que los presupuestos se incrementaron y las ganancias económicas no se han materializado.
Dos eventos en particular han asustado a las sedes potenciales. Según se cree, Rusia ha gastado una increíble suma de 50.000 millones de dólares en las Olimpiadas de Sochi, la más costosa de la historia. China gastó por lo menos 40.000 millones de dólares en los Juegos Olímpicos de Beijing, en el 2008.
Las preocupaciones sobre los gastos exorbitantes causaron estragos a la hora de escoger la sede para el 2022, forzando al Comité Olímpico Internacional (COI) a hacer cambios en el proceso. Según dicen los analistas, el comité no quiere volver a enfrentar una situación en la que tenga que escoger solo entre dos sedes, ambas con grandes inconvenientes.
Beijing sufre de una escasez de nieve y la contaminación del aire podría representar un problema. China también será el anfitrión de otros eventos en Zhangjiakou, a aproximadamente 200 kilómetros de la capital. Sin embargo, debería poder ahorrar un poco de dinero debido a que invirtió mucho en la infraestructura para las Olimpiadas del 2008.
Almaty ofreció un área de competencia más compacta y sus ciudadanos tienen una genuina afinidad con los deportes de invierno, pero la ciudad no es muy conocida. Ambos países son dirigidos por gobiernos autoritarios y con frecuencia son criticados por los grupos defensores de los derechos humanos.
Era un binomio final que el Comité Olímpico esperaba evitar. Además de Beijing y Almaty, las opciones iniciales en el campo incluían a Cracovia, Polonia; Estocolmo, Suecia; Leópolis, Ucrania; y, Oslo, Noruega.
Cracovia se retiró luego de que la mayoría de sus residentes votaran en contra de la propuesta. Estocolmo se retiró también luego que el partido gobernante de la ciudad dijera que los juegos no eran una inversión atractiva.
Noruega es un país acaudalado, pero los votantes no querían que se gastaran sus impuestos en el evento deportivo.
Otras ciudades se retiraron incluso antes. Los votantes en Suiza rechazaron la oportunidad para presentar la propuesta debido a preocupaciones de carácter financiero. Lo mismo ocurrió en Múnich, Alemania.
Los votantes mencionaron preocupaciones sobre los proyectos masivos de infraestructura que deben ser planeados, financiados y construidos. Se necesitan miles de habitaciones de hotel para albergar a los atletas y turistas.
Mientras tanto, un creciente grupo de investigaciones demuestra que los grandes eventos deportivos no generan beneficios económicos significativos.
“Aunque los propagandistas deportivos normalmente afirman que se obtienen grandes beneficios de acoger grandes eventos, la abrumadora mayoría de los estudios académicos independientes de estos eventos ha demostrado que su impacto económico parece estar limitado”, según Victor Matheson, profesor de economía del College of the Holy Cross, escribió en un artículo relacionado.
El mensaje podría estarse dando. Beijing y Almaty prometieron mantener los costos bajo control durante el evento del 2022, con presupuestos de 3.100 millones de dólares y 3.500 millones de dólares, respectivamente.
“Beijing bajará el costo de la organización de los Juegos Olímpicos a través de un plan de mercadeo detallado, organización adecuada de los sitios y actividades con la condición de que los Juegos sean llevados a cabo con éxito”, dijo el alcalde de Beijing, Wang Anshun, a principios de este año.
Los investigadores de la Saïd Business School de Oxford tienen una perspectiva diferente.
“Los Juegos Olímpicos sobrepasan los costos con un 100% de consistencia. Ningún otro tipo de mega proyecto es así de consistente en cuanto a exceder los costos”, escribieron en un artículo reciente. “Otros tipos de proyectos se encuentran por lo general dentro del presupuesto de vez en cuando, pero no los Juegos Olímpicos”.
Japón es el ejemplo más reciente. Acaba de rechazar los planes controvertidos sobre construir un estadio para los juegos del 2020 en Tokio, luego de que las estimaciones de costos se elevaron a 2.000 millones de dólares.
Para ayudar a abordar el problema, el Comité Olímpico Internacional aprobó un plan de reforma en diciembre que está diseñado para hacer que el proceso de la oferta sea más barata y más flexible. El presidente del COI, Thomas Bach, dijo que tanto Beijing como Almaty pudieron aprovechar algunos de los cambios.
“No importa qué candidato prevalezca, los Juegos 2022 serán mucho más baratos que los Juegos Olímpicos en el pasado”, aseguró el dirigente olímpico.