HONG KONG (CNN) — Para la mayoría de la gente, una noche loca significa poco más que tomarse unos tragos a mitad de semana o si se sienten particularmente ‘salvajes’, pedir postre.
Para Daniel Lau, esto significa escalar rascacielos con sus manos o rooftopping.
Sus actividades recientemente alertaron a los medios chinos gracias a una foto tomada desde el cuarto edificio más alto de este país.
Él escaló la Zifeng Tower de 450 metros en Nanjing, junto con los famosos rooftoppers rusos Vladimir Sidorov e Ivan Kuznetsov.
Lau también era la persona sosteniendo el palo para tomar selfies en la cima de un rascacielos en Hong Kong con dos rooftoppers comiendo plátanos que pasmó al internet el año pasado.
La ciudad en cámara lenta
Así que, ¿qué motiva a alguien para perseguir un pasatiempo sorprendentemente peligroso y con frecuencia ilegal?
Aparentemente, dijo Lau a CNN, es porque la vida a nivel de piso es muy estresante.
“El rooftopping es como un escape de la vida de la ciudad para mí, Hong Kong es una ciudad tan acelerada, con tanta presión y ruido”, dijo.
“Cuando estoy en un techo, todo se desacelera, no escuchas nada más que el viento, toda la prisa de abajo se convierte como en cámara lenta”.
Sorprendentemente, Lau no está sólo en esta peligrosa pasión.
En el 2014, él cofundó Exthetics con Dex Ng y Lawrence Tsui, con el fin de documentar la exploración urbana de edificios abandonados y azoteas.
Las conquistas del equipo hasta ahora incluyen al Ping’an International Financial Center de 115 pisos.
El enorme rascacielos Shenzhen es el más alto de China y el segundo edificio más alto del mundo.
También han llegado a la cima de Sathorn Unique Tower de Bangkok, el edificio abandonado más alto del mundo.
“Explorar un edificio abandonado es algo distinto. La torre Sathron Unique Tower, siendo el abandonado más alto del mundo, lo hace aún más extraordinario”, dijo Lau.
Escuchar a Lau contar los detalles de su exploración urbana algunas veces induce vértigo pro sí misma, sin necesidad de ver las fotos.
Particularmente cuando cuenta cómo su equipo cruzó un puente para acceder a la torre Sathorn.
“El metal estaba tan oxidado, haciéndolo tan delgado, tuvimos que ser súper precavidos cuando caminábamos”, explicó.
“Estábamos caminando piso por piso”, dijo Lau. “Lo especial sobre la exploración urbana es que podría haber algo interesante en cualquier piso, en cualquier esquina. Después de escalar 49 pisos, llegamos a la cima y esperamos el amanecer”.
‘Conoce tus límites’
Es imposible respaldar esas actividades, particularmente cuando las artimañas ilegales y temerarias de rooftopping dejan a la vista las controversias.
Dos escaladores rusos, Vadim Makhorov y Vitaly Raskalov tuvieron que disculparse en el 2013 tras escalar la Gran Pirámide de Giza en Egipto.
También ha habido tragedias.
A principios del 2015, un turista francés de 21 años cayó y falleció durante lo que la policía cree era un intento de escalar que salió terriblemente mal.
Para Lau, se trata de empujar sus límites y no recomienda a otros que lo intenten.
“Pongámoslo así, personalmente me dan miedo los fantasmas, nunca podría entender por qué la gente explora lugares embrujados”.
“Conoce tus límites, nunca trates de usar esto para presumir”, dijo. “Nunca he tenido miedo a las alturas – no era un problema a superar. Ser un temerario no era un personaje que tratara de crear, tampoco”.
Él agrega que “Tengo una muy buena habilidad para el balance, nadie podría sentir como yo me siento estando exactamente en esa posición”.
“Todo implica riesgos, pero tú eres el que debe tomar responsabilidad de ti mismo”.