(CNNMoney) – Cuando el papa Francisco se dirija a su rebaño en Filadelfia más adelante este mes, no se sentará en un trono dorado. En cambio, se sentará en una silla de nogal fabricada por reclusos de uno de los complejos correccionales más grandes de la ciudad.
La silla está siendo construida y tapizada por reclusos del Complejo Correccional Curran-Fromhold en Filadelfia. Está previsto que el Papa visite la prisión el 27 de septiembre, donde se reunirá con más o menos 100 reclusos, según Shawn Hawes, director de relaciones con los medios para el sistema correccional de la ciudad.
Los carpinteros que están haciendo la silla del pontífice son parte de PhilaCor, un programa que les da a los reclusos experiencias laborales de la vida real, dijo Hawes. El programa los capacita en carpintería, cocina, trabajo ambiental y agrícola, entre otras habilidades.
Al igual que su tocayo, San Francisco de Asís, el papa Francisco es conocido por ser un defensor de los pobres y por vivir modestamente.
Él ha reemplazado el Trono Papal dorado en el Vaticano por una sencilla silla blanca. Él no viaja en vehículos de lujo, sino prefiere autos económicos. También rechazó el tradicional “Papamóvil” revestido de vidrio. A fin de estar más cerca de la multitud de seguidores que harán fila para verlo en Estados Unidos, el Vaticano dice que él viajará en un Jeep Wrangler modificado y descubierto.
La visita del Papa a la prisión fue un tanto inesperada, dijo Hawes.
Actualmente hay 8.152 reclusos que se encuentran en custodia en seis cárceles y prisiones en Filadelfia. Entre el 15% y el 20% de los reclusos han sido sentenciados, mientras que el resto está a la espera de su juicio, dijo Hewes. “Su culpabilidad o inocencia no ha sido determinada aún, pero ellos han perdido la conexión con casa. Así que nosotros tratamos de mantener estos vínculos”, dice Hewes.
Además, entre los reclusos que conocerán al Papa hay mujeres que se encuentran en el Centro Correccional Riverside Muchas de las reclusas ahí están a la espera de su juicio.
“La visita es parte de nuestra misión para recordarles a los reclusos que ellos no han sido olvidados y para recordarles que quienes fueron en sus peores días no necesariamente es quienes son en la vida”, dijo Hawes.