CNNE 269530 - 150224181514-airlander-concept-illustration-exlarge-169

(CNN) – Es difícil imaginar que se guarden secretos sobre una aeronave tan espectacularmente enorme que se cree que el Libro Guinness de los récords está a tan solo unos días de sellar su entrada en él.

Pero, hasta que el nuevo e inmenso dirigible Airlander 10 fue dado a conocer completamente montado en un hangar gigante al norte de Londres el 21 de marzo, aún tenía unas cuantas cosas por revelar.

CNNE 65ad4fc7 - 160321203851-airlander-getty-2-story-top

“La última vez que volé esto en 2012”, dice el piloto de pruebas David Burns, gesticulando hacia los mandos de la cabina de la aeronave que pronto llevará a los cielos en su última materialización, “nadie fue autorizado para tomarle fotos”.

Los controles no son totalmente diferentes de los de un avión ordinario, pero incluyen interruptores e indicadores adicionales que gobiernan los gigantescos globos llenos de helio.

CNNE f8c1e159 - 160321174153-cockpit-story-top

De vuelta en 2012, estos se mantuvieron en secreto gracias a la anterior vida de la aeronave como un proyecto militar estadounidense que fue enterrado debido a los recortes en el presupuesto de defensa.

Después de su posterior desarrollo, ahora literalmente vuelve a estar a flote.

Listo para la acción

Tanto es así que, en su gran aparición, el Airlander podría ser visto tirando de sus amarras y andando sin rumbo, incluso tan sutilmente, a unos cuantos metros del suelo, aparentemente listo para la acción.

Dentro de poco, después de extensas pruebas en tierra, dejará su hangar para comenzar las 200 horas de vuelos de prueba que necesita completar antes de ser ofrecido a los posibles clientes.

Este aún puede tener un papel militar –el gobierno del Reino Unido así lo piensa y ha soltado dinero en efectivo junto a los 3 millones de dólares que se han reunido mediante financiación colectiva– pero Hybrid Air Vehicles (HAV), el cual reavivó el proyecto, prevé muchos usos civiles para él.

Nick Allman, director del programa de HAV, dice que este tiene el potencial de cambiar la aviación para siempre.

“Lo vemos como el futuro”, le dijo a CNN. “Será más barato, será más ecológico y seremos capaces de ir a lugares hacia y desde donde ahora no podemos ir”.

“Será toda una revolución en la forma en que usamos el transporte aéreo”.

En parte dirigible, en parte helicóptero, en parte avión, los 92 metros de longitud del Airlander 10 le deben su flotabilidad a 38.000 metros cúbicos de helio.

La presión del gas más ligero que el aire ayuda a mantener la forma aerodinámica de un casco hecho de fibra de carbono, Kevlar y Mylar.

Forma desafortunada

El panel de control del Airlander 10 muestra interruptores añadidos para controlar el helio.

Esa forma –cruelmente descrita por algunos como un “trasero volador” porque se parece a una parte posterior un poco más grande– proporciona el 40% de la elevación del Airlander mientras vuela a través del aire.

También está equipado con cuatro motores diesel V8 de 325 caballos de potencia que pueden propulsarlo a una velocidad por encima de los 148 km/h (91 mph) y proporciona un empuje vertical durante los despegues horizontales.

Debajo de él hay espacio para una carga útil capaz de transportar hasta más de 10 toneladas y una serie de neumáticos retráctiles “deslizables” que pueden ser usados para el aterrizaje sobre la tierra, arena, agua o hielo.

Sus credenciales medioambientales vienen de su consumo y niveles de ruido de motor en gran medida reducidos en comparación a los aviones a reacción.

Puede alcanzar alturas superiores a los 6.100 metros (16.000 pies) y permanecer en alto durante cinco días, lo cual lo hace ideal, según sus creadores, para vigilancia, cargamentos o incluso para excursiones de placer.

El Airlander conserva su helio, el cual está dividido en varios compartimientos. Estos pueden ser manipulados para ayudar a controlar el aparato pero también proporcionan seguridad ante fallos en caso de que uno de ellos se quiebre.

La altitud es modificada al inflar o desinflar las bolsas de aire auxiliares conocidas como “ballonets” y al alterar su velocidad… si no se usa el impulso hacia adelante, este se desliza suavemente en el suelo.

‘Máquina especial’

Los creadores del Airlander dicen que este podría transportar personas para safaris en su salón con ventanas.

“Esta realmente es una máquina bastante especial para volar”, dice Burns, el piloto de pruebas. “La vista desde la cubierta de vuelo es excelente debido a las grandes ventanas y las características del dirigible, cuando vuela a una altitud bastante más baja”.

Él también hace hincapié en la seguridad del vehículo… un tema que la industria del dirigible está predestinada a tratar gracias a los persistentes recuerdos de los incidentes tales como el desastre de 1937 en el cual 36 personas murieron cuando el zepelín alemán Hindenburg explotó en Nueva Jersey.

Otro recordatorio es el actual hogar del Airlander, uno de los dos hangares parecidos a una catedral que sobrepasan el terreno llano alrededor de Cardington Airfield.

Las estructuras originalmente alojaban al R101, una aeronave construida por los británicos (más del doble del tamaño del Airlander) que se estrelló en octubre de 1930 y mató a 48 personas.

Con el gas helio inerte que reemplaza al hidrógeno inflamable que alguna vez se usó en los dirigibles, la explosión y el fuego no serán más un peligro.

Burns dice que el diseño también deja otros riesgos a un lado.

“El aparato es muy resistente a muchos fallos”, añade. “Tiene 4 motores, todos ellos completamente independientes, porque fue construido y diseñado originalmente como una aeronave militar”.

Una vez que el Airlander haya presentado sus credenciales de seguridad ante las autoridades de aviación relevantes, empezará sus vuelos con el objetivo de atraer a clientes comerciales.

Actualmente, la aeronave está equipada con una cubierta de visualización que sería usada para transportar a los clientes potenciales… y a los posibles inversionistas, entre ellos el cantante de Iron Maiden, Bruce Dickinson, quien, según consta, ha invertido 360.000 dólares en la empresa.

Si el Airlander 10 demuestra ser un éxito, ya se han planificado los planos para el Airlander 50, una versión aún más grande y mejor, capaz de elevar cinco veces el tamaño de su carga.

Eso realmente podría marcar el renacimiento de los dirigibles.