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Ataques en Bruselas

"Sean fuertes, no están solos": las víctimas de París le dan esperanza a Bruselas

Por Erin McLaughlin, Bryony Jones

(CNN) -- La vida de Emmanuel Domenach cambió para siempre el 13 de noviembre del año pasado. Él estaba en el Bataclan de París con amigos, disfrutando de una bebida y viendo la actuación de Eagles of Death Metal, cuando los disparos comenzaron a sonar a su alrededor.

Al principio pensó que era algún tipo de broma de mal gusto... entonces se oyeron los gritos. Y a medida que sus compañeros aficionados a la música caían al suelo, el instinto de supervivencia de Domenech entró en acción.

"Me agaché y me dije: 'de acuerdo, lo único que tienes que hacer es ocultar la cabeza, y si eres herido lo serás en los brazos o las piernas y estará bien, sobrevivirás... puse sangre en mi cabeza y en mis brazos... [para que pareciera como si] estaba muerto. Quizá funcionará".

Finalmente fue capaz de escapar cuando los hombres armados se alejaron hacia otra parte del lugar. Otros no fueron tan afortunados; cuando los terroristas acecharon las calles de París, 89 personas murieron en Bataclan y otras 41 murieron en lugares por toda la ciudad.

"Posteriormente, un miembro [del personal] de las fuerzas especiales se acercó y dijo: 'Fuiste muy valiente, lo que vi en el Bataclan fue lo más horrible de mi vida, por lo que me alegra ver que hay supervivientes. Por favor, ahora sigue adelante con tu vida"".

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Reviviendo el trauma

Cuatro meses después, Domenach estaba haciendo todo lo posible por seguir el consejo del oficial. Luego, hace una semana, mientras revisaba su cuenta de Twitter antes de ir a trabajar, la noticia de los ataques en Bruselas comenzó a filtrarse.

"[Las personas] decían que había ocurrido esta explosión en Bélgica e instantáneamente comprendí lo que había pasado, que era otro atentado. Lo supe inmediatamente", recuerda.

Llorando, le suplicó a su novia que no se fuera en metro al trabajo y luego pasó horas enganchado a las redes sociales y en la televisión, desesperado por averiguar lo que estaba pasando.

"Simplemente fue horrible. Sentí como si por segunda vez fuera el 13 de noviembre para mí", dice.

Samia Maktouf, abogada de muchas de las familias de los afectados por los ataques de noviembre, dice que la captura del sospechoso de París, Salah Abdeslam, y la carnicería que siguió en Bruselas, los ha dejado sufriendo una renovada ansiedad.

Todos ellos se han visto obligados a revivir el trauma, y ​​aunque algunos quieren aislarse por completo de lo que ha estado ocurriendo en Bélgica, a otros les resulta imposible desvincularse de las noticias.

"Les hace mucho daño", explica Maktouf. "Sienten como si estuvieran viviendo una y otra vez el atentado francés".

Heridas reabiertas

Guillaume Denoix de St. Marc, quien dirige la Asociación para las Víctimas del Terrorismo de Francia, dice que la demanda de los servicios del grupo se ha incrementado fuertemente en la última semana.

"Justo después de los ataques en Bruselas, tuvimos muchas llamadas telefónicas y contactos con las víctimas de noviembre en París, ya que estos volvieron a abrir todas sus heridas".

El grupo de Denoix de St. Marc está haciendo todo lo posible para apoyar a los supervivientes y a los familiares de los fallecidos en Bélgica, y tiene la esperanza de fomentar los vínculos entre París y Bruselas.

"Quizás en el futuro se reúnan", explica. "Eso es lo que estamos intentando hacer, porque es importante para todas las víctimas conocer a otras víctimas de una tragedia similar".

Él dice que ayuda "ver que 'los demás han seguido adelante, así que es posible para mí'. ...Tenemos que seguir adelante porque no tenemos elección".

Aline Le Bail-Kremer de la Asociación para las Víctimas del Terrorismo, perdió a su primo en el ataque del 13 de noviembre en el café Belle Equipe, en el que murieron 19 personas.

Ella ha estado ayudando a apoyar a un superviviente francés de los ataques de Bruselas. "El principal punto que tratamos es: '¿Puedo llegar a estar mejor algún día?' ¡Sí! Quizá tomará algún tiempo, pero será mejor.

"Será una vida muy distinta a la de antes, muchas cosas cambiarán, pero todo será mejor".

Le Bail-Kremer dice que lo más importante es que los supervivientes y los familiares de los fallecidos sepan que "no están solos".

Solidaridad y esperanza

Domenach, al igual que muchos otros supervivientes de París, siente una enorme solidaridad con el pueblo de Bruselas, y en particular con aquellos que han vivido los ataques o que han perdido seres queridos.

Ellos advierten que el camino por delante no será fácil, pero sí es posible. "Será muy duro", dice Domenach, admitiendo que: "Cada día es difícil".

"Su vida habrá cambiado para siempre, pero tienen que seguir viviendo, luchando a fin de demostrar que nos podemos recuperar. Podemos recuperarnos y ser más fuertes y demostrarle a los terroristas que no somos débiles".

"Incluso si no tenemos armas, incluso si no tenemos bombas, somos ciudadanos, somos demócratas y somos mejores que ellos".

Denoix de St Marc habla por experiencia: Perdió a su propio padre a manos del terrorismo, en el bombardeo del vuelo 772 de UTA sobre el Sahara en septiembre de 1989.

Él dice que con el tiempo y con ayuda es posible seguir adelante.

"Tú no crees que exista un futuro para ti, tu 'código de tiempo' se detuvo, todo se detuvo. Va a durar varias semanas, meses o años... Se necesita tiempo antes de que seas capaz de apreciar la vida de nuevo.

"Lo que nos ocurrió como víctimas nos hace más grandes y más fuertes –no inmediatamente, por supuesto– pero después de una buena curación, comprensión y apoyo, nos volvemos más fuertes y es una derrota para los terroristas".