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Europa

Hombre demanda a sus jefes porque su trabajo era demasiado aburrido

Por Ivana Kottasová

LONDRES (CNNMoney) -- ¿Aburrido en el trabajo? Intenta demandar a tu empleador.

Eso es lo que el parisino Frederic Desnard está haciendo. Él ha llevado a su exempleador Interparfums ante una corte porque su trabajo era muy aburrido.

Él está demandando 360.000 euros (415.000 dólares) en daños por la angustia.

Desnard, de 44 años, trabajó para la compañía entre 2010 y 2014. Él acusa que su trabajo inútil, del cual fue despedido hace 18 meses, le causó el sufrir de aburrimiento que llevó a serios problemas emocionales y de salud.

"Él sufrió de una depresión crítica y tuvo un accidente de tráfico que fue vinculado a un ataque epiléptico, el cayó en coma y estuvo con una licencia médica", dijo Montasser Charni, el abogado de Desnard.

Desnard recibía un salario de 3.500 euros por mes (4.000 dólares) por hacer, según él, nada.

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Su título oficial de trabajo era "director de servicio general", pero él dice que sus superiores lo llamaban "el muchacho" y le pedían realizar tareas personales, incluyendo el recoger a los niños para llevarlos a prácticas deportivas.

Él dijo que eventualmente había tan poco trabajo para él, que sus jefes le dijeron que se fuera a casa y que regresara cuando lo llamaran. La llamada nunca volvió, asegura.

El abogado de Desnard dice que el aburrimiento es una forma de acoso.

"Se puede definir como un agotamiento moral debido a la falta total de carga laboral y viene con un sentimiento de culpa debido a que se recibe un sueldo por no hacer nada", dijo Charni.

La compañía ha disputado las acusaciones de Desnard. "Refutamos todos los cargos", dijo Cyril Levy-Pey, director de comunicaciones de la compañía. Él dice que Desnard nunca era llamado "el muchacho" o mediante cualquier otro nombre humillante.

"Él no estuvo muy motivado y luego de varios años y a pesar de nuestros intentos por darle más misiones, él 'se perdió' por seis meses. Eso fue el motivo por el cual fue despedido en 2014", dijo.

El caso ahora está siendo analizado por un tribunal laboral en París, cuya decisión se espera para finales de julio.