(CNN) – Geraldine Largay sabía que estaba tan perdida que las posibilidades de que saliera de un espeso bosque en Maine se habían extinguido.
La mujer escribió en su diario todos los días y una de sus entradas finales mostró que estaba resignada a su destino.
“Cuando encuentren mi cuerpo por favor llamen a mi marido George y a mi hija Kerry. Será la mayor expresión de bondad que ellos sepan que estoy muerta y dónde me encontraron. No importa cuántos años pasan a partir de ahora. Por favor, tengan la amabilidad de enviar por correo los contenidos de esta bolsa a uno de ellos”.
Era el 6 de agosto de 2013, cerca de 15 días después de que ella se salió del Sendero de los Apalaches para ir al baño.
Su cuerpo fue encontrado más de dos años después, en una bolsa de dormir dentro de una tienda de campaña cerrada.
Los investigadores publicaron esta semana documentos y fotografías relacionados con el caso. Los textos y las entradas del diario revelan que Largay, de 66 años, estuvo viva durante casi un mes después de su desaparición.
Largay intentó el 22 de julio enviarle un mensaje de texto a su marido, quien se iba a encontrar con ella en ciertos puntos a lo largo de los casi 3.450 kilómetros del sendero, para obtener ayuda del Club de las Montañas Apalaches.
“En problemas. Salí del sendero para ir al baño. Ahora me he perdido. Puedes llamar a AMC para ver si un funcionario me puede ayudar. En algún lugar al norte de la vía del bosque. Xox”, escribió.
Pero el texto no se envió. Largay se dirigió al oeste y siguió tratando de enviar el mensaje. Diez intentos más, el último a las 12:25 p.m.
Intentó de enviar un mensaje en blanco dos horas más tarde. No se envió.
Trató otro mensaje al día siguiente: “Perdida desde ayer. Me salí del sendero unas 3 o 4 millas. Llama a la policía para saber qué hacer por favor. Xox.” También fracasó el envío y trató otra vez más en vano.
Por ese momento, Largay había puesto su tienda de campaña cerca de 2 millas alejada del sendero. Tenía un poco de comida, agua y suministros para acampar. Y un diario en que escribió cada día.
Uno de los guardias de Maine que compiló la evidencia escribió que los textos de Largay eran cartas personales a su familia.
Había entradas en el diario hasta el 10 de agosto, y luego nada hasta el 18. Fue la última entrada, 27 días después de que se perdió.
Un ingeniero forestal en contrato con la Marina de los EE.UU. encontró su campamento el 11 de octubre de 2015.
Un misterio de dos años
Largay, residente de Brentwood, Tennessee, y cuyo nombre de excursionista era “Oruga” debido a su lentitud, comenzó su viaje en abril de 2013 en Harpers Ferry, Virginia Occidental.
Fue vista por última vez el 22 de julio, cuando habló con dos mujeres en un punto de parada con cobertizo. Largay planeaba caminar 13 kilómetros al norte ese día y luego continuar al día siguiente a un punto donde el camino cruzaba una carretera. Su marido fue a su encuentro allí, pero ella nunca apareció.
Cientos de personas y varios perros la buscaron. Hubo pocas pistas: fue vista por última vez por dos excursionistas, y su teléfono celular se conectó con una torre en la tarde se perdió.
Las autoridades dijeron que murió de hambre y exposición.
De acuerdo con las más de 1.500 páginas de documentos, Largay gozaba de buena salud y era una excursionista experimentada. Ella había viajado con una amiga, Jane Lee, hasta el 30 de junio, cuando Lee tuvo que volver a casa por una emergencia familiar.
Lee les dijo a los investigadores que ella estaba preocupada por el hecho de que Largay caminara sola. Largay tenía un pobre sentido de dirección y varias veces había tomado el camino equivocado. Una vez, Lee, que era un caminante más rápida y que a veces iba por delante y luego la esperaba, dijo que tenía que volver sobre sus pasos para encontrarla. Largay había estado caminando en la dirección equivocada hasta que alguien la ayudó a orientarse.
Un investigador escribió en 2013 que Lee le dijo que Largay estaba empecinada tratando de completar el resto de la caminata en solitario.
CNN intentó el jueves llamar a un representante de la familia Largay pero no tuvo éxito.
Más tráfico telefónico
El mensaje de texto del 23 de julio no fue el último que Largay intentó enviar. También había mensajes en la tarde del 30 de julio y dos textos fueron eliminados el 6 de agosto, la misma fecha en que dejó registrado en su diario que había perdido la esperanza.
No es claro en el informe si Largay intentó llamar a alguien.
Su marido les dijo a las autoridades que Gerry Largay usaba su teléfono celular con moderación, dependiendo de las circunstancias.
Con información de Lorenzo Ferrigno y Carma Hassan de CNN