Paloma García Ovejero era corresponsal para la cadena COPE en Roma desde hace cuatro años.

(CNNEspañol) – Los días de Paloma García Ovejero pasaban hasta ahora entre reportajes, entrevistas e historias, en su caso, desde Roma para la radio COPE de España. Pero recibió un encargo de alguien muy especial: el papa Francisco la designó como la nueva vicedirectora de la sala de prensa de El Vaticano.

El anuncio lo hizo este lunes el prefecto de la Secretaría para la Comunicación de El Vaticano, monseñor Dario Edoardo Viganò, quien informó que el estadounidense Greg Burke será el nuevo director de la Sala Stampa y García Ovejero será la segunda al mando. Por primera dos laicos estarán a la cabeza de esa oficina, y también por primera vez una mujer ocupará en ese cargo.

Para ella, el nombramiento de una pareja de laicos en estos cargos es “consecuente y coherente” con el mensaje del papa Francisco pues “él sabe que el mundo está dividido entre hombres y mujeres y los laicos también somos Iglesia”, dijo a CNN en Español en una entrevista telefónica.

En su encuentro privado con el pontífice este lunes, antes del nombramiento, el papa les pidió —a Burke y a ella— “con cariño y firmeza que le ayudemos y nos encomendó este servicio con todo su apoyo y su bendición”.

Para ella el papa Francisco es la mejor persona para guiar la Iglesia católica pues es el enviado de Dios para hablarle a los hombres.

“El papa Francisco es un gigante, es un hombre tan grande como humilde. Él es el que tiene la misión de guiar a la Iglesia en este momento. Así que él es el mejor Cristo en la Tierra que pudiéramos pensar. Es quien Dios mismo ha querido que hable a los hombres de su parte”.

Greg Burke y Paloma García Ovejero reemplazarán al padre Federico Lombardi, quien durante 10 años ha dirigido la Sala Stampa. Ambos empezarán sus funciones a partir del 1 de agosto, según informó la oficina de prensa del Vaticano.

“Me temblaron las piernas”

Cuando a García Ovejero la llamaron para preguntarle si quería unirse a la sala de prensa del Vaticano, su respuesta inmediata fue “sí”, pues “si lo pide el papa, la respuesta es obvia”.

“Para mí fue una sorpresa… Claramente ellos llevaban tiempo trabajando, pensando, pero yo por fortuna no lo sabía pues así vivía más tranquila”, dice ella a CNN en Español desde Roma.

“Entonces después me explicaron: (el papa) quiere que le ayudes en la sala de prensa, que seas la vicedirectora. Ahí me temblaron las rodillas pero la respuesta seguía siendo la misma: sí”, dijo entre risas.

Lo siguiente que hizo fue llamar al presidente de la radio COPE para la que trabajaba, tomar un avión a España para decírselo a su familia y luego “pensar qué zapatos me iba a poner”, dijo la periodista.

“Síntoma de normalidad”

Aunque es la primera vez que una mujer es elegida para ser la segunda al mando de la Sala Stampa, para García Ovejero no es novedoso que el papa haya hecho esta elección y al contrario es un “síntoma de normalidad”.

“El hecho de ser mujer creo que cuenta tanto como el hecho de ser periodista, o de haber nacido en Madrid. Es una característica más, pero es un síntoma de normalidad porque aquí trabajan muchas mujeres desde hace muchos años, es verdad que no en este puesto… Pero la jefa de la Iglesia es una mujer, es la Virgen María”, dice.

García Ovejero nació en Madrid, España, en 1975. Estudió periodismo en la Universidad Complutense de Madrid y se graduó en 1998, año en el que empezó a trabajar en la cadena COPE en la capital española. Hace cuatro años se trasladó a Roma para ser corresponsal de esa cadena.

Para ella es lógico que el pontífice haya elegido a dos personas que hablen inglés y español, pues esos son los dos idiomas en los que más seguidores tiene en Twitter (Pontifex tiene casi 12 millones en español y 9,5 millones en inglés).

Paloma García Ovejero finaliza diciendo que una de sus misiones dentro de la Sala Stampa será estar al mismo nivel que estuvo el padre Lombardi con todo su equipo y aportar para mejorar, pues la sala de prensa cambia de director, “pero los músicos son los mismos”.

“La melodía tiene que sonar igual de bien, a lo mejor con otro ritmo, pero la profesionalidad está garantizada porque todos los trabajadores son personas que sirven a la Iglesia y que saben hacer bien su trabajo”, puntualiza.