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Noticias de EE.UU.

Divorcio de 'Brangelina': la importancia de no buscar culpables

Por Peggy Drexler

Nota del editor: Peggy Drexler es autora de "Our Fathers, Ourselves: Daughters, Fathers, and the Changing American Family" (Nuestros padres, nosotros mismos: Hijas, padres y la cambiante familia estadounidense) y "Raising Boys Without Men" (Criando chicos sin hombres). Ella es profesora adjunta de psicología en el Centro Médico Weill de la Universidad Cornell y exinvestigadora de género en Stanford. Las opiniones expresadas en esta columna son solo las de la autora.

(CNN) -- Luego de semanas de especulación en tabloides, este martes llegó el anuncio del pedido de divorcio de Angelina Jolie tras dos años de matrimonio (y 11 de pareja) con Brad Pitt. Y la especulación sobre qué salió mal inevitablemente ha estado seguida muy de cerca por la pregunta: ¿quién es culpable?

El problema con esa cuestión, sin embargo, es que eso pasa por alto la realidad de la mayoría de los matrimonios.

Los rumores sobre el inminente divorcio de la pareja de Hollywood habían estado circulando por meses, con tabloides alimentando la especulación al vender rumores sensacionalistas o sin pruebas, como por ejemplo el reporte de Hollywood Rife de marzo sobre que la pareja había estado peleando por problemas sobre los supuestos "celos enfermizos" de Jolie. En mayo, Radar Online publicó un titular en el que se afirmaba que Pitt fue "atrapado besando" a la actriz Lizzy Caplan en el set de su última película, Allied.

Y eso es, hasta ahora, todo lo oficial que sabemos. Naturalmente los medios han hecho varios intentos de rellenar espacios vacíos, especulando que las causas del divorcio pueden ser debido a abuso de sustancias, problemas de ira, mala crianza, y naturalmente, otras mujeres.

En el centro de todos esos reportes —que frecuentemente vienen de fuentes no más sólidas que misteriosos amigos o "cercanos" a la familia— están algunas preguntas muy familiares: ¿Qué salió mal? ¿Quién es culpable? Y, desde luego, ¿quién es más culpable?

Así es como respondemos a las noticias de los fallidos matrimonios de otras personas: asignamos culpa para apoyar la noción de que los matrimonios fallan por el mal comportamiento de alguien en específico (y a menudo específicamente por culpa de alguna sonsacadora), y no solo debido a diferentes irreconciliables o simplemente porque las dos personas han tomado distintos caminos de una forma natural.

La mayoría de las personas casadas saben que el matrimonio es difícil. ¿Entonces por qué queremos meterle a cada rompimiento de celebridades algo de drama? ¿Por qué debe una de ambas partes el o la despechada?

Después de todo, la mayoría de los divorcios de la gente "normal" no ocurre en medio de los grandes titulares dignos del drama. Y de acuerdo a un estudio de 2014 realizado por el Instituto Austin para el Estudio de la Familia y Cultura, lo que sabemos del divorcio de Jolie y Pitt hasta ahora sigue la costumbre estadounidense: Las mujeres son más propensas a estar en desacuerdo con el matrimonio y son más propensas a buscar el divorcio, aunque la infidelidad no es la principal causa de las quejas maritales.

En cambio, entre las razones por las cuales las mujeres quieren el divorcio están el abuso emocional, una pareja que no responde a sus necesidades o la inmadurez del esposo.

Vale la pena notar que Page Six también reportó tensiones en la pareja porque Jolie se había interesado más en el trabajo humanitario y quería dejar Hollywood, mientras que Pitt estaba disfrutando la vida de celebridad más que nunca. Esta suele ser una causa totalmente razonable y común cuando termina un matrimonio: dos personas cuyos objetivos ahora van en distintas direcciones. Sin embargo, es una historia que todos sepultaron bajo los escandalosos titulares que se refieren al sexo, las drogas y la ira incontrolable.