CNNEarrow-downclosecomment-02commentglobeplaylistsearchsocial-facebooksocial-googleplussocial-instagramsocial-linkedinsocial-mailsocial-moresocial-twittersocial-whatsapp-01social-whatsapptimestamptype-audiotype-gallery
Noticias de EE.UU.

Edgar Sarmiento, el colombiano que diseñó un bus autónomo y eléctrico que habla

Por CNNEE

(CNN Español) -- Conoce a Olli: es un autobús sin conductor que puede llevar hasta 12 pasajeros, es eléctrico, se mueve por las rutas menos transitadas gracias a información de tráfico en tiempo real que recibe de una central, la mayoría de sus piezas se producen en una impresora 3D y puede hablar con sus pasajeros y hasta recomendarles un restaurante cercano para comer.

Y conoce a Edgar Sarmiento: un diseñador industrial colombiano de 25 años que está cursando una maestría en Turín, Italia, y que creó a Olli. Su diseño de un autobús con cero emisiones se ganó un concurso de la empresa Local Motors, que hizo a Olli realidad. Ahora este vehículo con un toque latino circula por una zona en Washington y se espera que el próximo año esté en ciudades como Las Vegas y Miami.

Sarmiento es colomboitaliano, creció y estudió en Bogotá, y viajó al país europeo para estudiar un un máster en diseño de transporte. Dice que creó este vehículo pensando en algo que fuera práctico, que tuviera una buena experiencia de usuario y que pudiera resolver algunos de los problemas más comunes de las ciudades.

"Actualmente hay muchos transportes en la ciudad que no funcionan de forma eficiente. Unos tienen rutas fijas que a veces son las más congestionadas y hay otras vías libres que se podrían usar. En ese sentido no es eficiente el bus, ni tampoco en horas valle cuando el vehículo grandísimo lleva pocas personas", dice Sarmiento.

El diseñador colombiano destaca que las flotas de autobuses en las ciudades no tienen información en tiempo real de la demanda de pasajeros y de cómo se mueven, dónde están y hacia dónde van.

"Por eso no se puede controlar cuántos buses se mandan, cuántos por este lado o por el otro. Hay muchas cosas por las cuales los transportes no están pensados para los problemas de la ciudad propiamente", añade.

publicidad

Ahí es donde entra Olli. El diseño de Sarmiento inicialmente se llamó Berlino, pues fue pensado para las calles de la capital europea, pero luego Local Motors lo bautizó. El autobús es "en realidad una red", dice el colombiano, pues recibe información de una central sobre los pasajeros y el tráfico de la ciudad y así se puede determinar cuántos buses y en qué lugar se necesitan. Los usuarios pueden enviarle a Olli un mensaje a través de una app para indicarles dónde están y el sistema le indicará cuál es el punto más cercano para recogerlo y en cuánto tiempo estará ahí.

El vehículo parcialmente impreso en 3D es el primero en integrar la tecnología computarizada ‘Watson’ de IBM, que les permitirá a los pasajeros interactuar con él y hacerle preguntas como qué ruta tomará el bus y qué atracciones ofrece el destino.

Sobre este aspecto de interacción, Sarmiento destaca que es importante pues hay cierta desconfianza en cuanto a los vehículos que se conducen solos.

"El vehículo tiene apariencia amable... porque si ves tiene como un aspecto de personaje, es para interactuar y todo eso se puede incluir en el sistema. Es una parte de lo que pensé para eso: un vehículo amigable con el usuario. Tú entras y empiezas a interactuar, por lo que debe haber un soporte que te comunique, por ejemplo, la ruta, los cambios o información práctica y soluciones".

Olli utiliza la tecnología LIDAR, un sistema sensible de láser también usado en los vehículos autónomos de Google, que leen la vía.

El bus también tiene sensores suplementarios para supervisión remota, monitores de velocidad y precauciones de seguridad. Incluye, además, lo que Rogers define como un sensor táctil en la parte delantera del bus que automáticamente detiene el vehículo si hace contacto con cualquier cosa.

El lanzamiento del prototipo se hizo en Washington, y Sarmiento estuvo allí. "Es muy chévere porque aparte de toda la presentación es la primera vez que veo un proyecto mío realizado, da mucha emoción ver ese tipo de cosas realizadas y moviéndose ... es indescriptible", señala.

Sobre si Olli podría usarse en su natal Bogotá, con sus conocidos problemas de tráfico, Sarmiento dice que por el momento no lo ve posible:

"En Colombia hay mucho potencial, pero no hay un sistema que permita adaptar este tipo de proyecto. Posiblemente en un futuro".