Ofensiva en Mosul: unidades chiitas cortan la ruta de escape de ISIS

(CNN) -- Las milicias chiitas que participan en la ofensiva en Mosul dicen que han cortado una vía de escape para los combatientes de ISIS que permanecen en la ciudad.

Las Unidades de Movilización Popular (PMU), una fuerza paramilitar mayoritariamente chiita asignada a la tarea de avanzar al oeste de Mosul, cortaron el acceso a la carretera principal que va desde Mosul hasta el oeste de Iraq y hacia Siria.

El PMU están avanzando hacia la ciudad de Tal Afar, pequeño reducto ISIS unos 45 kilómetros al oeste de Mosul. Debido a su composición étnica -allí viven muchos turcomanos- el destino de la ciudad es un "tema muy sensible" para el gobierno de Turquía, dijo el domingo el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan.

El gobierno turco ha armado de forma masiva la frontera turco-iraquí para combatir la actividad "terrorista".

Iraq ha advertido a Turquía que no es bienvenido a participar en la ofensiva. Pero Ankara dice que ya ha participado en un asalto, a petición de las fuerzas Peshmerga kurdas, que Turquía ha entrenado.

El este de Mosul, a tiro de piedra

Los suburbios del este de Mosul están a la vista, pero las fuerzas iraquíes que tratan de liberar a la ciudad todavía están luchando para llegar allí.

Los francotiradores y el fuego incesante de ISIS todavía mantienen a las tropas lidiando para penetrar en los límites de la ciudad.

Un equipo de la CNN, que viaja con las fuerzas antiterroristas iraquíes entrenadas por Estados Unidos, estaba a solo 200 metros del perímetro este de Mosul el miércoles.

Más de 1 millón de civiles están atrapados en la ciudad. Se cree que ISIS llevó a miles a la ciudad para usarlos como escudos humanos, haciendo los ataques aéreos dirigidos terriblemente complicados. Se ha aconsejado a la población civil resguardarse en sus hogares durante la operación.

Las autoridades han advertido que al entrar en la ciudad se desencadenarán los combates más encarnizados vistos hasta ahora en la ofensiva.

ISIS ha controlado Mosul durante más de dos años, imponiendo su propia versión brutal de la ley islámica, en respuesta a "delitos" tales como fumar o afeitado la barba, con penas de estilo medieval.