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Clínica Universidad de Navarra

Un tratamiento cardiaco sin cirugía evita la toma de anticoagulantes

Por Clínica Universidad de Navarra

Cardiólogos de la Clínica Universidad de Navarra participan en un ensayo clínico internacional dirigido a personas que sufren fibrilación auricular, con el objetivo de reducir la incidencia de accidente cerebrovascular (ictus) y suprimir los anticoagulantes.

“Se trata de un ensayo que está abierto a 1.500 pacientes en diferentes países, y la Clínica es uno de los centros que realiza esta técnica desde hace más de 7 años”, explica el Dr. García Bolao, especialista del Departamento de Cardiología de la Clínica Universidad de Navarra.

La fibrilación auricular (FA) es la arritmia más frecuente y se desencadena por impulsos eléctricos descoordinados que proceden de las venas pulmonares. Este tipo de arritmia multiplica por cinco el riesgo de sufrir accidentes cerebrovasculares (ictus), por lo que el tratamiento con anticoagulantes es necesario. Sin embargo, debido a sus efectos, la toma de anticoagulantes (el más conocido es el Sintrom) conlleva un mayor riesgo de complicaciones hemorrágicas severas.

Por ese motivo, los especialistas de la Clínica realizan un tratamiento híbrido que combina dos procedimientos en una única intervención sin cirugía: la ablación (lesión) del perímetro de las venas pulmonares para el tratamiento de la fibrilación auricular (la arritmia cardíaca crónica más frecuente) y el cierre de la orejuela (apéndice de la aurícula izquierda), para evitar la salida de trombos desde el corazón.

Este tratamiento combinado consigue que el 95% de los pacientes tratados puedan suprimir la terapia de anticoagulación. De esta manera se trata la arritmia y al mismo tiempo se reduce la incidencia de accidente cerebrovascular (ictus).

Es el caso de Francisco Díaz, aparejador en Almansa (Albacete), que se vio obligado a hacer un parón en su ajetreada vida debido a una fibrilación auricular, causante de frecuentes arritmias y de un elevado riesgo de trombos.

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Esta circunstancia se tradujo en la necesidad de tomar Sintrom de por vida. Francisco, que ahora tiene 63 años, estaba muy limitado por la toma de anticoagulantes, ya que como el mismo explica “el Sintrom crea mucha servidumbre: vivía con miedo por si me hacía una herida, tenía que vigilar constantemente lo que comía, el deporte era muy limitado…”.

Un día, mientras caminaba por la Sierra de Cazorla (Jaén), notó un dolor muy fuerte en el hombro. En el hospital le dijeron que el anticoagulante que tomaba le había provocado un derrame en esa zona. “En realidad, lo que me preocupaba era qué hubiese pasado si en vez de ser en el hombro hubiese sido en el cerebro, por ejemplo”.

A partir de ese día decidió buscar una solución alternativa al Sintrom. Fue cuando se enteró de que un paciente de la Clínica se había sometido a esta nueva técnica y estaba feliz, por lo que decidió venir. “El doctor me propuso este novedoso procedimiento, que no requería de cirugía, con el que se conseguía solventar el problema de las arritmias y de los trombos, además de eliminar el Sintrom de por vida. Y me puse en sus manos”. Desde la intervención he vuelto a nacer. Ya no vivo con miedo y tengo una vida totalmente normal”, concluye.