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Aviación

¿Por qué Trump quiere cancelar los pedidos a Boeing para nuevos aviones Air Force One?

Por Chris Isidore, Jon Ostrower, Rene Marsh

(CNNMoney) -- Donald Trump quiere cancelar los planes del Gobierno de comprar dos nuevos Air Force One, el nombre del avión presidencial.

El presidente electo dijo en un tuit este martes que un nuevo avión Boeing 747 que está siendo construido para transportar “futuros presidentes” cuesta más de 4.000 millones de dólares y que quiere cancelar la orden.

“Boeing está construyendo un nuevo Air Force One 747 para futuros presidentes, pero los costos están fuera de control: más de 4.000 millones de dólares. ¡Orden cancelada!”, tuiteó.

Cuando los reporteros le preguntaron el martes por la mañana sobre el tuit, Trump respondió: “Bien, el avión está totalmente fuera de control. Van a ser más de 4.000 millones de dólares para el programa del Air Force One”, dijo. “Creo que es ridículo. Creo que Boeing se está enriqueciendo un poco. Queremos que Boeing gane dinero, pero no esa cantidad”.

Trump no dijo por qué cree que los aviones costarán “más de 4.000 millones de dólares”. Boeing dice que actualmente tiene un contrato por un Air Force One por 170 millones de dólares.

Una fuente de Boeing familiar con el programa le dijo a CNN que ni siquiera la compañía puede estimar el costo del programa en este momento pues “el Pentágono aún no decide con bombos y platillos lo que quieren en el nuevo Air Force One”.

Sin conocer todas las características de seguridad es muy difícil dar un costo estimado, agregó la fuente, y el [programa] Air Force One no sabe ni siquiera si quiere ordenar dos o tres aviones.

“No sabemos de dónde sacó esa cifra”, dijo un funcionario de Boeing.

“Las estadísticas citadas [por Donald Trump], debemos decir, no aparecen reflejadas en la naturaleza del acuerdo financiero entre Boeing y el Departamento de Defensa”, dijo el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest.

En un comunicado oficial Boeing dijo que su contrato actual le permite “ayudar a determinar las capacidades de estos complejos aviones militares que atienden los requerimientos únicos del presidente de los Estados Unidos”.

Hasta el momento la Fuerza Aérea ha presupuestado 2.900 millones de dólares hasta 2021 para dos nuevos aviones Air Force One, que reemplazarán al par de aviones 747-200Bs de pulido aluminio azul y blanco que le sirven al presidente.

Se espera que los nuevos aviones estén listos para volar en 2022. La Fuerza Aérea ya ha gastado cerca de 93 millones de dólares preparándose para construir los nuevos aviones, según documentos de presupuesto del Departamento de Defensa. Esos 93 millones de dólares incluyen el actual contrato con Boeing.

La fabricación aún está por empezar.

“Esperamos trabajar con la Fuerza Aérea de Estados Unidos en las fases subsecuentes del programa, y que se nos permita entregar los mejores planes para el presidente al mejor valor para los contribuyentes estadounidenses”, dijo Boeing en el comunicado.

Los comentarios de Trump enfatizan que él está buscando maneras de cortar costos del gobierno por donde pueda, según dijo su portavoz Jason Miller.

“El punto que el presidente electo estaba resaltando aquí era que un precio de 4.000 millones de compra es una cantidad muy grande. Los contribuyentes quieren asegurarse de que estamos siendo muy responsables y que el gobierno está haciendo su mejor esfuerzo para disminuir los costos”, aseguró Miller.

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De los dos aviones Air Force One que actualmente están en uso, uno ha volado desde que Ronald Reagan era presidente y el otro fue entregado en 1990 durante la presidencia de George H.W. Bush. Ambos se han vuelto cada vez más difíciles de volar y de mantener.

La Fuerza Aérea aún no ha establecido una orden formal para los nuevos aviones. Ha elegido la versión más reciente del avión jumbo de Boeing, el 747-8 como plataforma del nuevo Air Force One.

Construir los aviones básicos podría tomar cerca de dos años. Un equipo de ingenieros y maquinistas aéreos instalarían luego comunicaciones de vanguardia, sistemas de evasión de misiles y de reabastecimiento de combustible durante el vuelo, interiores VIP y protecciones de pulso electromagnético de una explosión nuclear. Eso lleva años en ser terminado.

Boeing construye el 747 en su fábrica en el estado de Washington y actualmente tiene un gran pedido de aviones comerciales, especialmente del Dreamliner 787. Las aerolíneas regularmente cancelan sus órdenes de aviones, aunque sería una pérdida tanto de prestigio como de miles de millones en ingresos si la Fuerza Aérea abandonara los planes para construir una nueva versión de Air Force One.

Los aviones actuales tienen 371 metros cuadrados de espacio interior. El 747-8 puede viajar un campo adicional de casi 1.600 kilómetros sin reabastecer combustible, volar más rápido con un peso de despegue más pesado y obtener una mejor economía de combustible que el 747-200 que se utiliza para los actuales Air Force Ones.

El primer avión presidencial de Boeing fue usado por Franklin D. Roosevelt en 1943 y esta compañía ha hecho cada Air Force One desde el presidente John F. Kennedy.

Boeing es el exportador más grande del país. Pero recientemente ha sido criticado por Trump tanto por su acuerdo para vender aviones comerciales a Irán y su decisión de abrir una fábrica en China para terminar cabinas de pasajeros en aviones comprados por las aerolíneas chinas.

El recién retirado director ejecutivo de Boeing, Jim McNerney, fue nombrado la semana pasada en un equipo de ejecutivos corporativos que asesorará a Trump en temas de empleos y economía.

Las acciones de Boeing bajaron un poco luego de los comentarios de Trump.

Trump tenía entre 50.000 y 100.000 dólares en acciones de Boeing, de acuerdo con un informe financiero de junio de este año. Pero Miller, el portavoz de Trump, dijo este martes que el presidente electo vendió todas sus acciones cotizadas el mismo mes.

En enero de 2013, cuando el Boeing 787 Dreamliner tuvo que aterrizar por problemas con sus baterías, Trump tuiteó que él había comprado acciones de Boeing a precios bajos, y la llamó “una gran compañía”.

Kevin Liptak de CNN contribuyó con esta historia.