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Noticias de salud

La mujer más obesa del mundo viaja a la India para luchar por su vida

Por Juliet Perry

(CNN) -- Eman Ahmed es una egipcia de 36 años que, se cree, es la mujer más obesa del mundo. Según su familia, pesa unos 500 kilos.

“Eman no vive su vida como los demás”, le dijo a CNN Shaimaa Ahmed, la hermana menor de Eman, quien es la encargada de su cuidado. "Ella no pudo disfrutar su niñez ni su juventud. Ella ha luchado contra esta enfermedad durante 36 años”.

Según su familia, Eman no ha dejado su habitación en las últimas dos décadas. Como no se puede mover o comunicar, pasa sus días atrapada en su casa, mirando el techo.

Un derrame cerebral hace dos años hizo que dejara de hablar y de moverse, así que los últimos años han sido particularmente difíciles, según su hermana.

Sin embargo, gracias a una campaña en redes sociales que inició Shaimaa, la familia tiene ahora un poco más de esperanza.

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La campaña alrededor del difícil caso de Eman llamó la atención del eminente médico cirujano basado en Mumbai, Muffazal Lakdawala, quien organizó una iniciativa para recoger fondos y llevar a Eman a la India.

El doctor Lakdawala planea poner en marcha una serie de procedimientos quirúrgicos para reducir el peso de Eman a menos de 100 kilogramos.

“Está luchando por su vida todos los días”, le dijo el doctor Lakdawala a CNN. Agrega que, como están las cosas, no se sabe cuánto vivirá.

“Ahora mismo, ella es como una bomba viviente que podría explotar en cualquier momento”, dice el doctor Lakdawala.

Según el Guinness World Records, la mujer viva que más pesa en el mundo es Pauline Potter de Estados Unidos, que pesa 291,6 kilogramos, casi la mitad de lo que pesa Eman.

"Siempre tuvo esperanza"

La familia de Eman dice que ella ha sufrido problemas de tiroides desde que era niña.

Desde que era una niña Eman tuvo que empezar a moverse en sus rodillas por su sobrepeso.

Desde que era una niña Eman tuvo que empezar a moverse en sus rodillas por su sobrepeso.

Cuando nació, supuestamente pesó 5 kilogramos y desde los 11 años, empezó a subir de peso.

Cuando estaba en quinto grado, dejó de ir al colegio porque sus problemas de tiroides la empezaron a hacer sentir letárgica, sin energía.

Sus piernas también eran incapaces de soportar su peso; empezó a usar sus rodillas para moverse porque no podía estar de pie.

“Tenía que usar sus rodillas para llegar al auto, en el estacionamiento, y la llevábamos a dar un paseo por Alejandría y por la costa sin que dejara el vehículo”, dice su hermana Shaimaa.

“No era capaz de caminar apropiadamente y no había una silla de ruedas que se acomodara a su tamaño”.

A pesar de sus trágicas circunstancias, según su hermana, Eman siempre ha sido paciente y divertida.

“Ella siempre ha tenido esperanza de poder perder peso y mejorarse”, añade Shaimaa.

Pero hace unos años las cosas cambiaron. El peso de Eman subió a unos 300 kilogramos, así que ella misma se puso en una estricta dieta.

“De repente, sus niveles de colesterol subieron y perdió la conciencia”, cuenta Shaimaa, quien dijo que le costó mucho encontrar un hospital que pudiera hacer un examen de resonancia magnética a alguien de su tamaño y cuando lo lograron, fue diagnosticada con un derrame cerebral.

Según Shaimaa, las cosas empeoraron desde entonces.

El derrame redujo la ya limitada capacidad de movimiento y de habla de Eman, y su familia tuvo que empezar a cuidar de todas sus necesidades.

Empezaron a usar señas con las manos cuando no podían entenderse entre ellos y su cuerpo empezó a retener líquidos.

Los doctores que la familia consultó parecían incapaces de llegar a la raíz del problema. Entonces el positivismo y la jovialidad de Eman se desvanecieron.

Obstáculos

La oportunidad de que Eman vaya a la India para que la operen es un rayo de esperanza en un escenario sombrío para la mujer de 36 años y su familia.

Pero casi inmediatamente encontraron obstáculos. La solicitud de la visa de Eman fue inicialmente rechazada porque no pudo ir personalmente a la embajada de la India.

El doctor Lakdawala escribió una carta explicando la situación de Eman —diciendo que había pasado casi las últimas dos décadas encerrada en su habitación— por lo que les pidió que reconsideraran la situación. Cuando le dijeron que aún era imposible, el cirujano le envió un mensaje en Twitter a la ministra de Asuntos Exteriores de la India, Sushma Swaraj.

“No tuve otra opción”, dijo el médico.

Se sorprendió gratamente con su respuesta; en dos horas la ministra le respondió de vuelta diciéndole que iba a ayudar a expedir una visa bajo razones humanitarias.

Organizar el transporte fue otra prioridad, pero este tema presentó sus propias complicaciones porque el acceso a los aviones es difícil para personas del tamaño de Eman.

“Las ambulancias aéreas normalmente tienen puertas más grandes por las camillas”, dice Lakdawala, pero como Eman no cabía en una camilla normal, tuvo que hablar con aerolíneas individuales sobre su capacidad para acomodar a la paciente.

Adicionalmente, Eman no es capaz de sentarse en una silla, así que el equipo tenía que encontrar un avión donde pueda viajar horizontalmente.

También tienen que tener en cuenta que, viniendo de un país musulmán, Eman se sentiría incómoda si fuera atendida por hombres, así que tuvieron que establecer un equipo completamente compuesto por mujeres.

“Seré el único hombre cuando ocurra la eventual operación”, explica el doctor Lakdawala.

Como Eman es una paciente de alto riesgo, el cirujano dice que tomará “todas las precauciones”. Y si la operación se realiza y es exitosa, la paciente tendrá que estar en Mumbai por varios meses para que pueda ser revisada de forma frecuente.

Para llevarla a pesar menos de 100 kilogramos, el doctor Lakdawala dijo que tendrá que hacer dos operaciones y que el proceso durará al menos tres años y medio.

Shaimaa obtuvo su visa el pasado miércoles y dice, se siente optimista sobre el futuro.

“Sé que el doctor hará su mejor esfuerzo”, dice la hermana de la paciente.

Omar Khan, de CNN, contribuyó con este reporte.