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Noticias de EE.UU.

Las probabilidades de que el Congreso apruebe la reforma fiscal de Trump son casi nulas

Por análisis de Chris Cillizza

(CNN) -- El gobierno del presidente de EE.UU. Donald Trump dio a conocer su tan esperada propuesta de reducción de impuestos a través de su secretario de Tesoro Steve Mnuchin y el director del Consejo Económico Nacional, Gary Cohn, este miércoles.

La propuesta no ahondó en detalles y su futuro político en el Congreso fue decididamente incierta dado el hecho de que no está claro cómo se pagará el recorte de impuestos.

En búsqueda de respuestas, me contacté con el reportero de CNN en el Capitolio, Phil Mattingly. Nuestra conversación vía correo electrónico, ligeramente editada, está a continuación.

Cillizza: ¿Cuál es el gran titular después del anuncio de recorte de impuestos de Trump?

Mattingly: “El recorte de impuestos más grande de la historia” es el titular con el que, de hecho, la Casa Blanca está entusiasmada. Pero yo preferiría ‘La Casa Blanca está ahora completamente comprometida con el largo, arduo y al parecer fallido proceso de una reforma de impuestos’. (No es muy atractivo, lo sé).

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Este no es un ataque contra el gobierno o los republicanos en el Congreso que tienen con la tarea de convertir sus principios en una ley. La realidad es que la reforma fiscal es dura como un demonio. Hay una razón por la cual no se ha hecho una en 31 años. La Casa Blanca se desvió de su camino para mostrar públicamente que la pelota ahora está en su campo de juego y que esta es su gran ofensiva. Así que aquí vamos. ¡Que inicie el juego!.

Donald Trump habla durante un acto en el Capitolio el pasado martes. (Crédito: Olivier Douliery-Pool/Getty Images)

Cillizza: Los republicanos en el Capitolio parece escépticos. ¿Cuál es la preocupación principal y qué tan amplia es?

Mattingly: Mirándolo de esa manera, los republicanos están muy felices de que la Casa Blanca quiera poner una tonelada de energía detrás de la reforma fiscal. La necesitarán si quieren lograr algo.

Existen varios elementos del plan que coinciden con lo que los republicanos han estado observando a puertas cerradas. Pero los principios establecidos este miércoles son A) súper agresivos en el lado del recorte y B) ligeros para el lado de los que tienen que pagar.

Por ejemplo, si deseas bajar la tasa corporativa del 35% al 15%, y bajar la tasa al 15% para las sociedades por acciones (por ejemplo pequeños negocios, compañías pequeñas y otra cantidad grande de entidades como firmas de abogados, fondos de cobertura, etc), estás hablando de un costo de unos 4.000 billones de dólares.

Ahora, algunos republicanos están muy felices de depender del crecimiento económico para compensar tanto como sea posible. Pero hay dos problemas:

Primero: se cierra la capacidad de hacer cambios básicos a un sistema que todo el mundo piensa que está roto. Segundo: —esto es algo tan importante como absurdo— los republicanos planean mover la reforma fiscal a través del siempre popular proceso de presupuesto conocido como “reconciliación”.

Lo positivo es que sólo se necesitan los votos de los republicanos para pasar esta medida. Lo negativo es que no puede aumentar el déficit fuera de una ventana de 10 años.

Ahora, si estás perdido con esto, es totalmente entendible, pero se trata más o menos de esto: cortar esa tendencia, particularmente sin recaudadores de ingresos significativos, podrían casi que ser fatales a la hora de poner en marcha el plan de reconciliación.

 

El portavoz de la Cámara Paul Ryan y el líder de la mayoría en el Senado Mitch McConnel dijeron que quieren una reforma tributaria real, permanente y que cambie el juego. Ryan ha puesto en marcha un plan neutral de ingresos, una reforma tributaria integral. Proponer ese recorte, no dar mucha información sobre cómo pagaría por ellos, reducir las deducciones y el crecimiento económico, hace que sea mucho más probable que la Casa Blanca eventualmente establezca una estrategia de “solo recortes”, que sería completamente lo opuesto a lo que los altos funcionarios del Partido Republicano quieren.

Cillizza: ¿Existe alguna circunstancia donde los demócratas —incluso algunos de ellos— voten por algo como lo que Mnuchin y Cohn resaltaron hoy?

Mattingly: No. Los recortes dramáticos con una alza limitada para los demócratas y sus circunscripciones no hacen parte de un plan bipartidista. (El senador Ron Wyden, el demócrata más importante en el comité de Finanzas del Senado, lo puso de esta manera: “Esta administración está ofreciendo tortas a los pocos afortunados”).

Un hecho gracioso es que la ley también deroga la deducción de impuestos estatales y locales. Es un trato masivo para estados como Nueva York, California y Nueva Jersey. Sí, todos ellos son estados muy azules. (Aunque estoy seguro de que esto no romperá muchos corazones en la Casa Blanca).

Lo cierto es que Kevin Brady, jefe de recursos de la Cámara de Representantes encargada de la reforma, está tratando de conversar con los demócratas. Él los está escuchando. La posibilidad de traer a colación un fondo de infraestructura, u otras cosas muy específicas que los demócratas quieren, puede hacer que algunos quieran venir a la mesa.

Pero hay una razón por la que los republicanos están planeando el plan de reconciliación: no están contando con el apoyo de los demócratas.

Cillizza: en términos de tiempo, Mnuchin dice que cree que esto puede estar listo para finales del año. ¿Es factible o es una quimera?

Mattingly: Quisiera anotar que lo que Mnuchin dijo durante meses fue que la fecha límite era para agosto. Para una ceremonia de firma de una reforma tributaria completa. Lo que era absurdo.

Mnichin está ahora compitiendo con líderes del Congreso. La meta es completar esta tarea este año. Creo que la posibilidad de que obtengan algo es real. Pero, ¿una reforma tributaria, una vez en una generación? Es una carga súper pesada.

Hay una gran cantidad de discusiones sobre un eventual plan b para solo recortes corporativos, lo que ocasionaría y luego abordaría recortes individuales y no creo que esté fuera del ámbito de la posibilidad.

(Nota: Ryan y Brady se oponen profundamente a este plan B, sobre todo porque una vez se imponga como una opción, es difícil para los demás que se comprometan con toda la reforma integral).

Cillizza: Finaliza esta oración: “La posibilidad de que algo parecido a esta propuesta de recorte fiscal pase en la Cámara y en el Senado es_____”. Explica por qué.

Mattingly: Casi ninguna. Pero eso es más un guiño a la realidad de la reforma tributaria (que es, repitan conmigo, tan dura como un demonio) que a esos principios, necesariamente.

Hay un apetito real en el Capitolio para hacer eso. Brady habla sobre esto como si estuviera en la línea frontal del cubrimiento de la patada inicial del Super Bowl.

Una reforma tributaria, en su centro, es dolorosa… los grupos de interés viven y mueren por estos vacíos legales. Y desangrarán al Capitolio con el poder (y la pasión) de un Russ Westbrook para asegurarse de que su estatus quo se mantiene (incluso cuando ellos mismos se enfrentan al status quo de los demás). Hay mucho que vencer.

Tienes un líder de la mayoría en el Senado que está pensando y haciendo cosas estratégicas probablemente en este mismo momento que tu u otros senadores, probablemente no entenderás en otros seis meses.

Además, tienes un jefe de comité de Finanzas del Senado, que cuando la oportunidad se le presenta, ha mostrado ser un astuto negociador. Y tienes un jefe de recursos del Senado que vive, come y respira este asunto y genuinamente hará cualquier cosa por sus intereses. Tal vez, solo tal vez, pueden atrapar un rayo en una botella.