(CNN Español) – Parece que, contrario a su esposo, el príncipe Felipe, de 95 años —que la semana pasada anunció su retiro de la vida pública—, la reina Isabel II todavía no quiere decirle adiós a muchas actividades diarias.
A sus 91 años, la reina fue sorprendida este domingo mientras conducía su Jaguar entre su casa en el Palacio de Buckingham y la Capilla Real de Todos los Santos, en Windsor Park, donde asistió a una misa en horas de la mañana.
En los últimos meses, la reina ha pasado largos periodos de convalecencia que la han mantenido alejada de las cámaras. La última vez que apareció en público fue en enero pasado, cuando asistió a otra misa, esta vez en la iglesia Santa María Magdalena, junto a su marido el duque de Edimburgo.
Por un “fuerte resfriado”, la reina Isabel II no asistió, por ejemplo, a las misas de Navidad y de Año Nuevo, de la última temporada decembrina.
En lo que se refiere a los automóviles, la reina tiene una relación de larga data con la marca Land Rover, pues desde hace décadas se sabe que es una de sus favoritas.
De hecho, junto con Jaguar, Land Rover es el único fabricante de automóviles en ser distinguido con las tres Órdenes Reales de Su Majestad La Reina, Su Alteza Real el Duque de Edimburgo y Su Alteza Real el Príncipe de Gales.