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Televisión

Lo que se viene en la nueva temporada de 'Orange is the New Black' es de locura

Por Brian Lowry

(CNN) – La serie “Orange is the New Black” siempre le ha apostado más los personajes que a la historia en sí misma. Pero la estructura de la quinta temporada –después del momento máximo de suspenso en el final de la anterior– pone a prueba esa fórmula, mientras la trama de la revuelta en la prisión lleva a que el ambiente se empiece a sentir un poco agitado y loco.

En lado positivo, la reacción por la trágica muerte de Poussey a manos de un guardia de la cárcel da la sensación de ser poderosa y genuina, pues las prolongadas consecuencias de este incidente exponen el dolor y la ira provocadas por una sola muerte. El escenario crea una fuerte vitrina para algunos de los personajes del extendido elenco, especialmente quizá para Danielle Brooks como Taystee.

Dicho esto, la naturaleza invertida del escenario de la revuelta –con las presas a cargo, sometiendo a los guardias y administradores de la cárcel a humillaciones y abusos– se vuelve tediosa, incluso en un marco de tiempo limitado.

“Es como una fiesta, sólo que aterradora”, asegura Morello, interpretada por Yael Stone, acerca de la rebelión.

Lo “aterrador”, sin embargo, deja la prisión bastante rápido. Más bien, el arco de la historia que fue revelado en los avances se siente más tranquilo que digno de una maratón. Y mientras el escenario del rehén da paso a momentos entretenidos como la lista de peticiones de las reclusas–algunos serios, otros totalmente ridículos–, es muy difícil escapar a la sensación de que esencialmente los libretistas estiraron siete episodios de la historia para una temporada de 13 capítulos.

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Entonces, ¿qué queda? Un número justo de líneas inteligentes y triunfos de algunos personajes, como el de una presa afroestadounidense que se refiere a Lifetime como el “canal de la señora blanca”, una entrevista de televisión con una presidiario que naturalmente se sale de casillas y una “Crazy Eyes”, interpretada por Uzo Aduba’s, más loca que nunca con nuevas excentricidades.

Inevitablemente, también hay un flujo y reflujo de relaciones claves                            , más notablemente el romance cargado de impedimentos entre Piper (Taylor Schilling) y Alex (Laura Prepon), que atraviesan por el caos que los rodea con dosis casi iguales de disputas y auto-absorción.

La serie empezó, vale la pena recordarlo, desde la perspectiva de Piper, ofreciendo una panorámica de ojos abiertos a este mundo de prisión. Esa dinámica se disipó hace rato, con Piper desvaneciéndose en la variedad vertiginosa de personalidades que han ido llenando el vacío.

Como una señal de la fama e importancia de la serie, Netflix entregó a los productores un importante voto de confianza el año pasado al renovar "Orange is the New Black” hasta una séptima temporada, así que las rejas de Lichtfield no se cerrarán en un tiempo cercano.

Intencionalmente o no, sin embargo, ese largo contrato se traduce en una urgencia por la falta de narrativa durante esta última temporada. Mientras que la tragicomedia todavía prospera coloridamente, la quinta temporada juega como una sentencia que debería haberse conmutado por un comportamiento regular.

"Orange is the New Black" se estrena este 9 de junio en Netflix.