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Alemania

Trump enfrenta fuertes desafíos con Merkel y Putin en su segundo viaje a Europa

Por Kevin Liptak

Washington (CNN) -- Cuando el presidente Donald Trump visitó Europa hace seis semanas, él y sus homólogos rompieron su relación en lo alto de un acantilado siciliano, sintiéndose agitados y magullados tras una larga serie de desacuerdos.

Ahora, las apuestas pueden ser aún mayores.

Trump contra el mundo, edición G20.

De regreso al continente este miércoles, Trump y esos mismos líderes europeos se darán otra oportunidad, con unas expectativas más bajas de fomentar una nueva y cálida relación. En cambio, ambas partes esperan nuevos enfrentamientos entre el presidente de Estados Unidos y líderes como la canciller de Alemania, Angela Merkel, que está organizando la reunión del G20 de este año en su ciudad natal de Hamburgo.

La ciudad portuaria del norte de Alemania es también el escenario de la primera reunión en persona de Trump este viernes con el presidente de Rusia, Vladimir Putin, un encuentro muy esperado que ha adquirido mayor importancia dada la oleada de controversias sobre la intromisión cibernética rusa en las elecciones del año pasado.

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Se espera que Hamburgo sea anfitriona de enfrentamientos en torno a una amplia lista de temas en los que Trump y sus aliados europeos han estado en desacuerdo, sobre todo porque Merkel ha asegurado que esos puntos, entre ellos el comercio, el clima y la migración, figuren en la agenda del G20. Putin, y la relación de Estados Unidos con Rusia y el futuro de la OTAN, también se ven mucho en el horizonte.

"La gran pregunta es si reparará parte de los daños causados desde las paradas en Europa en mayo, o se agravarán", aseguró Jeff Rathke, miembro del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales de Washington.

Trump y Merkel hablan durante una reunión del G7 en mayo en Sicilia. (Crédito: JONATHAN ERNST/AFP/Getty Images)

Antes de que Trump llegue a Alemania, hará una parada de quince horas en Polonia, un país donde es probable que reciba una bienvenida positiva de un gobierno conservador y una población en gran medida proestadounidense. Se dirigirá a una cumbre regional de líderes de Europa del Este y pronunciará un discurso al aire libre en la Plaza Krasinski, lugar en donde se encuentra un monumento a los polacos que lucharon por liberar Varsovia de la ocupación alemana en la Segunda Guerra Mundial. Funcionarios de la Casa Blanca dijeron que el discurso explicaría, en términos generales, la visión de Trump de los lazos transatlánticos.

El gobierno derechista de Polonia ha causado preocupación en Bruselas, donde los líderes de la Unión Europea temen que las reformas constitucionales propuestas y una represión de los medios de comunicación opositores puedan constituir un retroceso democrático. Pero esas preocupaciones no impidieron que Trump programara una parada en el país, donde se espera que elogie el éxito de Polonia en el cumplimiento de su promesa de gastos de defensa de la OTAN y todas las nuevas exportaciones de gas natural líquido estadounidense, en una apuesta del país por deshacerse de la energía producida en Rusia.

Y aunque los polacos, como la mayor parte del mundo, siguen considerando a Trump con cierto escepticismo (principalmente debido a sus intenciones poco claras hacia Rusia, con la que comparten una frontera), la población del país es en gran medida favorable a Estados Unidos en general, lo que significa que espera ser recibido por animadas multitudes durante su breve estadía.

La visita a una capital amistosa es similar a la decisión de Trump en mayo de hacer de Arabia Saudita su primera etapa en una gira por el extranjero, donde se le dio una exquisita bienvenida real antes de viajar a destinos más tensos.

Fría bienvenida a Trump en Alemania

Pero es poco probable que los aplausos sigan a Trump de Polonia a la cumbre del G20. Los organizadores esperan que las protestas a gran escala sean parte del escenario de esta cumbre. Pero incluso encerrado en los confines de la sala de conferencias del Hamburgo Messe, es poco probable que Trump encuentre mucho acuerdo en su agenda. Merkel ha diseñado su cumbre para resaltar las áreas donde ya ha tenido desavenencias con Trump, entre ellas el comercio.

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Encuentro con Putin por primera vez

Durante su estadía en Hamburgo, Trump se reunirá por separado con el presidente de China, Xi Jinping, así como con los líderes de otros ocho países, una ambiciosa agenda cuyo punto culminante es la reunión con Putin la tarde de este viernes, la primera entre ambos desde la elección del mandatario estadounidense.

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Líderes en Europa esperan que Trump ofrezca garantías de que le hará caer en cuenta a Putin de la larga lista de quejas contra el líder ruso, entre ellas la provocadora actividad cibernética.

Trump también enfrenta una inmensa presión política en casa para que plantee el asunto de la intromisión electoral durante su reunión con Putin, cuya logística aún estaba siendo resuelta por la Casa Blanca y el Kremlin a mitad de semana. No obstante, varios altos funcionarios del gobierno y personas cercanas a la Casa Blanca dijeron que no esperaban que Trump planteara la cuestión, al menos de manera significativa, durante sus conversaciones con el mandatario ruso.

En cambio, dijeron que la agenda estaría encabezada por la guerra civil en Siria y la crisis en Ucrania. Eso podría poner más tensas las tensiones entre Trump y otros líderes mundiales, que temen que las pasadas alabanzas del presidente hacia Putin y su deseo de trabajar con el líder ruso puedan significar que no tome duras decisiones en cuanto a disputas territoriales o ciberataques.

"Tal como el presidente ha dejado claro, le gustaría que Estados Unidos y todo Occidente desarrollaran una relación más constructiva con Rusia", aseguró H. McMaster, asesor de seguridad nacional de Trump, en una reunión informativa la semana pasada. "Pero también ha dejado claro que haremos lo necesario para enfrentar el comportamiento desestabilizador de Rusia".

McMaster, quien afirmó que no había agenda para la reunión, sugirió que Trump estaba dispuesto a tomar medidas que permitirían una mejor relación entre Washington y Moscú. Pero ese deseo de encontrar áreas de acuerdo ha despertado la preocupación entre los expertos en seguridad nacional, incluso dentro del equipo de Trump, a quienes les preocupa que Trump pueda estar desprevenido con un muy calculador y preparado Vladimir Putin.

"Si Vladimir Putin llega con una gran propuesta, puede que la campana de alarma del presidente Trump se apague por lo bien que suene, pero podía haber algunas trampas allí", afirmó Steven Pifer, experto del Instituto Brookings y exembajador de Estados Unidos en Ucrania. "No está claro que eso se vaya a notar en la primera reunión".