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Eclipse

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El eterno misterio del eclipse solar total: de la mística a la geometría

Por Meg Urry

Nota del editor: Meg Urry es profesora de la cátedra Israel Munson de física y astronomía, y directora del Departamento de Física en la Universidad de Yale, donde es también directora del Centro Yale para Astronomía y Astrofísica. Las opiniones expresadas en este comentario son de su propia responsabilidad.

Sun Valley, Idaho (CNN) -- Hay un profundo abismo entre lo que es un eclipse solar y cómo hace que la gente se sienta.

Los relatos históricos y los autores de ficción invocan el misterio de un eclipse solar total. Los observadores de eclipses los han calificado como cambiantes de la vida, sorprendentemente hermosos e incluso místicos. Después de ver su primer eclipse, muchos dedican su tiempo libre a perseguir fenómenos de este tipo alrededor del planeta.

Ni el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y la primera dama, Melania Trump, quisieron perderse el eclipse. (Crédito: Mark Wilson/Getty Images)

Sin embargo, para un astrónomo, un eclipse es la consecuencia de la simple geometría. La Luna se alinea entre la Tierra y el Sol, de modo que su sombra cae sobre el planeta. Debido a una coincidencia de tamaño y ubicación relativa, el tamaño aparente de la Luna (en realidad 400 veces más pequeño y 400 veces más cerca que el sol) coincide exactamente con el tamaño aparente del sol en el cielo, por lo que puede bloquear completamente la luz del sol para aquellos en el camino de la sombra a través de la Tierra.

Todo esto nos lleva al Eclipse del Siglo de este 21 de agosto de 2017. Junto con cientos de otros miles de estadounidenses, viajé para ver este eclipse en su totalidad, visible a lo largo de una franja de aproximadamente 112 kilómetros de ancho, desde Oregón hasta Carolina del Sur.

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Estoy en Sun Valley (Idaho), donde cientos de astrónomos asisten a la decimosexta reunión de la División de Astrofísica de Alta Energía de la Sociedad Astronómica Estadounidense. Aquí, el período de totalidad duró un minuto y trece segundos. (El eclipse entero, desde cuando la Luna comenzó a cruzar el disco solar hasta cuando lo dejó, duró casi tres horas). Aquellos que estuvieron dispuestos a manejar 96 kilómetros al norte en un tráfico pesado vieron más de dos minutos de oscuridad total.

Todos estuvimos ansiosos por ver el día convertido en noche, con las estrellas y los planetas brillando brevemente en un cielo oscuro, el aire fresco, los vientos cambiantes y la reacción de los animales ante la falta súbita y fugaz de luz solar.

El Sol suministra energía vital para calentar el planeta, cultivar e iluminar nuestras vidas. En la antigüedad, antes de que los astrónomos griegos descubrieran que la geometría simple causaba el efecto, la súbita desaparición del Sol que permitía la vida debía haber sido aterradora.

También era completamente natural vincular un eclipse a algún evento anterior: un argumento, un cambio político, cualquier tipo de error, cualquier cosa que pudiera hacer que los humanos se sintieran culpables. "Seguramente", nuestros antepasados debieron haber pensado, "es porque hicimos esto que los dioses ahora nos están castigando". Es la naturaleza humana interpolar causa y efecto incluso cuando dos eventos no están relacionados.

Tristemente, ningún misticismo se atribuye a un eclipse solar. Es simple: la luna orbita alrededor de la Tierra, y de vez en cuando, para los espectadores en algún lugar del planeta, se alinea precisamente con el Sol, borrando todas excepto las porciones más externas de la luz solar. Debido a que las órbitas se entienden, los eclipses futuros pueden predecirse con alta precisión.

 

La rareza (la coincidencia que es un verdadero rompecabezas en este momento) es que los tamaños de la Luna y el Sol son, para un observador en la Tierra, más o menos iguales. Específicamente, la relación entre el radio de la Luna (1.738 kilómetros) y su distancia a la Tierra (384.401 kilómetros), lo que los astrónomos llaman su tamaño angular, es aproximadamente un cuarto de grado (360 grados que constituyen un círculo completo alrededor del cielo ). El tamaño angular del Sol, es decir, su radio (696.342 kilómetros), dividido por su distancia (149.597.471 kilómetros), es más o menos el mismo (0,0045 grados para la Luna y 0,0046 grados para el Sol).

Estos tamaños angulares dependen del tamaño de la Luna, del tamaño del Sol, de la distancia entre la Luna y la Tierra y de la distancia del Sol a la Tierra. Dado que la Tierra, la Luna y el Sol se formaron en diferentes momentos de diferentes maneras, parece extraño que terminaran con una relación geométrica similar. Si quieres reflexionar sobre un misterio, este es uno.

De hecho, todo parece misterioso antes de que lo entendamos. Los eclipses fueron percibidos alguna una vez como una fuerza inexplicable y externa. Ahora sabemos que no tienen ninguna relación con las actividades terrestres.

Con otros fenómenos naturales sucede lo mismo. Antes de que Newton formulara su teoría de la gravedad, las órbitas de los planetas alrededor del Sol eran misteriosas. Ahora bien, la ley de la gravedad explica cómo los planetas giran alrededor de otras estrellas, así como la colección de estrellas que se convierten en galaxias y cómo se mueven estas a través del universo. Lo que antes era un nebuloso misterio, es explicado por la ciencia.