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Donald Trump

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Las claves del viaje de Trump a Asia

Por Dan Merica

Manila (CNN) -- El presidente Donald Trump completó su larga gira por cinco países de Asia este martes, poniendo punto final a cerca de dos semanas en las que empezó a rehacer el enfoque de Estados Unidos en el mundo, mientras buscaba consenso sobre cómo enfrentar a Corea del Norte.

El viaje fue un paso significativo para Trump, que no se había aventurado hacia el exterior desde julio, dándole la oportunidad de apoyarse personalmente en países en la región para combatir a la nación rebelde, un tema que se ha convertido en su principal enfoque de política exterior.

Trump completó su gira de 12 días por Asia, en la que visitó cinco países y replanteó la posición del país en el mundo.

Pero incluso mientras Trump buscaba construir consenso, también resaltó la necesidad de que los países de la región sigan siendo soberanos, insinuándoles a los líderes de Asia que se enfocará sobre todo en temas que impacten a Estados Unidos y que no se inmiscuirá en los asuntos internos de naciones extranjeras.

Esto reconstruye el enfoque de Estados Unidos sobre el mundo, centrándose más en el comercio y la economía, mientras disminuye el énfasis en cuestiones como derechos humanos y conflictos regionales.

Estos son los seis puntos más importantes del viaje de Trump por Asia:

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1. El cambio de rol de Estados Unidos

Trump llegó a Asia con dos objetivos principales: construir una coalición para detener a Corea del Norte y convencer a los mercados asiáticos de hacer negocios con Estados Unidos, incluso aunque esté terminando con acuerdos comerciales como el Acuerdo Transpacífico (TTP).

Lo que quedó claro durante el tiempo de Trump en el exterior es que el nacionalismo económico de línea dura —con su retórica de "EE.UU. primero" que lo hizo llegar a la presidencia— podría dejar a Estados Unidos atrás.

Eso fue aparente en Da Nang, Vietnam, donde Trump le dijo a una audiencia de países asiáticos que no dejará que “se aprovechen más de Estados Unidos” y se comprometió a seguir el comercio bilateral y no multilateral con otros países.

Poco después, varios países de la cumbre de Cooperación Económica Asia-Pacífico siguieron adelante sin Trump, y 11 ministros de los países que quedaron en el TTP —incluyendo Japón, Canadá y Australia— acordaron elementos centrales de un nuevo acuerdo comercial que excluye a Estados Unidos.

El mensaje —intencionado o no— fue una reprimenda a Trump, en la que se muestra que los países de la región están menos interesados en el comercio bilateral con EE.UU. y que están felices de seguir adelante económicamente sin Trump, quien pasó gran parte de su tiempo en Asia pregonando negocios futuros con empresas de la región.

2. Para cada uno lo suyo, globalmente

En una región que alguna vez fue un semillero de guerras de poder que involucraban a Estados Unidos, Trump instó a los líderes asiáticos a que se enfocaran en sus propios países y gente, y que no le respondieran a nadie más allá de sus fronteras.

“Queremos que nuestros socios en la región sean fuertes, independientes y prósperos, que tengan el control de sus propios destinos”, dijo Trump este lunes en la cumbre de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático, en Manila.

El mensaje: enfóquense en su país y Estados Unidos hará lo mismo.

Esto concuerda con la opinión de Trump de que Estados Unidos debería estar menos involucrado en todo el mundo, pero se aparta de gobiernos del pasado que usaron el poder del país para aplicar presión diplomática a los países de la región.

Durante el viaje, Trump respaldó la retórica al ignorar los derechos humanos.

Trump no hizo mención pública de los derechos humanos cuando visitó China, un país que durante mucho tiempo ha restringido la libertad de expresión y ha reprimido fuertemente a los disidentes. El mandatario evitó públicamente el tema de los derechos humanos cuando se reunió con Rodrigo Duterte, el controversial presidente de Filipinas, quien ha aplaudido públicamente e inspirado miles de ejecuciones extrajudiciales como parte de un esfuerzo nacional para deshacerse de los usuarios de drogas en Filipinas.

El mensaje con el que se quedaron los funcionarios filipinos fue simple: Trump no interferirá con lo que queremos hacer.

3. La adulación te llevará a cualquier lado

(Crédito: THOMAS PETER/AFP/Getty Images)

Para Trump, uno de los puntos más importantes de este viaje fue lo bien que fue recibido.

En Corea del Sur, el presidente Moon Jae-in felicitó a Trump por el año de su elección y por el floreciente mercado bursátil, dos áreas que a Trump le encanta presumir.

En China, Trump fue invitado a una inusual cena dentro de la Ciudad Prohibida y disfrutó de un desfile militar que después describió como “magnífico”.

En Japón, el primer ministro Shinzo Abe —un líder mundial que ha jugado golf con Trump en varias oportunidades— bromeó diciendo que “cuando juegas golf con alguien no solo una vez, sino dos veces, debe ser tu persona favorita”.

Los líderes asiáticos le apostaron al hecho de que la adulación funciona… y están en lo correcto.

Parado junto a los primeros ministros de Australia y Japón, Trump dijo: “Es una alfombra roja como la que nadie, creo, haya podido ver antes”. Y luego agregó que se trataba de “un signo de respeto, tal vez un poco mí, pero en realidad, para nuestro país”

La mayor parte del tiempo, Trump ha tenido un tono moderado con los líderes asiáticos y evitó presionarlos públicamente en temas polémicos. Además ha trabajado por construir relaciones personales con cada uno de los líderes.

4. Unidos sobre Corea del Norte

Durante su tiempo en Asia, Trump se dirigió con un tono mesurado, pero serio, sobre Corea del Norte, usando a la nación rebelde como una fuerza unificadora para la región y esperando que esos lazos unan a países como China, Corea del Sur y Japón.

El argumento de Trump en la región fue que aunque los países tuvieran diferencias, temas como Corea del Norte —que Trump describió como una “amenaza” durante todo el viaje— les dará a los países un punto focal donde podrán trabajar juntos.

Durante un discurso punzante en Corea del Sur, Trump le advirtió a Corea del Norte que no provocara a Estados Unidos, argumentando que cualquier ataque contra el país o sus aliados sería un "error de cálculo fatal".

Trump incluso se dirigió personalmente a Kim Jong-un: “Corea del Norte no es el paraíso que su abuelo imaginó”, le dijo a Kim. “Es un infierno que ninguna persona se merece”.

5. El invitado amable

Trump les siguió la corriente a sus anfitriones durante su viaje en Asia.

Es inusual ver al presidente vestido de algo además de su traje de corbata o su atuendo de golf, pero mientras estuvo en Asia, Trump abrazó algunos aspectos únicos de las cumbres como APEC y ASEAN al llevar el traje tradicional que cada nación anfitriona le da a los líderes mundiales.

En Vietnam, Trump llevó una camisa de seda azul para la llamada foto familiar de la APEC, manteniendo la tradición iniciada por Estados Unidos en 1993.

En Filipinas, Trump llevó un barong tagalog, una camisa de manga larga, un atuendo tradicional del país.

Lo que fue aparente durante el viaje fue que Trump no tuvo problemas en acoger en las tradiciones a veces idiosincrásicas de estas cumbres internacionales.

Algo que quedó claro cuando Trump fue instruido sobre el "apretón de manos de la ASEAN" durante la apertura del evento el lunes.

6. Rusia se avecina

Incluso a miles de kilómetros de Washington, el tema de Rusia persiguió al presidente hasta Asia.

Trump habló con el presidente Vladimir Putin tres veces durante la cumbre APEC, en Vietnam, pero la importancia de los encuentros superó su brevedad: Trump dijo que terminó de confrontar al presidente ruso por la intromisión en las elecciones, y les dijo a los reporteros que las preguntas son insultantes para el mandatario ruso y que lastimaba la habilidad de Estados Unidos de trabajar con ese país.

Las reuniones de Trump con Putin llegan en medio de un torbellino de nuevos avances de la investigación del fiscal especial Robert Mueller sobre la intromisión en las elecciones, incluyendo dos acusaciones para dos altos funcionarios de campaña de Trump y una declaración de culpabilidad de otro.

Lo que sí quedó claro en Asia es que Trump no solo superó las investigaciones, sino que ahora dice que estas lastiman a Estados Unidos.

“No me puedo parar allí y discutir con él", agregó. “Prefiero que salga de Siria, para ser honesto con ustedes. Prefiero tenerlo, ya saben, trabajando con él en Ucrania a estar parado y discutiendo".