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Negocios

Décadas de malos manejos dejaron en la crisis a General Electric

Por Matt Egan

(CNNMoney) -- General Electric ha sido un pistón del motor de la economía estadounidense durante 125 años. Fue pionero en la creación de la bombilla eléctrica y del motor de reacción. Sobrevivió la Gran Depresión, la crisis del .com y el colapso financiero de 2008.

Pero ahora General Electric (GE) enfrenta un tipo de desafío diferente, una pesadilla de crisis de efectivo que podría tomar varios años en recuperarse. GE ha quedado en crisis por años de cuestionable negociación, complejidad innecesaria y una turbia contabilidad.

Esos problemas se los autoinflingió. Y son sorprendentes porque le ocurrieron no solo a un ícono de los negocios estadounidenses, sino también con dos directores ejecutivos legendarios: Jack Welch y Jeff Immelt.

Para los 300.000 empleados de General Electric y millones de accionistas, las consecuencias han sido dolorosas. Más de 100.000 dólares en el valor del mercado han desaparecido de GE desde noviembre, más de los valores combinados de Ford, Delta y UnitedContinental. GE, aún siendo un elemento básico en las carteras de inversión, se ha desplomado en un 42% este año.

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Las acciones cayeron a un bajo histórico en seis años la semana pasada después de que la compañía admitiera que no podía seguir pagando los dividendos que alguna vez simbolizaron su estabilidad. Es la segunda vez que la compañía tiene que recordar dividendos desde la Gran Depresión.

John Flannery, el director ejecutivo que fue contratado para limpiar el desorden, reconoció que la recuperación de General Electric tomará tiempo y requerirá vender otro pedazo de su imperio en retroceso.

Este pilar de las empresas estadounidenses está experimentando un punto bajo incluso cuando el resto de la economía se dispara.

“Cuando muchas personas piensan en GE, piensan en Estados Unidos”, dice John Inch, analista de Deutsche Bank que cubre GE. “Es difícil para ellos entender cómo esto cayó tan rápido”.

El derroche de gastos de GE se volvió en su contra

Welch, que fue director ejecutivo entre 1981 y 2001, volvió a GE un superconglomerado que poseía un importante banco y NBC. Pero ese modelo de negocio se ha descartado por ser demasiado complejo, y en retrospectiva, está claro que la compra compulsiva de Welch enmascaró problemas.

Esos problemas estallaron cuando él se fue. El ejemplo más obvio es General Electric Capital, la compañía de finanzas que le causó a GE un golpe casi fatal durante la crisis de 2008.

“Immelt heredó una compañía de Jack Welch que había tratado muchos problemas debajo de la alfombra”, dijo Inch.

Jeff Immelt, expresidente de GE.

Martin Sankey, un analista senior en Neuberger Berman, que ha seguido de cerca a GE desde 1981, dice que Welch hizo su parte de los errores con negocios y operaciones, “algunos de los cuales aparecieron ante sus ojos y otros que aparecieron mucho más tarde”.

No hace mucho tiempo, el criticismo de Welch habría sido impensable. Era una fuerza desbordada a quien Fortune nombró el “gerente del siglo” en 1999. Esa aura ha sido perforada.

Welch, que no hizo un comentario para esta historia, aún aparece frecuentemente en CNBC. Recientemente lanzó un MBA en internet en la Universidad Staryer, con su propio nombre.

‘Choque de trenes’

Una de las responsabilidades de un director ejecutivo es decidir dónde desplegar el dinero. Después de que Immelt tomó el mando de Wlch, General Electric a menudo eligió los lugares equivocados en el momento equivocado.

Esas pobres decisiones sobre gerentes y adquisiciones han contribuido a la crisis de efectivo: esta compañía gigante ya no genera el suficiente dinero para pagar inversiones en el negocio y dividendos para accionistas. La crisis ha estado por años en el mercado, pero solo recientemente Wall Street se ha dado cuenta de lo mala que es la situación.

Considera la adquisición por 9.500 millones de dólares de la empresa de energía Alstom. que hace turbinas de carbón usadas por plantas de energía. La transacción de 2015 de GE fue la mayor compra industrial de la compañía. Para GE, el negocio representaba una duplicación de los combustibles fósiles, incluso mientras fuentes de energía, como la solar, estaban ganando popularidad. No sorprendentemente, GE admitió esta semana que Alstom ha sido una gran decepción, y que su negocio de energía está en ruinas.

“Si pudiéramos regresar el tiempo hoy, pagaríamos un precio sustancialmente más bajo del que pagamos”, le dijo Flannery a CNBC.

Inch dijo que el acuerdo con Alstom fue un “desastre” que apoya la reputación de GE de “comprar caro y vender barato”.

De otra parte, dijo, GE pagó en exceso por muchas de sus propiedades de petróleo y gas, lo que obligó a fusionar esas empresas el año pasado con Baker Hughes, un importante proveedor de servicios y equipos para la extracción de petróleo. GE dijo esta semana que ya está explorando formas de salir de su participación mayoritaria en Baker Hughes.

La compañía ha tenido una “historia abismal de Fusiones y Adquisiciones”, escribió recientemente en un reporte Scott Davis, director ejecutivo y analista líder de Delius Research.

Mucho de esta situación ocurrió bajo el mando de Immelt, que alguna vez tuvo una reputación de CEO de primera clase. Fue nombrado tres veces como el ‘Mejor CEO del mundo’ por Barron’s, y estuvo en los consejos de directores ejecutivos bajo los gobiernos de Donald Trump y de Barack Obama.

Sin embargo, GE fue la acción con peor desempeño en el Dow durante el reinado de 16 años de Immelt. Era un miembro original del promedio de acciones venerable. Ahora se habla de expulsar a GE del índice bursátil Dow por completo.

Davis describió que la tenencia de Immelt fue un "choque de trenes" y dijo que su salida este año "llegó aproximadamente 10 años tarde".