CNNEarrow-downclosecomment-02commentglobeplaylistsearchsocial-facebooksocial-googleplussocial-instagramsocial-linkedinsocial-mailsocial-moresocial-twittersocial-whatsapp-01social-whatsapptimestamptype-audiotype-gallery

Donald Trump

Donald Trump

Trump hablará de su éxito en el discurso del Estado de la Unión mientras Washington se pudre desde adentro

Por análisis de Stephen Collinson

(CNN) -- El presidente de EE.UU., Donald Trump, se embarcará en el debut de su discurso del Estado de la Unión este martes con la formidable tarea de apoyar una presidencia amenazada por el escándalo de Rusia, un caso que está sembrando rencor en Washington y desgarrando la unidad nacional.

Si el patrón de la presidencia de Trump se mantiene como hasta ahora, su base política le dará a su discurso una bienvenida entusiasta y considerará cualquier crítica al presidente como la respuesta típica de los medios de comunicación. Pero con un índice de aprobación por debajo del 40%, es un hecho que la capacidad del presidente de ganar sobre el resto del país está comprometida.

Es también probable que sin importar lo que él diga, en parte estará ensombrecido por las señales de que la investigación rusa está llegando a un punto crítico, en medio de intentos intensos de los republicanos de desacreditar la investigación del equipo del fiscal especial Robert Mueller. Lo mismo podría decirse de la asfixiante amargura en Washington luego del reciente apagón del gobierno y el resentimiento provocado por un debate de inmigración que es un problema existencial para ambas partes, y podría cerrar el gobierno nuevamente a principios del próximo mes.

Los presidentes usualmente usan este evento anual para invocar unidad, para alcanzar divisiones de partidos y comercializar las prioridades políticas mientras se deleitan con de la pompa de una ocasión diseñada para resaltar su poder y prestigio.

publicidad

Aún así debido a la manera como Trump ha actuado como presidente —tirando de las divisiones sociales y culturales y rara vez tratando de llegar más allá de su base política— su capacidad de reformar el ambiente político este martes podría estar limitada.

La propensión de Trump a pisotear sus propios momentos políticos diseñados y el uso de su cuenta de Twitter para ventilar su ira y provocar indignación, ha endurecido las actitudes del público hacia él. Esto, incluso, podría disminuir el potencial de transformación del gran discurso del martes en la noche.

Un discurso sin filtros

Aún así, el discurso del Estado de la Unión sigue siendo el gran evento del año en el que el presiente, asegurándose de una gran audiencia en televisión, puede recibir atención sin filtros y sin discusión mientras disfruta de los tipos de ovación de pie que alimentan el hambre de afirmación del presidente Donald Trump.

La Casa Blanca dice que Trump usará el discurso de este martes en la noche para afirmar que sus recortes y regulación de impuestos han desencadenado una nueva era de prosperidad económica, mientras busca obtener crédito por los logros que él cree aún no han ganado el reconocimiento suficiente.

El presidente asegurará que reconstruirá el ejército de Estados Unidos y restaurará la postura estadounidense de “paz a través de la fuerza” en el mundo. Trump también aprovechará la oportunidad de vender su plan proteger de la deportación de inmigrantes indocumentados que fueron traídos a Estados Unidos cuando eran niños a cambio de un financiamiento masivo para su muro fronterizo, una propuesta que los demócratas ya han rechazado. El presidente también espera impulsar su plan de infraestructura, una iniciativa que podría ganar apoyo demócrata.

La secretaria de Prensa de la Casa Blanca Sarah Sanders prometió que el discurso de Trump, que él ensayó durante todo el lunes, sería “increíble”.

De alguna manera, el discurso de este martes marcará un momento de transición para la presidencia de Trump. Hasta ahora, Trump ha hecho poco para convencer a los votantes que lo desprecian como presidente. Pero argumentarle al país que los prospectos económicos se han disparado bajo su liderazgo es una súplica implícita para aquellos que no les gusta que pasen por alto sus reservas para su propio bienestar financiero.

Es un argumento que probablemente constituirá la base de los esfuerzos republicanos para aferrarse al control de la Cámara de Representantes y del Senado en las elecciones legislativas de noviembre. Pero teniendo en cuenta cómo las divisiones políticas se han endurecido durante la presidencia de Trump, es cuestionable si todavía hay muchos estadounidenses que tienen que decidirse por él.