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Huracán María

María

La guía visual del éxodo en Puerto Rico: ¿a dónde están llegando sus habitantes?

Por John D. Sutter, Sergio Hernández

Nota del editor: ¿saliste de Puerto Rico después del huracán María? Queremos oír tu experiencia. Envíanos un mensaje de texto a través de iMessage o WhatsApp al número +1-347-322-0415.

Antes de que el huracán María golpeara a Puerto Rico el pasado 20 de septiembre, ya se estaba viviendo una inmigración sin precedentes de la isla caribeña hacia el territorio continental de Estados Unidos, debido –al menos en parte– a la crisis financiera que atravesaba este estado libre asociado. Tras el ciclón, los académicos están empezando a usar términos como “éxodo” y “estampida” para describir la salida masiva de personas.

“Esta es la mayor migración de Puerto Rico desde que se tienen registros”, indicó Jorge Duany, profesor de antropología en la Universidad Internacional de la Florida.

Algunas de las razones para este fenómeno son obvias: millones de estadounidenses que vivían en la isla se quedaron sin electricidad y sin agua corriente a causa del huracán categoría 4. Las escuelas cerraron. Los trabajos se perdieron. Parecía existir poca esperanza en el horizonte. Los puertorriqueños son ciudadanos estadounidenses y pueden mudarse a los demás estados sin visados ​​ni otros trámites. Y, entonces, muchos lo hicieron.

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Aún así, el alcance y la forma de esta diáspora continúan siendo un misterio.

Hasta el momento, los cálculos para definir su magnitud se basan en los datos de pasajeros en las aerolíneas. Estrategia que algunos académicos consideran poco confiable porque tomar un vuelo fuera de la isla no significa necesariamente que vas a migrar a otro estado. Por su parte, las cifras de la matrícula escolar de la Florida han agregado algo claridad, pero únicamente cubren a los estudiantes que se presentaron en Estado del Sol y no en el resto del país.

Para tener una idea más clara de los patrones de inmigración, CNN analizó datos de dos agencias del gobierno federal obtenidos bajo la Ley de Libertad de Información de EE.UU.

En conjunto, la información de la Agencia Federal para Manejo de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés) y del Servicio Postal de Estados Unidos revelan que los puertorriqueños parecen haber llegado a los 50 estados del país, después del huracán María.

Hasta el 11 de noviembre, la FEMA recibió al menos 10.600 solicitudes para asistencia de desastres, que provenían de códigos postales ubicados en 50 estados y Washington, según los datos de la entidad proporcionados a CNN.

Las solicitudes pueden representar hogares y no personas individuales. El promedio de los hogares puertorriqueños es de aproximadamente tres personas, según la Oficina del Censo de EE.UU.

En total, la FEMA recibió más de un millón de solicitudes de ayuda relacionadas con el huracán María en Puerto Rico, lo que indica que casi todas las personas que pidieron asistencia a la agencia bajo sus programas de Auxilio Individual no abandonaron la isla después del ciclón.

Sin embargo, los datos parecen revelar un aumento sustancial en la salida de personas de Puerto Rico.

“Parecería posible que tengamos el ritmo de una emigración histórica neta hacia EE.UU.” desde Puerto Rico, señaló Jens Manuel Krogstad, editor del Centro de Investigaciones Pew. “En 2015, la emigración neta fue de cerca de 64.000 personas. Por lo tanto, según los números descritos, suena posible que incluso después de unos pocos meses, ya estemos en camino a rebasar eso”, añadió

Por su parte, entre el 1 de octubre y el 31 de diciembre, el Servicio Postal de Estados Unidos recibió al menos 6.590 solicitudes para cambio de dirección –casi cinco veces más la cantidad registrada durante los mismos meses del año anterior– desde Puerto Rico y las Islas Vírgenes de EE.UU. hacia 50 estados del país y el Distrito de Columbia. El Servicio Postal también recibió alrededor de 2.900 solicitudes adicionales para cambiar direcciones dentro de Puerto Rico, según indican los datos, lo que sugiere que mientras algunas personas salieron de la isla, otras se mudaron dentro del territorio golpeado por el huracán.

Ahora, ninguna de las dos fuentes de información es una medida precisa de la inmigración provocada por María. Es posible que algunas personas hayan cambiado sus direcciones por motivos no relacionados con el huracán. Además, los solicitantes de la FEMA podrían haber registrado las direcciones en los otros estados por razones distintas a la inmigración. Incluso, es posible que hayan puesto la dirección de un pariente en la parte continental de Estados Unidos, incluso si no se salieron de Puerto Rico, señaló un representante de la FEMA.

Múltiples demógrafos y expertos en desastres explicaron que estos métodos de conteo –como el seguimiento a las solicitudes de ayuda y los cambios oficiales de dirección– pueden dejar de registrar considerablemente la verdadera cantidad de personas que huyeron de Puerto Rico después del huracán María.

Y eso se debe a que no todos los que se fueron de Puerto Rico presentaron una solicitud ante la FEMA, y parte de los que sí lo hicieron y también se mudaron pudieron haber registrado la dirección de un pariente o un amigo en lugar de su nueva ubicación, apuntó Alexis Santos, demógrafo de la Universidad Penn State, quien creció en Puerto Rico. Otros incluso pueden salir de la isla sin saber exactamente a dónde llegarán, añadió, lo que dificulta seguir las reubicaciones basadas en esta información.

“No sé qué tan representativo sea eso de todas las personas que se han ido”, sostuvo sobre los hallazgos William H. Frey, investigador de la Institución Brookings, quien también estudió la diáspora del huracán Katrina. Y, según dijo, más interesantes son los datos sobre los lugares a dónde la gente llegó.

Entre las mayores sorpresas: los inmigrantes parecen haberse mudado a todos los estados de EE.UU.

Los solicitantes de la FEMA registraron sus actuales códigos postales ubicados en 48 estados, incluidos 11 hogares en Hawai, siete en Alaska, tres en cada una de las Dakotas y dos en Wyoming.

Los datos del Servicio Postal sugieren que, tras el huracán, las personas se mudaron al menos a 49 estados –a todos menos Alaska– además de la ciudad de Washington, las Islas Vírgenes de EE.UU. y las Islas Marianas del Norte.

“Hay personas llegando a Dakota del Sur para trabajar en granjas y fábricas de pavos”, indicó Edwin Meléndez, profesor de asuntos urbanos y planeación en el Hunter College de Nueva York y director del Centro de Estudios Puertorriqueños. También explicó que los inmigrantes siguen principalmente los patrones establecidos por los familiares y amigos que llegaron antes, pero también buscan trabajos estables en cualquier lugar donde estén disponibles.

“La gente está buscando cualquier tipo de trabajo que puedan conseguir”, coincidió Krogstad del Centro de Investigaciones Pew. “Y si (el trabajo) es en Alaska, están dispuestos a darle una oportunidad”.

“Eso sucede mucho con la inmigración”, continuó. “Es lo que ha ocurrido un montón en los últimos 25 años con la inmigración al oeste medio (de Estados Unidos) desde América Latina: personas que se mudaron a pueblos pequeños que anteriormente no habían experimentado mucha diversidad demográfica”, completó.

Y la Florida parece ser, de lejos, el principal destino para los inmigrantes que dejó María.

Más de la mitad –el 52%– de los hogares que presentaron solicitudes de emergencia ante FEMA en la parte continental de EE.UU. lo hicieron desde la Florida: el estado más cercano a Puerto Rico en términos geográficos y el principal destino para los puertorriqueños en los últimos años.

Fuera de Puerto Rico, los seis condados donde más se registraron solicitudes ante la FEMA quedan en la Florida: Orange, Osceola, Miami-Dade, Broward, Hillsborough y Polk, según datos de la agencia. Orlando-Kissimmee-Sanford, un área metropolitana en el centro de dicho estado que ya se conoce como la meca de los puertorriqueños, es el área metropolitana más importante para los solicitantes que salieron de la isla.

Otros estados donde también hubo alta afluencia de solicitudes fueron Nueva York, Pensilvania, Massachusetts, Nueva Jersey, Texas y Connecticut. Lugares que ya contaban con poblaciones de puertorriqueños considerables.

Los datos del Servicio Postal de EE.UU. revelan una historia similar: aproximadamente el 40% de las solicitudes de cambio en dirección de Puerto Rico y las Islas Vírgenes de EE.UU fue hacia nuevos códigos postales en la Florida. Otras ubicaciones principales para estos requerimientos –que incluyen solicitudes de reenvío de correo, así como órdenes de cambio de dirección reales– incluyen Pennsylvania, Virginia, Texas y Massachusetts, seguidas por las Islas Vírgenes de EE.UU.

Es lógico que las víctimas del huracán se muden a lugares donde ya se ha establecido un gran número de puertorriqueños, indicaron demógrafos y académicos.

¿Qué significa todo esto para la política de Estados Unidos?

Los puertorriqueños tienden a votar a la izquierda del centro, y muchos han expresado su indignación por la forma en que la Casa Blanca republicana manejó la respuesta federal al desastre. Y aunque, sí, los puertorriqueños son ciudadanos estadounidenses, incluso al estar en el Caribe, no pueden votar para elegir presidentes o miembros con derecho a voto en el Congreso de Estados Unidos, a menos que establezcan su residencia en los estados del país.

La Florida se ha convertido en un foco particular de atención, pues ha acogido a un gran número de inmigrantes. En octubre pasado, el gobernador del estado Rick Scott declaró la emergencia porque estaban llegando muchas personas. Las escuelas de la Florida han recibido a más de 11.500 nuevos estudiantes de Puerto Rico, desde que el huracán María devastó la isla, según datos proporcionados por el Departamento de Educación del estado el pasado 6 de febrero.

Aún así, queda muy poca información para argumentar que los inmigrantes de María influirán en las elecciones, aclaró Daniel Smith, profesor de ciencias políticas en la Universidad de la Florida.

“Tengo que esperar y ver”, dijo Smith. “Ciertamente, uno podría ver situaciones análogas (como) el desplazamiento de personas después de Katrina en Nueva Orleans. No creo que la lección que aprendimos de eso sea que aquellos que fueron desplazados –o que se quedaron en casa– se volvieron más políticamente activos”, señaló.

La otra pregunta es cuánto tiempo se quedarán las personas fuera de la isla.

Lori Peek, directora del Centro de Peligros Naturales de la Universidad de Colorado en Boulder, siguió a los inmigrantes durante años después de que el huracán Katrina golpeara la costa del Golfo de Estados Unidos en 2005. La gente se mudó varias veces, si no una docena, dijo. Algunos regresaron a casa.

“Fue increíble –y en ocasiones casi insoportable para el corazón y la mente– rastrear esa cantidad de desplazamientos en tan poco tiempo” después de Katrina, afirmó. “Un momento, un punto en un mapa en un momento singular, en realidad no cuenta la historia de lo que significa el desplazamiento, especialmente para las personas más desfavorecidas y de bajos ingresos. A menudo viven muy nómadas y con muy vidas inciertas, y cuando arrojas un desastre, todo está en juego. Y todo está en transición durante un período de tiempo tan largo”, explicó.

“¿Qué pasará con ellos?”, dijo Krogstad del Centro Pew. “Incluso antes del huracán, los puertorriqueños en la isla se quedaron significativamente atrasados frente a sus compatriotas en la parte continental de Estados Unidos con respecto ea una variedad de medidas económicas, como la pobreza infantil y el ingreso familiar mediano”, completó. Según él, la preocupación es que esa brecha pueda crecer aún más.

“Para ser sincero no es sólo es egoísta, sino que también no refleja las condiciones desesperadas y la desigualdad enrevesada bajo la cual vive la gente en la isla de Puerto Rico. Ese aspecto se pierde. Un lugar donde las personas son las más desesperadas”, señaló Carlos A. Suárez Carrasquillo, profesor de ciencias políticas en la Universidad de Florida.

Y los cambios demográficos sólo pueden empeorar las cosas.

La población de la isla ha disminuido desde 2004, al menos en parte debido a la crisis de la deuda de Puerto Rico y, más recientemente, a la quiebra del gobierno. Todos los indicios apuntaban a la continua disminución de la población, incluso antes del huracán María, según los demógrafos. Las consecuencias para la isla podrían ser severas. La población está envejeciendo. María puede ayudar a que los trabajadores vitales huyan. Y eso podría atascar aún más la economía, lo que llevaría a la disminución de los ingresos fiscales y los servicios gubernamentales.

“En 10 años, Puerto Rico tendrá menos de 3 millones de personas y aún se dirigirá rápidamente hacia los 2,5 millones o menos”, reveló Lyman Stone, un economista que trabaja para la Junta de Supervisión y Administración Financiera para Puerto Rico desarrollando proyecciones de población. “Una vez que esté por debajo de ese nivel, no creo que vuelva a ser superior a los 2,5 millones, efectivamente nunca”,

Pero más allá de eso, dijo Stone, sólo quedan preguntas: ¿habrá otro huracán? ¿Proporcionará el Congreso el dinero suficiente para ayudar a reconstruir? ¿Regresarán las personas a Puerto Rico o habrá más que huyan?

El tiempo lo dirá.

Curt Merrill de CNN contribuyó a este reporte. Las gráficas adicionales por India Hayes y Sean O'Key.