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Cine

“2001: Odisea del Espacio”, la película que 50 años después se mantiene actual, relevante y enigmática

Por Juan Carlos Arciniegas

Hollywood (CNN Español) -- La película que desde el jueves pasado ha sido la más vista en las salas de cine de Estados Unidos y en otros lugares del mundo es Ready Player One, una nueva aventura fantástica y de ciencia ficción dirigida por Steven Spielberg. Hoy, sin embargo, les propongo ver una que incluso en su momento, Spielberg no pudo contener sus ganas de correr a verla y que luego terminaría formándolo como cineasta.

Hace justo cincuenta años se estrenaba 2001: Odisea del Espacio, una película de ciencia ficción que sigue siendo una de las más significativas de su género, sino la más trascendental.

Razones para ello hay de sobra. Fue una que elevó al propio género que, de ser algo no muy elaborado en aquella época, se convirtió en una expresión de gran lenguaje visual, filosófico, existencial y hasta religioso.

Descifrar los mensajes contenidos en esta obra maestra implican un largo periodo de estudio y análisis. Sus interpretaciones son dignas de amplias disertaciones.

Fue una película que en 1968 nos presentaba un año 2001 de grandes avances en aspectos como la inteligencia artificial, pero que también invitaba a reflexionar sobre el estado más primitivo del ser humano.

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La película fue dirigida por uno de los grandes genios que ha tenido el cine mundial: Stanley Kubrick, quien además coescribió el guión con el autor de la novela del mismo nombre, el británico Arthur C. Clarke.

La ambigüedad y naturaleza abstracta de 2001 la convierten en un desafío para el espectador, pero también en una importante influencia para otros grandes cineastas. La Guerra de las Galaxias sería una de muchas que se inspiraron en ella.

Al comienzo, el público y la crítica no fueron benévolos y al año siguiente solo obtuvo un premio Oscar por sus efectos visuales. Kubrick, quien era el nominado en esa categoría, no asistió a la ceremonia. De hecho, pese a esa genialidad, Kubrick nunca recibió el Oscar en las cuatro ocasiones que fue candidato a mejor director. Eso, sin embargo, es tema para otro día, pero no una excusa para que no salgamos corriendo a ver 2001 con la misma expectación que un día sintió Spielberg.