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Inmigración

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Departamento de Justicia de EE.UU. exige cuotas de casos para jueces de inmigración

Por Tal Kopan

(CNN) -- El Departamento de Justicia de Estados Unidos anunció que evaluará a los jueces de inmigración de acuerdo a cuántos casos sentencian y qué tan rápido desarrollan cada caso. Jueces y abogados critican esta posible medida y la califican de potencial amenaza para la imparcialidad de los tribunales y quizás genere más deportaciones.

La ley de Estados Unidos otorga al secretario de Justicia amplio y sustancial poder para supervisar y anular los tribunales de inmigración, a diferencia del sistema de justicia civil y criminal, independiente del gobierno. En los tribunales de inmigración, los jueces son empleados del Departamento de Justicia.

Jeff Sessions, el actual secretario de Justicia, ha venido probando los límites de esa autoridad de múltiples maneras. En un memorándum de la semana pasada, el director de los tribunales de inmigración informó a los jueces que ahora serían evaluados en un conjunto de métricas que incluyen la velocidad y el volumen de casos escuchados.

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El Departamento de Justicia dice que la medida está diseñada para hacer que el sistema sea más eficiente. Los tribunales de inmigración tienen una acumulación de cientos de miles de casos, y puede tomar años para que el caso de un inmigrante llegue a su fin. En ese tiempo de espera, las personas hacen sus vidas en EE.UU. y los críticos señalan que el retraso de los tribunales de inmigración es un factor importante en la cantidad de inmigrantes indocumentados que viven en dicho país.

Encuentro de un grupo a favor de las políticas migratorias con otro que se opone.

La nota fue reportada por primera vez por The Wall Street Journal.

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Acelerar el trabajo de los tribunales y reducir el retraso han sido una prioridad para el Departamento de Justicia en la era de Trump y Sessions. Pero los abogados y el sindicato de jueces de inmigración se han opuesto a los cambios, diciendo que establecer límites numéricos en la cantidad de tiempo que los jueces pueden gastar en casos y la cantidad de casos que deben cerrar en un año podría hacen peligrar el debido proceso.

Los críticos argumentan que al acelerar el proceso, los tribunales podrían negar a los inmigrantes el tiempo de demostrar que tienen un derecho legítimo a permanecer en Estados Unidos. Los solicitantes de asilo, por ejemplo, a menudo están traumatizados, no están familiarizados con el inglés y con la ley de EE.UU., y pueden no tener educación avanzada o la capacidad de obtener rápidamente representación legal para ayudar a presentar sus casos, y mucho menos presentar evidencias y testigos rápidamente. Los tribunales de inmigración permiten a los inmigrantes tener un abogado, pero no existe el requisito de que el gobierno proporcione asistencia legal, a diferencia de los tribunales penales.

"Crear un entorno en el que los tribunales se preocupen más por la velocidad que la precisión y donde los jueces sean evaluados e incluso recompensados ​​en función de la cantidad y no de la calidad es inaceptable y una violación del debido proceso", dijo Laura Lynch, asesora política principal del Asociación Americana de Abogados de Inmigración.

Lynch agregó que las consecuencias de la decisión no son menores: en los casos en que la persona que solicita el asilo podría ser perseguida en su país de origen, el fallo podría poner en riesgo la vida de alguien.

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En la nota obtenida por CNN y enviada a todos los jueces de inmigración el viernes, el Departamento de Justicia establece medidas específicas de desempeño para los jueces, que incluyen completar al menos 700 casos por año, el equivalente a aproximadamente tres por día, y casos de finalización de tres días si el inmigrante está detenido o de 10 días cuando el inmigrante no está detenido.

Según el Departamento de Justicia, el juez de inmigración promedio completa actualmente 678 casos por año.

Si los jueces no alcanzan dicha cifra, podrían ser despedidos o potencialmente trasladados por todo el país, una táctica que podría sacar a los jueces del sistema.

Paul Schmidt, juez de inmigración retirado y un acérrimo crítico del gobierno de Donald Trump, dice que los jueces de inmigración recibirán el mensaje del Departamento de Justicia.

"Evaluar el desempeño de alguien en el número de casos que cierran obviamente tendrá algún efecto sobre el contenido de las decisiones", dijo Schmidt.