(CNN) – El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, está cada vez más confiando en su teléfono celular para contactar consejeros externos, según le han dicho múltiples fuentes dentro y fuera de la Casa Blanca a CNN, mientras Trump regresa al modo de operación independiente que caracterizó los primeros días de su administración.
“Él lo usa mucho más a menudo últimamente”, dijo un alto funcionario de la Casa Blanca sobre el uso del teléfono celular por parte del presidente.
Las fuentes citaron el aumento del uso del celular como un ejemplo de la menguante influencia del secretario general de la Casa Blanca, John Kelly, sobre quién tiene acceso al presidente.
Durante los primeros días del periodo de Kelly, Trump hizo muchas de sus llamadas desde el conmutador de la Casa Blanca, según dijeron varias fuentes, una táctica que le permitía a Kelly tener una lista impresa de a quién había llamado Trump. Kelly tiene menos conocimiento de a quién llama Trump desde su celular personal.
Aunque Trump nunca ha abandonado por completo su teléfono celular desde que Kelly llegó al equipo de gobierno, una fuente cercana a la Casa Blanca especuló que el presidente ha aumentado el uso de su dispositivo personal recientemente en parte porque “no quiere que Kelly sepa con quién está hablando”.
El alto funcionario de la Casa Blanca dijo que Trump “está hablando con todo tipo de personas” por su celular, y agregó que el aluvión de llamadas privadas de Trump es algo “reciente”.
“Las paredes se están rompiendo”
Tres fuentes familiares con la situación dicen que Trump también ha aumentado su alcance directo con los legisladores del Partido Republicano en las últimas semanas, a veces usando su teléfono celular.
“Básicamente, en este momento, está haciéndolo por su cuenta”, observó una fuente familiar con las llamadas de Trump a sus aliados en el Congreso.
“Kelly solía ser más claramente el guardián respecto a lo que es actualmente desde el punto de vista del Capitolio”, agregó esa fuente, notando que los miembros podrían llamar típicamente a la oficina de Kelly si querían arreglar una charla con Trump en vez de llamar al presidente directamente.
“No sé siquiera si él sigue siendo el secretario general”, agregó
Algunos aliados de la Casa Blanca dicen que ven a Trump solicitando consejos fuera del ala este más frecuentemente y que eso es un signo de que el estatus de guardián de Kelly con el presidente se ha disminuido.
“Definitivamente, las paredes se están rompiendo”, dijo una fuente cercana a la Casa Blanca sobre los procedimientos que Kelly había establecido inicialmente para regular el acceso a Trump. Otra fuente cercana a la Casa Blanca agregó que “muchas reuniones, muchas cosas han ocurrido últimamente sin que Kelly esté presente”.
El exdirector de campaña Corey Lewandowski ha sido uno de los más notables beneficiarios de la pérdida de contacto de Kelly. Una fuente dijo que Lewandowski se jactó recientemente ante sus amigos de que ahora tenía un acceso “sin restricciones” al presidente, incluyendo una cena reciente en la residencia con Trump, según dos fuentes.
A su llegada el año pasado, Kelly intentó limitar el acceso de Lewandowski a Trump y los privilegios casi sin control que él disfrutaba al inicio del gobierno, aunque los esfuerzos de Kelly nunca fueron completamente exitosos. Lewandowski no respondió a los requerimientos de CNN para hacer un comentario.
Trump también ha dejado claro que Larry Kudlow, su asesor económico, y John Bolton, su nuevo asesor de seguridad nacional, le reportan directo a él y no a Kelly, según le dijeron a CNN dos fuentes familiarizadas con el asunto. Sus predecesores le reportaban directamente al secretario general o al menos le informaban a Kelly después de las reuniones con el presidente, una señal potencial del cambio de Trump hacia controlar más lo que ocurre en su propia Casa Blanca.
Un alto funcionario de la Casa Blanca dijo que la ausencia de Kelly en las llamadas telefónicas y en las reuniones es más un reflejo del equilibrio que Trump y su secretario general han alcanzado desde que Kelly asumió el cargo.
“Ellos han alcanzado algún nivel de confort”, dijo el funcionario. “Solía haber un nivel de cuidado y no era organizado”. La fuente agregó que Kelly “duró meses” arreglando el proceso organizacional y que ahora Kelly no necesita estar en muchos asuntos.
Cuestiones de seguridad
Al expresidente Barack Obama se le permitía usar un Blackberry durante su presidencia. Sin embargo, la Casa Blanca dijo en ese momento que el dispositivo que se le dio a Obama estaba equipado con seguridad mejorada para proteger conversaciones potencialmente clasificadas.
Mary McCord, que solía liderar la división nacional de seguridad del Departamento de Justicia, dice que los smartphones tienen fama por sus vulnerabilidades de seguridad.
“Como los smartphones de funcionarios de gobierno de alto nivel —incluyendo al presidente— son objetivos obvios de los servicios de inteligencia extranjeros, el gobierno hace un esfuerzo significativo para asegurarse de que los teléfonos inteligentes emitidos por el gobierno estén constantemente actualizados para abordar las vulnerabilidades de seguridad”, dijo ella.
“El uso de los smartphones personales, que pueden no tener todas las características de seguridad que tienen los teléfonos emitidos por el gobierno o ser regularmente actualizados para abordar vulnerabilidades descubiertas recientemente, presentan un riesgo de seguridad potencial”, agregó McCord.
Otros expertos en seguridad dicen que el aumento del uso del celular del presidente hacen que sus llamadas sean más vulnerables a las escuchas de gobiernos extranjeros.
“Todos los dispositivos de comunicación de los altos funcionarios del gobierno son objetivos de los gobiernos extranjeros. Esto no es nuevo”, dice Bryan Cunningham, director ejecutivo del Instituto de Política de Ciberseguridad e Investigación de la Universidad Irvine de California.
“Lo que es nuevo en la era de los teléfonos celulares es la facilidad para interceptarlos y que al menos nuestros últimos dos presidentes … se han irritado por no poder usar sus teléfonos celulares personales”, agregó Cunningham. “Por supuesto, las llamadas son seguras solo si ambas partes usan un dispositivo seguro”.
Otra implicación del uso privado del teléfono celular de Trump, señaló Cunningham, es la posibilidad de que las conversaciones de Trump no “puedan ser grabadas con propósitos de responsabilidad del gobierno e historia”.