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Centroamérica

Un barco guardián de la Marina de EE.UU. llega para ayudar en temporada de huracanes

Por Michelle Mendoza

(CNN Español) -- Apenas son las nueve de la mañana y el calor es abrumador. Al conteo de un soldado de la Marina, ocho periodistas salen del Hércules C-130 y tocan tierra en Flores Petén, Guatemala. Minutos después de descender, todos deben colocarse en un parpadeo un equipo apropiado para proteger los oídos y un chaleco salvavidas. Soldados de la Base Naval del Comando Sur de EE.UU. comienzan a dar instrucciones a todos.

El capitán José Negrete es uno de ellos. Cuenta que tiene 18 años en la Infantería de Marina y actualmente es el director de Comunicación del Comando Sur para la Infantería de Marina. Nació en México y a sus cortos 14 años, su vida cambió cuando su padre fue detenido por las autoridades mexicanas.

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“Yo no tenía opciones en la vida; mi padre vendía drogas. Yo he sido la cabeza de mi familia desde los 14 años, así que el Ejército me dio una oportunidad de salir de una situación terrible y de sacar a mi familia adelante de una manera positiva”, le dice Negrete a CNN.

El capitán José Negrete

Negrete hace parte de los cientos de marines que cada año en época de huracanes llegan con el buque GunstonHall en una misión para proveer asistencia a los países altamente vulnerables ante los desastres naturales.

La temperatura supera los 40 grados centígrados, por lo que rápidamente periodistas y marines caminan hacia uno de los dos helicópteros militares CH-53. Al pasar a un costado de estas inmensas aeronaves con capacidad para hasta 30 personas, el fuerte viento acalorado de las aspas hace más difícil el paso.

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El viaje dura una hora hora y media hasta llegar al Gunston Hall. Este buque permanece tres meses en aguas internacionales, cerca de Belice, Honduras y el caribe.

Dentro del barco hay más de 400 expertos - siempre listos para el momento en el que deban brindar asistencia-, una lancha rápida con capacidad para albergar a centenares de personas, y dos grúas que soportan hasta 60 toneladas. Todo esto es parte de la inmensa embarcación que avanza a una velocidad de hasta 20 nudos por hora.

Imagen de archivo del Gunston Hall (photo by DOD)

“Lo que nosotros hacemos es utilizar este buque como plataforma para extender el alcance de la ayuda humanitaria que podemos brindar a otras naciones. Estamos aquí alojados y en cualquier momento podemos despegar a cualquier lugar porque este es el medio más fácil para hacerlo”, le relata a CNN el teniente coronel Erick Del Río, líder de la misión.

La primera emergencia que la misión atendió este año fue la tragedia por la explosión del Volcán de Fuego en Escuintla, Guatemala, el pasado 3 de junio. 40 marines ingenieros trabajan en la construcción de Albergues de Transición Unifamiliar para resguardar a miles de afectados que lo perdieron todo o que nunca podrán regresar a sus hogares.

Dejar todo atrás es una sensación que el capitán Negrete conoce, según nos cuenta. Dice que no fue fácil tomar la decisión de unirse al Ejército, pues aunque era algo que quería, había que tomar en cuenta que su papá estaba en la cárcel y él era la cabeza de la familia. Negrete afirma que gracias a un buen samaritano que se hizo cargo de su familia, pudo comenzar el camino que cambiaría su historia.

“Pude recibir una educación, pude ver el mundo pero más que nada. Pude comprarle una casa a mi mamá, pude ver a mis hermanos crecer en un área donde no se tiene que preocupar por si iban a disparar contra nuestra casa ese día o si íbamos a tener un techo al siguiente día, porque esa es la clase desafortunadamente del área donde yo crecí”, relata.

A diferencia de otros años, la Base Naval de EE.UU. permitió la colaboración en esta misión de países como Argentina, Brasil y Colombia. El líder ahora es el colombiano y teniente coronel, Erick Del Río.

“Esta fuerza de tarea se ha preparado durante más o menos 3 meses para tener todos esos ejercicios de respuesta a crisis en cuanto a desastres naturales. Hasta el momento no sabemos exactamente qué es lo que se pronostica. Hemos seguido de cerca las tres primeras tormentas tropicales que han sucedido en el caribe y seguimos con los ojos puestos en eso”, relata.

Del Río hablando con periodistas a bordo del buque.

Los tripulantes a bordo del GunstonHall se preparan para lo peor, aunque esperan no tener que ponerlo en acción. Pero si algo llegara a pasar, siempre están listos.