(CNN) – Con el telón de fondo de la verde campiña de Sussex, al sureste de Inglaterra, 11 mujeres se prepararon para asumir el desafío de convertirse en jockeys por un día.
No hace mucho tiempo, si le hubiesen preguntado a la exmodelo de Burberry y estrella de portada en la edición británica de Vogue, Rosie Tapner, si alguna vez hubiera podido imaginarse en la silla de un caballo de carreras de pura sangre, la respuesta hubiera sido un rotundo “no”.
Ella compitió en la Magnolia Cup anual, parte del Qatar Goodwood Festival, un espectáculo de carreras de cinco días (cariñosamente conocido como “Glorious Goodwood” por los asistentes). El evento fue calificado por el rey Eduardo VII como “una fiesta en el jardín con carreras añadidas”. Si bien no ganó, su deseo de participación iba más allá de ello.
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Desde hace cuatro meses, la alarma de Tapner ha sonado la mayoría de las mañanas a las 4:30 a.m., para iniciar su entrenamiento personal y las lecciones de equitación. El objetivo: convertirse en una jinete a tiempo para la carrera, que se celebró la semana pasada.
Tapner compitió con otras 10 mujeres, de diferentes orígenes profesionales, que han estado recaudando dinero para Cancer Research UK. Ya han conseguido más de 61.800 dólares.
Si bien Tapner tiene experiencia con los caballos, admite que es completamente diferente cuando estás en la silla de montar como jinete de carreras.
“Mi primer día fue de terror”, explica. “He cabalgado toda mi vida, pero he tenido que volver a aprender cómo andar completamente”, agrega.
¿Qué hace que un caballo de carreras sea tan diferente a uno que se pueda montar en casa? Son como los autos, explica Tapner.
“Mi caballo es más como un Mini (Cooper) y un caballo de carreras es como un Ferrari, pero sin freno. Son totalmente diferentes, pero he aprendido a amarlo completamente y llegué a casa el otro día, monté a caballo y solo pensé ‘oh… quiero un caballo de carreras’ “, se ríe.
‘Los estribos son cortos y estás sentado en la nada’
Antes de su entrenamiento, Tapner había montado el mismo caballo durante los últimos 10 años, por lo que lo más difícil fue consolidar su confianza.
“La primera vez que salí a galope habíamos ido bastante despacio y quedé destrozada al final, así que realmente es una experiencia completamente diferente: los estribos son cortos y estás sentado sobre la nada, tienes que tener en cuenta que podrían saltar o hacer algo tonto en cualquier momento”, refiere.
Durante dos siglos, los espectadores se han reunido en Goodwood Estate para marcar el final de la temporada social de verano con el festival de carreras.
Indumentaria de diseñador
Durante la Copa Magnolia, las 11 mujeres compitieron a velocidades de hasta 73 kilómetros por hora.
Todas llevaron uniformes a medida y diseñados para la ocasión por el diseñador radicado en Londres, Morvarid Sahafi, de Morv London, una marca de moda ética, con un enfoque en el empoderamiento de las mujeres.
“Hice una sesión para Goodwood y me puse una preciosa prenda de color amarillo y espero que se me permita usarla”, dijo Tapner.
Ella montó a Licinius de tres años de los entrenadores de Charles Hills. “Es un caballo realmente encantador”, refiere.
Rosie Tapner ha utilizado las redes sociales para mantener a todos actualizados en su viaje para convertirse en jockey, y hasta ahora ha recaudado más de 14.000 dólares para Cancer Research UK.
“Las redes sociales fueron una de mis principales formas de crear conciencia”, dijo.
Ya culminada la carrera, en la que ganó Katie Forrest, directora de Edit Design Agency, Rosie Tapner volverá a modelar y estudiar a tiempo completo. Ella está acabando su último año en Producción de Medios Digitales, en la Universidad de Oxford Brookes.