(CNN) – Mientras los residentes recogen lo que quedó tras el paso del huracán Michael por la Florida, y los equipos de rescate buscan sobrevivientes entre los escombros, las autoridades dicen que podrían pasar semanas o meses antes de que retorne la normalidad a esta zona.
Entre tanto, la población hace lo que puede por restablecerla. La Iglesia Bautista Jiland Park en Panama City sufrió daños durante la tormenta, por lo que tuvo que celebrar su servicio de este domingo al aire libre.
“En los últimos dos días he estado caminando por las calles, yendo de casa en casa”, le dijo a CNN el pastor Steven Kyle. “Y lo primero que me preguntan todos es ‘¿Vamos a tener iglesia? ¿Podemos tener una iglesia?’”.
“Quieren que vuelva la comunidad”, dijo.
FOTOS | Así es la devastación que deja el huracán Michael en Florida
La destrucción generalizada ha dejado a muchas personas en condiciones precarias. Los residentes han hecho largas filas para recoger agua potable y alimentos en varios centros de distribución. Los helicópteros también están llevando comida y agua a áreas remotas. Y ha habido saqueos.
“Esta tormenta golpeó tan fuerte y tan rápido que salen a relucir todos los aspectos de la naturaleza humana, y la gente hace cualquier cosa para sobrevivir”, le dijo el residente de Panama City, Christopher Donahue, a la cadena WEAR-TV, afiliada de CNN.
El jefe de bomberos de Panama City, Scott Flitcraft, declaró a CNN que durante las tres o cuatro horas posteriores al impacto de la tormenta, muchas tiendas y almacenes fueron saqueados.
Las autoridades también investigan denuncias de tiroteos en Panama City, reportó WEAR TV.
Hasta este domingo, más de 435.000 usuarios continuaban sin electricidad en siete estados, desde Florida hasta Virginia. La cifra de muertos aumentó a 19 este lunes, pero las autoridades dicen que podría seguir subiendo.
Entre 30 y 35 personas siguen desaparecidas en el área de Mexico Beach, Florida, según el jefe de Policía Anthony Kelly.
Todas las escuelas del condado de Bay destruidas, dicen las autoridades
El futuro de miles de estudiantes también es incierto, especialmente en el condado de Bay, donde todas las escuelas están cerradas hasta nueva orden.
“No va a ser un año escolar normal. No hay nada normal en lo que estamos viviendo”, dijo el superintendente escolar del distrito Bay, Bill Husfelt, a WMBB, afiliada de CNN.
La mayoría de sus 26.000 estudiantes están desplazados y muchas escuelas no reúnen las mínimas condiciones de seguridad debido a los daños, por lo que las autoridades discuten vías alternativas para que los estudiantes vuelvan a clases o para proporcionarles apoyo psicológico.
“Yo diría que todas las escuelas en el condado de Bay tienen algún tipo de daño, en algunas más grandes que en otras”, dijo Steve Moss, vicepresidente de la Junta Escolar del Distrito de Bay.
“Algunas tardarán semanas o meses en volver a operar. Otras tardarán años”.