CNNEarrow-downclosecomment-02commentglobeplaylistsearchsocial-facebooksocial-googleplussocial-instagramsocial-linkedinsocial-mailsocial-moresocial-twittersocial-whatsapp-01social-whatsapptimestamptype-audiotype-gallery
Política

Los ataques de Trump a los medios tienen consecuencias en la vida real

Por Brian Stelter, Oliver Darcy

(CNN) -- Casi tan pronto como las bombas llegaron a los correos, el debate empezó: ¿Qué papel tiene la violenta retórica política en estos actos de violencia de la vida real?

Bueno, a decir verdad, una versión de este debate se ha estado librando por algún tiempo. Mira las reacciones a los recientes elogios que hizo el presidente Trump a un congresista por haber golpeado a un reportero.

President Donald Trump speaks during an event on the opioid crisis, in the East Room of the White House, Wednesday, Oct. 24, 2018, in Washington. (AP Photo/Evan Vucci)

Pero el debate se ha renovado ahora, después de las amenazantes entregas a las oficinas de CNN en Nueva York y a varios políticos demócratas prominentes este miércoles. Los destinatarios previstos tenían todos algo en común: son frecuentes blancos de críticas desde la extrema derecha.

O como lo puso sucintamente The Washington Post: “En medio de la retórica incendiara, los blancos de las palabras de Trump se vuelven blancos de bombas”.

publicidad

En un evento de campaña el miércoles en la noche en Wisconsin, Trump emparejó sus comentarios denunciando la violencia política con nuevas críticas a la prensa.

Todo lo que debes saber sobre los paquetes sospechosos

“Los medios también tienen la responsabilidad de establecer un tono civilizado y parar la infinita hostilidad y los ataques e historias constantemente negativos y a menudo falsos. Tenemos que hacerlo”, dijo Trump.

En diálogo con CNN, el analista político David Gergen dijo que Trump “no ha tomado una onza de responsabilidad” por su propia retórica.

“Trump desató los perros de odio en este país desde el día que declaró que se iba a postular a la presidencia, y ellos han estado gruñendo y ladrando desde entonces”, dijo Gergen. “Simplemente es inevitable que haya actos de violencia que surjan de eso".

Los ejecutivos de la industria de los medios de comunicación han alertado repetidamente que los ataques imprudentes de Trump contra los medios están teniendo consecuencias en el mundo real. Algunos periodistas ahora viajan a eventos de campaña de Trump con seguridad personal, por ejemplo.

En un comunicado del miércoles en la tarde, el presidente global de CNN, Jeff Zucker, se refirió al problema.

“Hay una total y completa falta de comprensión en la Casa Blanca sobre la gravedad de sus continuos ataques a los medios de comunicación”, dijo Zucker. “El presidente, y especialmente la secretaria de Prensa de la Casa Blanca, deben entender que sus palabras son importantes. Hasta el momento, no han demostrado comprensión de eso."

Grupos defensores de periodistas sostienen este punto de vista también. Dan Shelley, líder de la Asociación de Noticias Digitales, de Radio y Televisión, señaló la ironía de los recientes comentarios del presidente.

El miércoles, en respuesta a los paquetes sospechosos, Trump dijo que “las amenazas de violencia política no son aceptables en ningún lugar de Estados Unidos”.

Pero, según Shelley, “esas palabras fueron pronunciadas por la misma persona que ha usado una retórica dura contra periodistas y oponentes políticos durante los eventos de campañas en un ambiente extremadamente tenso y de división política”.

Shelley repitió una frase que ha usado recientemente: “No sucumban a la intimidación y al miedo”, les dijo a sus compañeros periodistas. “Cuiden sus espaldas, pero no se echen para atrás”.

Mientras se acumulaban los reportes de paquetes sospechosos este miércoles, muchos comentadores y analistas políticos pidieron cautela y lamentaron que muchos otros se apresuraran a juzgar.

Partidarios de derecha e izquierda intercambiaron pullas, particularmente en redes sociales, donde el hashtag #MAGABomber fue tendencia en Twitter en Estados Unidos. La aserción del hashtag fue que el perpetrador apoyó el mensaje de Trump “Make America Great Again” (Hacer a Estados Unidos grande otra vez).

Y algunos seguidores prominentes de Trump y personalidades de internet de ultra derecha contraatacaron diciendo, sin evidencia, que las bombas fueron enviadas por un funcionario demócrata como parte de una operación de “falsa alarma”. Este término se refiere a crímenes cometidos por un partido para dar la impresión de que fueron cometidos por otro grupo.

Por ejemplo, Rush Limbaugh, un presentador de radio que llega a millones de oyentes cada semana, dijo este miércoles en su programa que “no tiene ningún sentido que los republicanos o conservadores hagan esto”.

Ann Coulter, una escritora conservadora, escribió en Twitter que las “bombas son una táctica liberal”.

Y Candace Owens, directora de comunicaciones de Turning Points USA, una organización conservadora con vínculos cercanos a la familia Trump, escribió en un tuit que posteriormente fue borrado, que “la única cosa ‘sospechosa’ sobre esos paquetes, fue el momento (en que fueron enviados)”.

“Caravanas, amenazas con bombas falsas, esos izquierdistas van con todo para las intermedias”, agregó Owens.

Sin embargo, esas aseveraciones de “falsa alarma” fueron condenadas por muchos comentadores de noticias. Varias organizaciones de noticias apoyaron a CNN.

En Fox News, el presentador de ‘Special Report’, Bret Baier, terminó el programa diciendo “días como hoy nos recuerdan que el peligro existe, y que ha sido condenado por todas las partes. Nuestros pensamientos hoy están con nuestros colegas de CNN que han tenido que lidiar con esto, y estamos muy felices de que todos estén bien”.

Y el jefe de recursos humanos de Fox News, Kevin Lord, emitió un memorando interno en el que expresó su apoyo a CNN.

“Condenamos todos los intentos de actos de violencia contra las organizaciones de medios y nuestros pensamientos están con CNN por la seguridad de todos sus empleados”, dijo Lord en un memorando, del cual The Hollywood Reporter obtuvo una copia.