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Política

El partido de la diversidad y el partido de los hombres blancos

Por Carlos A. Montaner

Nota del editor: Carlos Alberto Montaner es escritor y analista político de CNN. Sus columnas se publican en decenas de diarios de España, Estados Unidos y América Latina. Montaner es, además, vicepresidente de la Internacional Liberal.

(CNN Español) -- Poco antes de las elecciones del 6 de noviembre, en su última declaración pública, la excongresista republicana de la Florida, Ileana Ros-Lehtinen, dijo que lamentaba que su partido se estuviera convirtiendo en una agrupación de hombres blancos.

Ros-Lehtinen estuvo 28 años en el Congreso y se acaba de retirar a los 66 años de edad.

Simultáneamente, en estos últimos comicios, fue elegido Jared Polis como gobernador de Colorado. Es la primera vez que un hombre abiertamente gay es elegido para esas funciones. Es demócrata.

Al mismo tiempo, Kate Brown fue reelecta como gobernadora de Oregon. Antes de su primera elección jamás una mujer abiertamente bisexual, que apoya el matrimonio entre personas del mismo sexo, que representa una minoría, la LGTB, había sido seleccionada como gobernadora. También es demócrata.

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Tammy Baldwin acaba de ser reelegida como senadora federal. En el 2012 fue la primera vez que una señora abiertamente lesbiana fue elegida para el Senado estadounidense.

La congresista más joven de la historia de Estados Unidos es Alexandria Ocasio-Cortez, una demócrata de origen puertorriqueño que acaba de cumplir 29 años.

Imagen del edificio del Capitolio, en Washington, Estados Unidos. (Crédito: Mark Wilson/Getty Images)

Lo que quiero decir es que en el país, de manera creciente, la primera forma de definición de la persona es la identidad de género, de etnia, de raza, de orientación sexual, y así hasta encajar en decenas de categorías.

Estados Unidos es una sociedad con más de 320 millones de habitantes en la que hay blancos, negros, homosexuales, indígenas nativos, heterosexuales, hispanos de todas las razas y orígenes, transexuales, evangelistas, católicos y un largo etcétera.

De ahí la frustración de la ex congresista Ros-Lehtinen con su partido republicano. Un partido de hombres blancos se aleja poco a poco de la diversa realidad estadounidense.