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George Bush: "Los historiadores dirán qué hice bien"
03:56 - Fuente: CNN

(CNN) – George H.W. Bush podría realizar un último servicio póstumo a su país esta semana al orquestar un raro momento de unidad y tregua a corto plazo en la rencorosa política que gira en torno a la presidencia de Trump.

Los restos del expresidente, que murió en su casa de Texas el viernes a los 94 años, fueron trasladados el lunes a Washington para permitir que la nación se despida de un hombre cuya presidencia de un mandato se ve mejor en perspectiva cada año que pasa.

El exmandatario permanecerá en el Capitolio de Estados Unidos antes de un funeral estatal en la Catedral Nacional de Washington el miércoles donde se realizará una reunión del club más exclusivo del mundo: el de expresidentes de EE.UU.

Durante algunos días, un enfrentamiento en torno a un posible cierre parcial del Gobierno puede aliviarse, y la amenaza cada vez mayor que representa Robert Mueller para la presidencia de Trump podría perderse de vista.

A pesar de la antipatía entre la familia Bush y el presidente Donald Trump, el 41.º presidente dejó claro que quería que el actual líder de Estados Unidos asistiera al funeral, poniendo a la institución de la presidencia por encima de animosidades personales.

Trump ha confirmado que asistirá al evento, que se realiza a una serie de tragedias y desastres nacionales y momentos de duelo público que han hecho que los críticos describan su conducta como lejana de lo que se espera de un presidente.

Para su crédito, Trump canceló lo que sin duda sería una conferencia de prensa contenciosa en la cumbre del G20 en Argentina el sábado por respeto a Bush. También envió uno de los emblemáticos jets 747 blanco y azul que sirve como el Air Force One cuando un presidente está en el extranjero hacia Texas para llevar el ataúd de Bush.

“Vamos a pasar tres días de luto y tres días de celebrar la vida de un gran hombre”, dijo Trump en un grato tributo a Argentina.

“Así que estamos ansiosos de hacerlo, y ciertamente se lo merece. Realmente lo merece. Era una persona muy especial”.

Pero la ceremonia del miércoles aún promete ser un momento de teatro político para Trump, ya que se encontrará cara a cara con expresidentes y otros altos funcionarios a los que ha atacado en los últimos días.

La semana pasada, por ejemplo, Trump retuiteó una imagen que retrata a los expresidentes Barack Obama y Bill Clinton, junto con su exrival de campaña Hillary Clinton, tras las rejas. A menudo, Trump se divierte en los mítines mientras sus multitudes cantan “¡Enciérrenla!” sobre la excandidata demócrata. Y Michelle Obama escribió en su nueva autobiografía que “nunca perdonará” a Trump por su teoría de la conspiración sobre el lugar de nacimiento de Obama, algo que lanzó la carrera política de la estrella de los reality shows.

Es probable que Trump se encuentre cara a cara con los cuatro en la Catedral Nacional ante una gran audiencia televisiva. El encuentro pondrá de relieve cómo varios de los antiguos líderes, incluidos Obama y Clinton, forjaron estrechas relaciones con su predecesor republicano así como entablaron relaciones amistosas con el hijo de Bush, el expresidente George W. Bush. No existen tales lazos entre ese trío y el actual presidente, que a menudo critica a sus predecesores y no ha dado muestras de aprovechar sus consejos y experiencia para desempeñar uno de los trabajos más duros y solitarios de la política mundial.

El presidente también menospreció a otro hijo mayor de Bush, el excandidato presidencial republicano Jeb Bush, durante la campaña de 2016, y en julio se burló de una cita del 41º presidente sobre “mil puntos de luz” que luego se utilizó como el nombre de su organización benéfica.

Comparaciones inevitables

El funeral de Estado del miércoles ofrecerá similitudes y contrastes con la despedida de John McCain en septiembre. Trump no fue invitado después de burlarse del senador de Arizona durante la campaña de 2016 por haber sido derribado y encarcelado en Vietnam casi 50 años antes.

El servicio funerario de McCain, según lo diseñó el propio senador republicano fallecido, se convirtió en una comparación entre su heroísmo, su capacidad para alcanzar el espíritu distintivo y el comportamiento de autovanagloria que suele mostrar Trump.

Es probable que estas analogías vuelvan a percibirse en los homenajes a Bush, considerado casi universalmente como un caballero y que sean un retorno a una era de la política más civilizada y magnánima.

Aún así, con la asistencia de Trump, las divisiones de la nación podrían desaparecer, al menos durante unos días.

La muerte de Bush también parece apta para posponer uno de los últimos enfrentamientos políticos del año: una controversia financiera sobre en las exigencias de Trump de 5.000 millones de dólares en fondos para su muro fronterizo.

Una fuente informada sobre las conversaciones dijo a CNN que los legisladores están considerando aprobar un proyecto de ley de gasto de una semana para evitar un cierre gubernamental antes de la fecha límite del viernes, ya que el Congreso estará fuera de sesión a principios de la semana previa a las ceremonias de Bush.

Trump dijo a los periodistas en el avión presidencial el sábado por la noche que estaría abierto a tal solución.

“Definitivamente lo consideraría y probablemente lo concedería”, dijo Trump.

La nube de Rusia se oscurece sobre Trump

El período de duelo de Washington llega en un momento tenso en la presidencia de Trump, después de una semana en la que se hizo evidente que Mueller se está aproximando al presidente.

El jueves, Mueller reveló un acuerdo de cooperación con el ex abogado de Trump, Michael Cohen. Cohen admitió haber mentido al Congreso para encubrir el hecho de que estaba negociando un acuerdo para construir una Torre Trump en Moscú aún en junio de 2016 durante la campaña presidencial.

Previamente había dicho que las conversaciones sobre el proyecto de Moscú finalizaron en enero de 2016 y dijo que mintió por la sensación de estar en deuda con Trump.

Un par de acontecimientos ocurridos el viernes por la noche parecían acercar aún más la investigación de Mueller a la Casa Blanca. CNN informó que Cohen creía que Trump le ofrecería un indulto a cambio de mantener la línea en las conversaciones con los fiscales federales.

El abogado de Trump, Rudy Giuliani, dijo que Trump nunca había indicado esa posibilidad a Cohen. Pero el informe generó inmediatamente especulaciones sobre las comunicaciones entre los dos hombres. Cualquier prueba de que Trump haya ofrecido el indulto a cambio del testimonio de Cohen sería un abuso de poder y posiblemente una ofensa imputable.

Luego, en una presentación del viernes, los abogados de Cohen dieron la señal más clara de que mantuvo informado a Trump sobre sus esfuerzos para cerrar el negocio en Moscú en 2016.

Una pausa política en los próximos días podría brindarle a Trump un breve alivio de las preguntas sobre la trama rusa, pero también podría complicar su esfuerzo por celebrar un acuerdo con el presidente chino Xi Jinping para evitar una escalada en la guerra comercial entre las dos economías más grandes del mundo.

Trump acordó mantener aranceles del 10% sobre productos chinos por valor de 200.000 millones de dólares, y no aumentarlos al 25% “en este momento” antes de la fecha límite del 1 de enero.

A cambio, China comprará una cantidad “muy importante” de productos agrícolas, energéticos y de otro tipo de Estados Unidos para ayudar a reducir el desequilibrio comercial, según un comunicado de la Casa Blanca.

“Si ocurre, será una de las mayores transacciones jamás realizadas”, dijo Trump, aunque expertos consideraron que el acuerdo, aunque bienvenido, era más una tregua temporal que un acuerdo de paz permanente para aliviar las crecientes tensiones entre Estados Unidos y China.

Con información de Clare Foran, Pamela Brown, Gloria Borger, Donna Borak, Evan Perez, Kara Scannell y Kevin Liptak de CNN.