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Noticias de salud

Después de sufrir sudoración excesiva, este hombre recibió un diagnóstico inesperado

Por Naomi Thomas

(CNN) -- Un hombre de 60 años sufrió episodios de sudoración inexplicables durante tres años antes de que los médicos le diagnosticaran convulsiones del lóbulo temporal, según un estudio del caso publicado, el lunes, en la revista Annals of Internal Medicine.

El hombre, por lo demás, estaba sano, pero tenía "un promedio de ocho episodios discretos de sudoración" cada 24 a 32 días, dijeron los autores. Estos episodios duraron varios minutos.

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No tuvo otros síntomas, y todas las pruebas que los médicos realizaron con él arrojaron resultados normales.

Los médicos vieron uno de estos episodios de sudoración mientras el paciente estaba en una visita al consultorio, según el estudio del caso. El paciente informó que "sintió que se acercaba, bajó la cabeza y disminuyó la respuesta verbal durante aproximadamente dos minutos".

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Los médicos describieron su sudoración como "profusa" y detallaron un charco de sudor que quedó en la mesa donde lo examinaron.

Los cambios en la capacidad de respuesta del paciente, que "sugerían convulsiones", llevaron a los médicos a realizar una electroencefalografía ambulatoria, conocida como EEG, que dio lugar a su diagnóstico.

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Una EEG es una prueba que registra la actividad eléctrica en el cerebro, según la Epilepsy Foundation. El electroencefalograma ambulatorio controla esta actividad eléctrica durante un período de tiempo prolongado y puede realizarse sin hospitalización.

Desde entonces, se han recetado medicamentos anticonvulsivos al paciente y ha tenido solo un grupo de episodios de sudoración en los últimos 18 meses.

"Diagnosticar las convulsiones y la epilepsia suele ser un gran desafío, en parte porque las convulsiones pueden reproducir casi todo lo que somos capaces de experimentar, dependiendo de la parte del cerebro en que comienza un ataque y en qué parte del cerebro se contagia", dijo el doctor Christopher Ransom, profesor asistente de Neurología en la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington. Ransom no participó en el tratamiento ni en el diagnóstico del paciente.

Otro obstáculo al diagnosticar las convulsiones, según Ransom, es que los médicos confían en los autoinformes de un paciente, que podría centrarse en un solo síntoma o en los informes de familiares y amigos que han sido testigos de un evento.

Los médicos con frecuencia tienen que hacer una prueba o ser testigos del ataque de un paciente para diagnosticar la causa de los síntomas, dijo Ransom.

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"Creo que este es un buen ejemplo de eso, donde parecía un caso de simple sudoración cíclica, pero finalmente se hizo evidente que no era tan simple", dijo Ransom.

Mientras Ransom señaló que muchos pacientes que sufren convulsiones reportan sudoración o enrojecimiento, "es inusual que alguien simplemente informe ese síntoma aislado... que termina siendo causado por un ataque", dijo.

También señaló que la sudoración y el enrojecimiento descritos a menudo se pueden atribuir a más episodios de emanaciones, que aún son convulsiones, pero es la primera parte de la convulsión que provoca síntomas más profundos y alteraciones del comportamiento".

"No hay muchas afecciones médicas que produzcan síntomas neurológicos transitorios, recurrentes y altamente estereotipados, y los ataques epilépticos encabezan la lista de diagnósticos a tener en cuenta", dijo Ransom. "Este caso, sin embargo, produjo un desafío particular porque [el] paciente inicialmente solo describió el patrón cíclico de sudoración, sin síntomas neurológicos. No fue hasta que se observó directamente que las alteraciones del comportamiento, vistas como respuestas verbales lentas, fueron reconocidas al acompañar los episodios de sudoración intensa".