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Brexit

Día decisivo para el brexit: el Parlamento británico vota el plan de Theresa May

Por Jane Merrick

Londres (CNN) -- Poco después de las 7:00 p.m. del martes, los parlamentarios británicos se enfrentan a una decisión que afectará a los 66 millones de ciudadanos del país durante muchos años más.

Votarán para respaldar el acuerdo sobre el brexit de la primera ministra Theresa May, negociado con la Unión Europea, y pondrán al país en camino hacia la salida definitiva de la UE el 29 de marzo. O votarán en contra, dejando al Parlamento británico, y al país, en el estado de limbo en el que ha vivido durante dos años y medio.

Cada cálculo y predicción indica que May perderá el voto. El gobernante Partido Conservador, al que ella pertenece, y su aliado, el Partido Unionista Democrático (DUP), tienen una mayoría ajustada en el Parlamento de 650 escaños, pero algunas estimaciones predicen que el proyecto sobre el brexit de May podría ser derrotado por más de 100 votos.

Intentos desesperados

La primera ministra ha pasado la última semana presionando para conseguir respaldo para su acuerdo, empuñando tanto zanahorias como palos -- recepciones en Downing Street para diputados conservadores rebeldes y llamadas telefónicas relajadas a miembros laboristas de la oposición: y la amenaza de que si su acuerdo no consigue el respaldo necesario, eso provocaría la cancelación del brexit y la parálisis en el Parlamento.

La primera ministra dijo el lunes a la Cámara de los Comunes que un brexit "sin acuerdo" podría llevar a la ruptura del Reino Unido y apeló a los diputados para que le den a sus planes una "segunda mirada".

Theresa May

Incluso los líderes de la UE intentaron ayudar a la campaña de May emitiendo un comunicado el lunes asegurando que una polémico barrera, una póliza de seguro para evitar una frontera dura en Irlanda, solo sería temporal, pero los legisladores partidarios del brexit siguieron dado que las garantías no contemplaban fuerza legal adicional.

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Y así, salvo algunos parlamentarios que cambiaron de opinión, no parece que los intentos de persuasión de May hayan funcionado. La gran pregunta en Westminster ya no es si gana o no, sino quién tomará el control de la narrativa fallida.

Los asesores de May en Downing Street luchan para asegurarse de que la primera ministra parezca tener el control de los acontecimientos, incluso si pierde de mala manera.

Es probable que pronuncie un discurso en la Cámara de los Comunes poco después de la votación que establezca los pasos a seguir, incluido, posiblemente, un plan alternativo que pueda enviar a la Unión Europea para su aprobación -- y luego pasar por el Parlamento.

Aún así, las facciones de todos los partidos políticos también estarán preparadas para modificar su propia narrativa.

Los conservadores a favor del brexit, que intentaron y no lograron derrocar a May como primera ministra en una moción de confianza el mes pasado, creen que Downing Street está inflando los informes de que el margen de derrota del proyecto de May podría ser superior a 200 -- que sería el peor para un primer ministro en la historia británica -- como una forma de manejar las expectativas y hacer que una derrota más estrecha parezca una victoria menor.

Imagen de archivo de Theresa May durante una rueda de prensa. (Crédito: Michele Tantussi/Getty Images)

Imagen de archivo de Theresa May durante una rueda de prensa. (Crédito: Michele Tantussi/Getty Images)

Estos promotores del brexit quieren utilizar la probable derrota para demostrar que el gobierno debe tomar un camino radicalmente diferente y dejar la UE sin un acuerdo negociado.

Este es el modelo de brexit más duro de todos, pero uno que los conservadores euroescépticos creen que dará al Reino Unido su anhelado sueño de liberarse de la UE.

¿Tiempo de elecciones?

En la oposición, el Partido Laborista, dirigido por Jeremy Corbyn, exigirá elecciones generales si el proyecto de ley de May fracasa, con la esperanza de allanar el camino para nuevas conversaciones entre un nuevo gobierno y la UE.

No hay indicios de que una moción de no confianza en el gobierno presentada por Corbyn -- que, si tiene éxito, desataría una elección general -- sea aprobada. Incluso si los laboristas toman el poder, el partido está tan dividido como los conservadores respecto al brexit, y muchos de sus parlamentarios quieren que la nación vote de forma más definitiva: mediante un segundo referéndum que permita que Gran Bretaña permanezca en la UE.

Corbyn enfrentará una intensa presión de muchos legisladores laboristas y activistas para apoyar un segundo referéndum como la única forma de salir del atolladero si no logra forzar una elección.

Hay un tercer grupo principal que ha puesto en marcha un proceso para tomar el control del brexit: una coalición informal de parlamentarios de todos los partidos que buscan un brexit más suave que el previsto en el acuerdo de May, uno que mantiene los lazos económicos con la UE, similar al arreglo adoptado por Noruega, que ocupa un territorio muy inusual tanto dentro como fuera de la UE.

Este grupo podría ser el centro alrededor del que gravite el Parlamento en medio de las consecuencias de la probable derrota de May.

Pase lo que pase, el Parlamento del Reino Unido será el escenario de una guerra de relaciones públicas, mientras las facciones de oposición intentan tomar el control del brexit a partir del vacío político dejado por la menguante autoridad de May.

Al cansado público del Reino Unido, este espectáculo puede desanimar a los votantes que no saben si tomar con seriedad las advertencias de los departamentos gubernamentales sobre la acumulación de medicamentos y alimentos y las colas de tráfico intenso en caso de que no se llegue a un acuerdo.

Aún quedan 73 días para el brexit y la sensación de incertidumbre entre los votantes comunes es palpable.