CNNEarrow-downclosecomment-02commentglobeplaylistsearchsocial-facebooksocial-googleplussocial-instagramsocial-linkedinsocial-mailsocial-moresocial-twittersocial-whatsapp-01social-whatsapptimestamptype-audiotype-gallery
El Apunte de Camilo

El embudo venezolano de Danny Glover

Por Camilo Egaña

Nota del editor: Camilo Egaña es el conductor de Camilo. Las opiniones expresadas en este artículo son exclusivas del autor.

(CNN Español) -- El periodista y crítico de cine Carlos Boyero le ha dado por recordarnos este lunes en el diario español El País al Orson Welles más cimarón, el que dijo: “Lo más triste de la izquierda estadounidense es que traicionó y delató a sus compañeros para salvar sus piscinas”.

Aludía a la posición que algunos asumieron en Estados Unidos, entre 1950 y 1956, cuando Joseph McCarthy - un senador republicano, ultraconservador y paranoico-,

acusó públicamente a cientos de personas sospechosas de ser comunistas.

Es uno de los peores capítulos de la historia de Estados Unidos; se ignoró el principio jurídico de la presunción de inocencia.

Un episodio terrible. La ignominia en estado puro. Ni siquiera lo salva ‘’Las brujas de Salem’’, la espléndida obra de teatro que Arthur Miller escribió a propósito de aquello en 1953. Tampoco, la actitud cívica de quienes, como Charles Chaplin y el periodista Edward R. Murrow, no se doblegaron.

Fue la orgía de los delatores, los mediocres, los pusilánimes, los profesionales de mirar hacia otro lado y aplaudir.

Casi 70 años después, hasta los brujos más contumaces usan a su antojo el término ‘’cacería de brujas”, y aun cuando no lleven la razón de su lado, uno siente como decía mi hijo cuando era un niño, ‘’un miedito aquí’’ y se tocaba la barriga.

En Caracas, en el 2012, el actor estadounidense Danny Glover acompañó a Hugo Chávez a votar en las elecciones y significó la ‘’madurez’’ de aquellos comicios. Iba acompañado de la exsenadora colombiana Piedad Córdoba entre otros.

En 2014 Glover estuvo junto a Maduro en un homenaje a Chávez en Caracas. ‘’Su memoria vive con nosotros", dijo el actor.

En 2018 reiteró su apoyo a Maduro mientras aumentaba el recelo internacional por unos comicios organizados a la medida justa del régimen.

“Venezuela es una vibrante y deliberante democracia participativa’’, dijo el coprotagonista de la saga "Arma Mortal” a Tele Sur.

Maduro reciprocó con un mensaje en Twitter: “conversar con un activista como Danny Glover enriquece el alma”.

Y en la alfombra roja de los Oscar, Juan Carlos Arciniegas, crítico de cine y periodista de CNN en Español le preguntó a Glover su militancia a favor del chavismo cuando todavía se siente el olor de comida y medicina chamuscada y cuando todavía no se han sido enterrados todos los muertos en la frontera de Venezuela con Colombia y Brasil.

Glover respondió: “Hace quince años vi algo extraordinario y solo puedo hablar de eso: Me hizo sentir que en ese proceso había la posibilidad de un mundo hacer un mundo mejor¨.

José Ingenieros, pensador argentino, dejó escrito que ‘’los más grandes espíritus son los que asocian las luces del intelecto con las magnificencias del corazón’’.

Pero casi a renglón seguido advertía que ‘’son raros esos talentos completos’’.

Que Danny Glover haya apoyado o apoye al chavismo, es su derecho y su condena.

Que lo haya podido hacer sin tener que cuidarse de algún senador o un paramilitar, es una de las bendiciones de la democracia. Pero que en estos tiempos algunos dicten su compromiso político por La ley del embudo —"forma de proceder con arbitrariedad e injusticia, siendo muy estricto con unas personas y muy permisivo con otras" (RAE)— es muy peligroso. Si ellos no lo perciben, pues estemos nosotros atento a destrozar el embudo. De una vez y por todas.